En medio de
la séptima ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN), demócratas
coincidieron que los bajos salarios en México son un obstáculo para alcanzar un
acuerdo comercial.
Así lo declararon a Bloomberg los
representantes Bill Pascrell de Nueva Jersey, y Sandy Levin de Michigan. En
tanto, algunos grupos empresariales de Estados Unidos se dijeron listos para
regresar sus plantas y empleos a ese país si el TLCAN fracasa.
En las seis
rondas previas del TLCAN, Estados Unidos
y Canadá centraron sus críticas hacia México por su nivel salarial; incluso
sindicatos de esos países exigieron que el monto aumentara al poner la
competencia en una cancha dispareja.
Los demócratas Levin y Pascrell
dijeron a Bloomberg que, en esta séptima ronda de renegociación, que comenzó
ayer domingo, quieren dar prioridad al tema de las cuestiones laborales.
“Los derechos laborales en México no
son un tema que puedan eludirse. Es el tema central que debe abordarse en
cualquier reforma del TLCAN. Si México no deja de reprimir los salarios de sus
trabajadores no sólo será un obstáculo para un nuevo acuerdo comercial, será
una sentencia de muerte para cualquier acuerdo que apruebe el Congreso”, aseguraron los congresistas
estadounidenses.
En México el salario mínimo es de
88.36 pesos diarios [alrededor de 11 pesos la hora], en Estados Unidos es de
7.25 dólares la hora y en Canadá de 10 dólares canadienses la hora, de acuerdo
con los gobiernos de cada país.
De acuerdo a
las declaraciones de los demócratas a Bloomberg, la mejora de los derechos laborales en México es un tema fundamental
para alcanzar un nuevo acuerdo comercial, de lo contrario el Congreso de
Estados Unidos no lo aprobará.
EMPRESARIOS
LISTOS PARA REGRESAR A EU SI FRACASA TLCAN.
Un sondeo realizado por Bloomberg a
ejecutivos de empresas estadounidenses con presencia en México arrojó que
regresarían sus plantas y empleos a Estados Unidos en caso de que fracasen las
rondas de renegociaciones del TLCAN.
Fiat Chrysler dijo que trasladará la
producción de camionetas Ram de carga pesada de México, y no a una nación
asiática de bajo costo, sino a Michigan.
Compañías desde el fabricante de
vehículos todoterreno Polaris hasta el proveedor de autopartes Lear sugirieron
que podrían hacer lo mismo, mencionando a menudo los recortes tributarios de
Donald Trump como un incentivo adicional.
“Muchos de los negocios que existen
hoy en México existieron mucho antes en Estados Unidos”, dijo a Bloomberg Matthew Simoncini,
el máximo ejecutivo de Lear.
“Si hubiera
un impacto significativo del TLCAN, sentimos que estaríamos bien posicionados
con nuestras tres plantas sólidas en Estados Unidos”, declaró para el medio
Ginger Jones, director de finanzas de Cooper Tire and Rubber.
El máximo
ejecutivo de Polaris, Scott Wine, planteó la posibilidad de ampliar la
capacidad en la planta de la compañía en Huntsville, Alabama, aunque dijo que
no existen planes de contingencia.
De acuerdo
con Bloomberg, el año pasado solo el 43 por ciento de las importaciones de
Canadá ingresaron a Estados Unidos según las normas del TLCAN. La cifra para
México fue más alta, con un 58 por ciento. El porcentaje de uso varía mucho
entre las industrias: alrededor del 95 por ciento en vehículos y repuestos,
menos del 1 por ciento en productos farmacéuticos.
La séptima
ronda de negociaciones del TLCAN, en vigor desde 1994, se celebra desde el
domingo y hasta el 5 de marzo en la Ciudad de México.
En medio de
este encuentro, el sábado el diario The Washington Post informó que los planes
para que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, hiciera su primera visita
a la Casa Blanca para reunirse con su homólogo de estadounidense, Donald Trump,
se truncaron tras una discusión por el muro en un diálogo telefónico entre
ambos.
Los
economistas coinciden en que este tema no afectará el diálogo en la séptima
ronda, pero la duda radica en saber en cuánto tiempo se cerrarán estas
negociaciones.
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