La Auditoría
Superior de la Federación (ASF) detectó
en su Cuenta Pública 2016 un puñado de irregularidades en la Comisión Federal
de Electricidad (CFE) y en Petróleos Mexicanos (Pemex), las llamadas Empresas
Productivas del Estado que este mismo lunes reportaron pérdidas millonarias
durante 2017 pese al aumento en los precios de energéticos.
La Auditoría
Superior detectó anomalías de la CFE
tanto en la gestión del ahora presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, como de
Jaime Francisco Hernández Martínez, quien tomó el cargo en agosto de 2016.
Las observaciones son en materia de
gastos extras en producción de energía eólica, falta de consulta a comunidades
en tiempo y forma, y subutilización de gasoductos que no le darán valor
económico y, por el contrario, de 2014 a 2016 le generaron pérdidas por más de
2 mil 646 millones de pesos.
El lunes, la
Comisión Federal de Electricidad reportó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)
pérdidas por 9 mil 923 millones de pesos durante 2017, 88 por ciento menos que los 84 mil 824 millones de pesos en 2016, año
en que el priista Enrique Ochoa Reza dejó su dirección. La empresa estatal registró ingresos por 466 mil 141 millones
de pesos, 32 por ciento más que en 2016 debido a que la venta de energía
eléctrica fue mayor a los costos de producirla y distribuirla.
Respecto a
la posición financiera de la CFE, la Auditoría en su Cuenta Pública 2016 le
recomendó que considere implementar medidas para fortalecer sus políticas sobre
riesgos económicos y operativos en sus ingresos. También le pidió mejorar sus
políticas y mecanismos para elevar su productividad, reducir gasto no
productivo e incrementar su inversión física, a fin de que los recursos sean
suficientes para que participe competitivamente en un mercado eléctrico
abierto.
Para
incrementar su capacidad de generación, le recomendó una estrategia de
inversión física, productividad, aprovechamiento de las actividades de mayor
rentabilidad y disminuir los riesgos asociados con mayores erogaciones
relacionadas con pérdidas de distribución, pasivos laborales y tipo de cambio.
Además, le demandó diseñar y aplicar medidas de disciplina, responsabilidad y
prudencia financiera, incrementar los ingresos propios, disminuir el gasto de
operación y administración no productivo, elevar la inversión presupuestaria,
administrar con eficiencia la deuda y el costo financiero, y fortalecer de
manera persistente a mediano plazo los balances financiero, primario y
operativo.
Sin embargo,
detectó la ASF, que la Comisión Federal
de Electricidad comprará energía eólica a productores externos a precios
superiores al costo que para la propia empresa productiva del Estado le
representa su generación en centrales eólicas de su propiedad, durante el
periodo que duren los contratos.
La ASF observó que “debido a la forma” en que
contrató a seis productores externos de energía eólica y por la adquisición de
determinados volúmenes de energía, solo en 2016 le generó pérdidas por 1,031
millones 309 mil 300 pesos, las cuales, de 2014 a 2016, tuvieron un acumulado
por 2, 646 millones 491 mil 200 pesos. Enrique Ochoa Reza, presidente del PRI,
dirigió la CFE del 5 de febrero de 2014 al 8 de julio de 2016.
La Auditoría
también señaló que se realizó una consulta a la comunidad rarámuri de
Repechique, Chihuahua, para obtener su consentimiento en la instalación del
gasoducto del Encino-Topolobambo, pero después de que la CFE trazó la ruta por
cuyo terreno iba a pasar. Después la comunidad ganó un amparo contra el
gasoducto, por lo que las autoridades desviaron el trayecto.
Respecto a
otros cuatro gasoductos, el órgano fiscalizador detectó que durante 2016 la CFE utilizó menos de los debido la
capacidad de transporte de gas natural reservada de Sásabe-Guaymas (en 90.7 por
ciento), Tamazunchale-El Sauz (en 63.2 por ciento), Corredor Chihuahua (en 92.9
por ciento) y Morelos (en 100 por ciento).
Asimismo, no
aseguró la utilización de toda la capacidad de los gasoductos, ya que las
centrales consideradas para la prestación del servicio de transporte de gas ya
no están consideradas para su construcción en la planeación de la CFE. No
obstante, conforme a lo establecido en los contratos a 25 años, continuará con
el pago del Costo Fijo de Capacidad, el cual no le generará valor económico ni
rentabilidad.
“En 2016, el 78.1 por ciento de los
pagos efectuados por servicio de transporte de gas natural (4 mil 560 millones
636 mil 900 pesos) fueron por Costo Fijo de Capacidad, que no le generaron
valor económico ni rentabilidad a la CFE, ya que no se utilizó la capacidad de
transporte de gas natural reservada en cuatro gasoductos, y no se ha concluido
la construcción de otros dos”, expuso la ASF.
