Por Ezequiel
Flores Contreras.
El subsecretario de Gobernación, Alejandro
Encinas Rodríguez, y miembros de la comisión que investiga el caso Ayotzinapa
encabezaron un operativo inédito en la zona minera de Mezcala y Carrizalillo en
la región Centro de la entidad.
El
despliegue de autoridades federales en la franja donde se asienta la empresa
canadiense Lea Gold se realizó entre el 16 y 17 de junio, y se excluyó a las
corporaciones estatales para “mantener en sigilo la investigación”, informó una
fuente oficial.
En la
movilización federal en Guerrero, que fue encabezada por el propio
subsecretario de Gobernación federal, Alejandro Encinas, participaron solamente
agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la Fiscalía General
de la República (FGR), así como miembros de la Comisión que investiga el caso
Ayotzinapa del gobierno federal.
Este
grupo fue escoltado solo por agentes de la Guardia Nacional y después de llegar
a Mezcala, enfilaron hacia el poblado de Carrizalillo donde se ubica la mina
Lea Gold en el municipio de Eduardo Neri, señalaron testigos del despliegue
federal.
Hasta el
momento, ninguna autoridad del gobierno federal ha informado sobre el
resultado de esa operación que se realiza en el contexto de la nueva
investigación de la masacre y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa
que hasta el momento sigue impune.
La historia
de la mina de Carrizalillo.
Desde el 11
de octubre de 2014, la agencia de Proceso informó que los integrantes de la
pandilla Los Peques, brazo armado de los Guerreros Unidos y señalados como
responsables en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, salieron
de Iguala y se refugiaron en el poblado de Carrizalillo, ubicado en el margen
del río Mezcala y donde se encuentra asentada una de las principales minas de
oro en el país, explotada por empresas canadienses como Gold Corp y Lea Gold.
Incluso, en
noviembre de 2015, habitantes de este pueblo minero, confirmaron la versión
y además denunciaron la existencia de narcofosas y que tenían indicios de que
los normalistas desaparecidos habrían sido trasladados a este lugar controlado
por la industria minera.
En ese
entonces, las autoridades federales se enfocaron en desmantelar la
estructura de Los Peques, grupo conformado por la familia Benítez Palacios,
pero nunca investigaron la línea que apunta hacia la zona minera de Guerrero,
donde habrían sido trasladados los normalistas, de acuerdo a los mismos
pobladores.
En junio de
2016, fue capturado el jefe del clan de Los Peques, Víctor Hugo Benítez
Palacios, un año antes, su primo Alejandro Palacios había sido detenido en la
Ciudad de México y provocó una división en el grupo delictivo Guerreros Unidos
que se mantiene a la fecha.
Cuando se
registró la noche de Iguala, la mina de Carrizalillo era controlada por el
grupo Guerreros Unidos, quienes previamente habían desplazado a sangre y fuego
a Los Rojos durante el periodo que Omar García Harfuch, se desempeñó como
coordinador de la Policía Federal en Guerrero.
Actualmente,
la franja minera de Carrizalillo es dominada por el grupo de Tlacotepec que
mantiene una confrontación con los Guerreros Unidos por el control de la zona
minera de Cocula y Cuetzala, dos municipios enclavados en la zona Norte que son
considerados como pieza clave en el caso Ayotzinapa.
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