Enrique
Galván Ochoa.
Hombre leal,
el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, tras conocer su triunfo,
escribió en Twitter: “Hoy es también un día muy especial para muchos de
nosotros. Hace nueve años se nos iba Néstor (Kirchner), que además de ser un
gran presidente fue mi amigo. “Muchos me preguntan qué le diría hoy. Le diría:
‘Volvamos a hacerlo, que yo te ayudo’. Te extraño mucho, amigo. Gracias
eternas. @alferdez”.
El virtual
presidente Fernández hará una visita al presidente López Obrador el lunes
próximo, en su primer viaje al extranjero. Encontrarán puntos en común. Ambos
fueron elegidos democráticamente, por la vía pacífica y representan posiciones
opuestas al neoliberalismo. Otra coincidencia será que Fernández recibirá el
gobierno de Argentina en ruinas, tras la fracasada gestión del neoliberal
Mauricio Macri, y López Obrador lo recibió en situación semejante de Peña
Nieto.
El bonillazo
en la Corte.
Alargaron la
publicación de la reforma constitucional que extendió a cinco años el gobierno
de dos años para el que fue electo Jaime Bonilla, suponiendo que una vez que
tomara posesión ya no habría de otra más que tenerlo de gobernador el
quinquenio. Pero ya dijo la Suprema Corte que no. Aunque rinda su protesta, si
resuelve que sólo debe quedarse dos, tendrá que acatarlo. Resolver el bonillazo
no presenta gran dificultad para los ministros. Hay numerosos precedentes. No
pueden alterarse los resultados de un juego después de que terminó. Eso vale lo
mismo para el beisbol que para los procesos electorales. Bonilla dice que
cuenta con los votos de los nuevos ministros que llegaron a la Corte por
propuesta de López Obrador. Eso significaría un temprano desprestigio para
ellos, estarían violando la Constitución para favorecer a Bonilla. ¿Por qué tan
aferrado, terco? Personas de su entorno comentan que quiere reponerse de lo que
ha gastado y para eso necesita cinco años en el gobierno. No se ha archivado la
denuncia de que presuntamente pagó un millón de dólares a los miembros de la
Cámara de Diputados local anterior, de mayoría panista, para que reformaran la
Constitución. Todo se resolvería si Bonilla decidiera recuperar su ciudadanía
estadunidense y se volviera a afiliar al Partido Republicano para reanudar al
otro lado de la frontera su carrera política. Ya fue candidato una vez.
Buenas y
malas noticias en Pemex.
La buena:
alcanzó en septiembre una producción diaria de un millón 705 mil barriles de
crudo, según las estadísticas publicadas por la petrolera el lunes.
Inmediatamente repuntó el valor de sus bonos. Es un aumento de 22 mil barriles
(o de 1.3 por ciento) en comparación con agosto de este año, cuando la
petrolera reportó un millón 683 mil barriles al día. Suma cuatro meses sin
registrar caídas en la producción, aunque el aumento de mes a mes ha sido
marginal. La mala: Le pegaron a Pemex el zigzag devaluatorio que se ha
registrado el último trimestre, además de la baja de los precios del petróleo y
del volumen de exportación. Registró pérdidas por 87 mil 858 millones de pesos
en el trimestre comprendido entre julio y septiembre de este año.
Otra
buena noticia es que logró reducir su deuda financiera 6.1%, a 99 mil 600
millones de dólares tras prepagar recientemente bonos por poco más de 5 mil
millones de dólares y reclasificar los arrendamientos financieros por la
adopción de una norma internacional.
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