UNA DOCENA
DE FALLAS EN PEMEX.
Los planes
de negocios plantean que Pemex alcanzará el equilibrio financiero entre
2019-2021, por lo cual la empresa dirigida ahora por Carlos Treviño Medina debe
diseñar y aplicar medidas de disciplina, responsabilidad y prudencia financiera
que permitan incrementar los ingresos propios, disminuir el gasto de operación
y administración no productivo, elevar la inversión presupuestaria, y
administrar con eficiencia la deuda y el costo financiero, recomendó la
Auditoría en su Cuenta Pública 2016.
Pese a las alertas, durante el cuarto
trimestre de 2017, la petrolera reportó una pérdida neta de 333 mil millones de
pesos y sus ingresos se elevaron un 24.3 por ciento a 402 mil 477 millones de
pesos en el trimestre. De 2000 a 2016, el saldo de la deuda de Pemex se incrementó
mil 823 millones 179 mil pesos, 7.7 puntos porcentuales del PIB, y la deuda
externa creció 995 millones 260 mil pesos entre 2011 y 2016.
En las
auditorías de la Cuenta Pública 2016, la
ASF detectó fallas de Pemex y sus empresas productivas de Exploración,
Transformación Industrial y Fertilizantes en el pago a proveedores; en la
contratación del personal y pagos millonarios de nóminas sin actividad; en la
solicitud de indemnizaciones por siniestros; en contabilidad; en la producción
de gasolina incluyendo la Ronda Cero de la Reforma Energética; inoperación de
una plataforma de producción; deficiencias en la infraestructura Submarina
Campo Lakach; errores en contrataciones para perforación; en compra de
fertilizantes; en la comercialización de coque; venta de gas seco; equipo
obsoleto para producción de gas natural y fallas en la rehabilitación de una
planta en Veracruz.
Petróleos
Mexicanos pagó 10 millones 748 mil pesos
por medicamentos, de los cuales no acreditó su recepción. Además, no justificó ni documentó que 72 millones
806 mil pesos correspondieran a bienes o servicios recibidos en proceso de
facturación.
En el
programa de austeridad 2016 tras sus números rojos, Pemex estableció un ahorro
en servicios personales y en gasto corriente por 12 mil millones de pesos sin
especificar el monto de cada uno de los rubros. Aunque informó a la Auditoría Superior que el ahorro real ascendió a 11
mil 218 millones de pesos, al Consejo de Administración le informó que el
ahorro fue por 13 mil 300 millones de pesos, sin precisar tampoco el monto
correspondiente a cada rubro. “La información proporcionada a las distintas
instancias no es coincidente, lo que resta confiabilidad a la veracidad de la
información”, concluyó el órgano.
Asimismo, se identificó que en 2016 se dieron de baja
2 mil 889 trabajadores por concepto de jubilación por convenio especial, de los
cuales no se acreditó la autorización de 259 personas, diez registros se
encontraron duplicados, 202 casos se registraron de manera incorrecta, y 27 no
contaron con documentación que evidenciara el tipo de jubilación.
En otra
auditoría sobre personal, el órgano fiscalizador destacó que la falta de programa operativo de los equipos de
Perforación y de Presupuesto ocasionó que 343 trabajadores operativos asignados
a ocho equipos estuviera sin actividad de 385 a 2 mil 831 días. Hasta junio
de 2016 se definió la situación laboral de 228 plazas vacantes y en el caso de
115 plazas, con un costo anual de nómina
por 59 millones 851 mil 500 pesos. Tampoco se formalizó la cancelación de 172 plazas asignadas a dos brigadas de
exploración, sin materia de trabajo desde 2014 y 2015, con un costo de nómina
durante 2016 por 80 millones 924 mil 900 pesos hasta mayo de 2016. En
diciembre de 2017 se definió la situación laboral de 143 personas y se
encuentra pendiente el reacomodo de 29.
Una tercera
auditoría al personal revela que Pemex Transformación Industrial no cuenta con elementos para medir la
productividad laboral que le permitan identificar la cantidad óptima de
trabajadores que se requieren en cada una de las plantas de las refinerías, ya
que “no cuenta con la información referente al número de personal que laboró en
cada planta”.
Respecto a la solicitud de indemnizaciones, de siete
siniestros de equipo automotor, Petróleos Mexicanos y sus empresas productivas
no han obtenido el pago por 2 millones 382 mil 700 pesos, debido a que no han
presentado a la aseguradora las facturas de transmisión de propiedad de los
bienes siniestrados con dictamen de pérdida total.
