Por Arturo
Rodríguez García.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador
las críticas de empresas y del embajador estadunidense en el sentido de que hay
incertidumbre que espanta la inversión en México, son normales en una sociedad
democrática, pero –dijo– se trata de poner orden en el sector energético para
evitar el lucro indebido y la corrupción.
En su
conferencia de prensa matutina, realizada esta vez en Morelia, Michoacán, el
mandatario sostuvo que las acciones emprendidas por su gobierno no violan ningún
ordenamiento legal y, sin mención específica al embajador estadunidense
Christopher Landau, atribuyó la inconformidad a “algunas empresas que no están
conformes con la nueva política” del gobierno respecto a petróleo y
electricidad.
Al abordar
el asunto, López Obrador recordó que, en el periodo de transición, la
representación de su gabinete participaba en calidad de observador, y ante un
largo capítulo en materia energética, decidieron levantarse de la mesa y
retirarse de la negociación. Un capítulo que, una vez iniciado su gobierno,
terminó eliminado y sustituido con dos párrafos en los que se estableció la
independencia y soberanía energética del país.
“Es de
las cosas que le tengo que reconocer, entre otras, al presidente Donald Trump.
“Nosotros
no estamos violando ningún ordenamiento legal, estamos poniendo orden porque
sentimos que hubo excesos, que hubo mucha corrupción en el sector energético.
Es de dominio público que empresas extranjeras y nacionales, hicieron jugosos
negocios al amparo del poder público que hubo contubernio, complicidades”, dijo.
ESTAMOS
PONIENDO ORDEN.
El
mandatario ejemplificó con los escándalos de corrupción por Odebrecht, así como
por la compra de la planta de Agronitrogenados y agregó:
“Estamos
poniendo orden porque no vamos a permitir que sigan haciéndose estos negocios
que permiten lucrar y afectan el interés general”.
Agregó
que, por la corrupción en la Comisión Federal de Electricidad y Pemex, “se
afectó mucho al pueblo de México” porque se sostenía en el cobro de tarifas
elevadas en energía eléctrica y los llamados gasolinazos.
“El
pueblo pagaba los platos rotos, se está poniendo orden y los vamos a seguir
haciendo, desde luego respetando el marco legal, apegándonos a lo que
establecen los acuerdos comerciales”.
Respecto
a las consideraciones de la representación diplomática estadunidense y de las
empresas inconformes, el presidente mexicano consideró:
“Lo que
creo está pasando –y repito es legal y legítimo—es la defensa de intereses por
mantener las mismas condiciones que consideramos muy favorables para las
empresas y desfavorables para le pueblo de México”.
Además, aseguró
que el plan de los gobiernos anteriores era privatizar por completo CFE y
Pemex, mientras que su oferta era el fortalecimiento del sector.
Sin embargo,
el titular del Poder Ejecutivo, se dijo abierto al diálogo para alcanzar
acuerdos.
“Es lo
que está sucediendo, es legal, legítima, la controversia y nosotros vamos a
defender lo que consideramos justo”, concluyó.
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