Enrique
Galván Ochoa.
Es un buen
augurio, en vísperas de la reunión de hoy en Washington, la recuperación que
registró ayer el peso: cerró en 19.53 por dólar, después de que se disparó el
lunes a 25.15 (en ventanillas bancarias). Tal vez se contagió del optimismo con
que el gobierno mexicano está encarando la nueva amenaza de Trump. Hoy se
reúnen en Washington el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Estado,
Mike Pompeo, con sus respectivas comitivas, para buscar una salida al problema
que ha creado Trump con su idea de imponer un arancel a las exportaciones
mexicanas. Ebrard asegura que hay 80 por ciento de probabilidades de que no
llegue a ejecutarse. No es un cálculo sin bases. En las últimas horas los senadores
republicanos han expresado su propósito de bloquear la iniciativa de su
presidente, de acuerdo con The Washington Post. El senador Kevin Cramer,
republicano de Dakota del Norte, predijo que el Senado tendría suficientes
votos para anular el veto de Trump a cualquier medida que impida que los
aranceles entren en vigor el 10 de este mes. Usted ha oído hablar de personas
que están cansadas de la guerra, dijo Cramer. Los senadores republicanos están
cansados de los aranceles. Por otro lado, el gobernador demócrata de
California, Gavin Newsom, expresó que podría llevar el caso a tribunales. La
tarifa sobre las importaciones equivaldría a imponer un impuesto a los
consumidores, expresó. Probablemente en la reunión de hoy en Washington no se
llegue a una solución definitiva, pero será un foro internacional para que
México exponga sus argumentos y gane más terreno en la opinión pública
estadunidense.
Baja
California: balance de pérdidas.
Cuando El
Innombrable regaló al PAN el gobierno de Baja California como parte de la
purificación del desaseado proceso electoral que lo llevó a Los Pinos, no
imaginó –nadie podía haberlo imaginado– que el estado que le restó al PRI al
paso de los años sería para el partido de López Obrador. En las elecciones del
pasado domingo el priísmo quedó prácticamente borrado. Verán ustedes: hubo
elección de gobernador, de los cinco ayuntamientos (Mexicali, Tecate, Tijuana,
Rosarito y Ensenada), y de los 25 integrantes del Congreso local. El PRI perdió
todo y sólo tendrá un diputado. Claro que el balance de daños está repartido:
el PAN no supo conservar el salinesco regalo de hace tres décadas, como tampoco
Puebla. El origen de la derrota panista, o parte del origen, se encuentra en
que les salieron un tantito traidores sus presidentes, Fox y Calderón. En la
elección de Peña Nieto, Fox traicionó a su partido y candidata, Josefina
Vázquez Mota, y se sumó al priísta. Y Calderón ahora anda creando esa
entelequia llamada México Libre. Cuento corto: después de tener el poder total
en Baja California, el priísmo sólo ganó una diputación para David Ruvalcaba.
Paradoja: Morena arrasó, pero perdió, en relación con el proceso electoral de
2018, más de medio millón de votos.
Erase un
país...
…que vivía
de pedir dinero prestado. Su clase política así financiaba su corrupción y
despilfarro. Hasta que un día el destino lo alcanzó. De acuerdo con información
de Hacienda, el gasto que se destina para la creación de infraestructura y obra
pública fue por 182 mil 599 millones de pesos; mientras, el pago del servicio
de la deuda, un rubro presupuestario en el que se concentran pago de intereses,
comisiones y amortizaciones, fue por 182 mil 683 millones, es decir, 84
millones de pesos más. Deprimente herencia: el gasto de la inversión física fue
superado por primera ocasión por el costo financiero de la deuda en el periodo
enero-abril de este año.
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