En 2016,
Pemex Exploración y Producción contribuyó al abasto de gasolinas y diésel, pero presentó “incumplimientos en la
calidad” de cinco de los once tipos entregados de enero a septiembre, así como
en seis de los doce tipos entregados de octubre a diciembre, por lo que
compensó con mil 272 millones 600 mil pesos.
En el
trienio 2014-2016, después de la Reforma
Energética, la producción del hidrocarburo disminuyó 11.3 por ciento, debido
a la declinación de los campos y la disminución de los recursos que enfrentó la
empresa como resultado de la caída de los precios de los hidrocarburos en el
ámbito internacional.
En 2016, PEP “puso en riesgo” la conservación de los
títulos de asignación para la exploración y extracción de hidrocarburos
otorgados con la Ronda Cero, ya que, de las 106 áreas para la exploración que
reportó, solo 24 cumplieron con el compromiso mínimo de trabajo y, de las 381
áreas para la extracción de hidrocarburos, solo 65 cumplieron con dicho
compromiso, por lo que la Secretaría de Energía pudo revocar las asignaciones.
“El pago por los derechos de
exploración y extracción de hidrocarburos le provocó una pérdida neta del
ejercicio de 44 mil 69 millones de pesos”, reportó la ASF.
Pemex
Exploración y Producción cuenta con la plataforma de perforación PP-Balam-A
capitalizada en mil 798 millones 451 mil pesos, pero es inutilizada con motivo de saqueo y desmantelamiento y no ha
operado durante 541 días a partir de su entrega. No se evidenciaron las
acciones para su reparación y puesta en operación, la valuación de los costos,
el registro contable de las afectaciones, ni la aplicación de los seguros.
Durante los
contratos de mantenimiento a Infraestructura Submarina Campo Lakach, hubo deficiencias desde el procedimiento de
contratación, propuestas, planeación, pagos improcedentes o en exceso, en la
vigilancia en la ejecución de los contratos hasta en el establecimiento de
metas de ejecución.
En los
contratos de la Unidad de Negocios de Perforación de Pemex Exploración y
Producción tampoco existió “una
planeación deficiente” en lo referente a los requerimientos para suministrar
equipos, y no se realizó una evaluación económica eficiente y medible para
tener la mejor propuesta económica, ya que se carece del rendimiento de la
herramienta y equipos necesarios para efectuar los trabajos. También falta
documentación sobre todas las actividades e insumos. Tampoco se justificó el
análisis de mercado para los procedimientos de licitación pública, con el que
se determinó el precio prevaleciente en el mercado para llevar a cabo las
licitaciones públicas, y no se proporcionó información referente a los trabajos
de perforación con barrenas de diferentes rangos.
Para Pemex
Fertilizantes, se autorizó la compra de
GP FER, aun cuando en septiembre de 2015 un despacho externo determinó que las
revaluaciones de maquinaria realizadas en siete años parecían altas (690
millones de dólares). Con la adquisición de GP FER se esperaba obtener una
mejor rentabilidad para Pemex Fertilizantes. Pero de seis sinergias sólo dos se
cumplieron y en cuatro el cumplimiento fue parcial, ya que el planteamiento
original no era viable.
En 2016, los
complejos procesadores de gas de Pemex Transformación Industrial operaron al
49.2 por ciento en promedio respecto de su capacidad instalada; además, se
encuentran “en vías de obsolescencia”, lo que resulta en menor eficiencia, rentabilidad
y confiabilidad.
Finalmente,
en la rehabilitación de las Plantas de Nitrogenados a Agro Nitrogenados,
subsidiaria de Altos Hornos de México (AHMSA), en Veracruz, se incumplió con los objetivos de poner en
operación la planta de fertilizantes nitrogenados, por lo que los costos han sido rebasados de 195 millones a 443 millones
de dólares, y los tiempos se han alargado de 610 a 943 días. Por ello no ha
generado utilidades para el Estado, por lo que el proyecto no ha sido rentable.
Asimismo, desde el proceso de adquisición se compró
la planta de fertilizantes con equipo incompleto, en mal estado y no
utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación; careció de
estudios y análisis competentes para garantizar su rentabilidad y determinar
adecuadamente los costos de mantenimiento. Tampoco se verificó que la contratista demostrara su capacidad técnica,
material y humana conforme a lo pactado en el contrato; los criterios de
adjudicación no son claros, homogéneos ni se encuentran definidos, ni se
justificó el sobrecosto en el pago de diversos conceptos con un monto mayor del
autorizado.
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