Por Juan
Omar Fierro.
Tras
escuchar los datos de prueba presentados por la Fiscalía General de la
República (FGR), el juez de Control adscrito al Reclusorio Norte, José
Artemio Zúñiga, dictó auto de vinculación a proceso al exdirector de Pemex,
Emilio Lozoya Austin, por el delito de realizar operaciones con recursos de
procedencia ilícita en la modalidad de comprar un bien inmueble sabiendo que el
dinero es ilegal.
Durante la
audiencia de imputación en la causa penal 211/2019 por el caso Agro
Nitrogenados, el juez argumentó que la defensa de Lozoya no controvirtió los
hechos y se allanó a la imputación de la FGR.
Sin embargo,
Lozoya no irá a prisión ni será sometido a resguardo domiciliar, por lo que
seguirá su proceso en libertad.
Las únicas
medidas cautelares a las que estará sometido son el uso de un brazalete
electrónico que deberá pagar de su bolsillo y la obligación de firmar cada 15
días en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte.
Derivado del
criterio de oportunidad solicitado, el juez de la causa avaló la solicitud
de los fiscales para que Lozoya tenga acceso a medidas cautelares mínimas.
El juzgador destacó
que la FGR no solicitó prisión preventiva en contra del imputado, por lo que
Lozoya podrá “trasladarse a diverso lugar” una vez que haya recuperado su
salud.
La
resolución autoriza el traslado de Lozoya a un lugar fuera del hospital sin
vigilancia policíaca, lo que equivale a una libertad provisional, pese a que la
propia FGR dijo ante el juez de que existe un riesgo objetivo de fuga.
De igual
forma, ordenó retirarle la visa, el pasaporte y le prohibió salir del país.
El
propósito de las medidas cautelares, explicó la FGR, es garantizar que
comparezca ante las autoridades cada vez que sea requerido para participar en
otro proceso penal.
La
Fiscalía tendrá un plazo de 6 meses para realizar la investigación
complementaria con la ayuda de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y
mecanismos internacionales de cooperación.
LAS PRUEBAS.
Entre los
datos de prueba presentados se encuentran las investigaciones realizadas por la
UIF y la denuncia presentada ante la FGR por Pemex, derivado de la adquisición
de la planta fertilizante que se realizó con conocimiento de que hasta el 82%
de sus instalaciones estaban inservibles, es decir, que ya eran chatarra, por
lo que su compra causó un daño patrimonial a la empresa productiva del estado.
Diversos
cálculos realizados por Pemex afirman que la compra de Agro Nitrogenados ha
provocado daños por más de 8 mil millones de pesos, adeudo que se va a ir
incrementando conforme se actualicen los vencimientos del financiamiento usado
por Pemex para esta operación.
Las
pérdidas en la planta chatarra, ubicada en el complejo industrial de Pajaritos,
incluyen más de 150 millones de dólares y 578 millones de pesos, solo para
capitalizar a Agroindustrias, la filial de Pemex que se iba a hacer cargo de la
planta chatarra.
“La
afectación negativa al patrimonio de Pemex por la disminución del patrimonio
financiero de Agroindustrias no ha generado los flujos suficientes para
afrontar las deudas bancarias contraídas; por lo tanto, Pemex por ser garante
de esa empresa (Agroindustrias) ha tenido un impacto negativo en su
patrimonio”,
señalaron los fiscales de la FGR.
De acuerdo
con el auto de vinculación a proceso, el 5 de marzo de 2019, Martha Edith
Márquez Acosta, representante legal de Pemex, conoció por parte de PMI Holding,
filial de la empresa petrolera, sobre el requerimiento de 400 millones de
dólares (mdd) para la adquisición de Agro Nitrogenados, de los cuales 150
millones eran para iniciar operación en la planta de fertilizantes.
Posteriormente,
el 1 de diciembre de 2013 se modificó el avalúo y el costo de la operación
fue tasado en 475 mdd, además de que se eliminaron del expediente los avalúos que
había realizado el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales
(Indaabin) y se sustituyeron por uno comercial.
Al final,
la transacción se llevó cabo por un monto total de 275 mdd, de los cuales 264
millones correspondieron a los activos de la empresa y los 11 mdd restantes al
valor de los inmuebles o terrenos.
La FGR explicó
que el avalúo del INDAABIN que se suprimió alertaba que la planta de Agro
Nitrogenados llevaba 14 años inactiva y que la inversión requerida era mucho
mayor al beneficio que se podría obtener de la compra.
Sin embargo,
los directivos de PMI Holding, bajo el auspicio de Lozoya, autorizaron la
operación y un incremento a 285 millones de dólares para concretar la venta de
la plata chatarra de AHMSA a Pemex.
Durante la
operación, otra filial de Pemex, PMI de Norteamérica con sede en Estados
Unidos, reiteró que el 60% de las instalaciones estaban inservibles, por lo que
debían ser reemplazadas. Un nuevo peritaje mostró que el deterioro ascendía al
82% de la maquinaria, por lo que cuestionó la compra de una planta chatarra.
Además de
los sobrecostos en la operación de compra-venta, la filial de Pemex denunció un
costo de 65 MDD por concepto de intereses en el pago de la deuda adquirida por
Pemex.
Una
auditoría privada también determinó que la planta de fertilizantes llevaba
demasiado tiempo sin operar, por lo que se trataba de una operación muy costosa
en la que no se había valorado el costo de rehabilitación de manera adecuada.
Otro dato
de prueba fue la denuncia presentada por el titular de la UIF, Santiago Nieto,
en la que Emilio Lozoya y su hermana, Gilda Susana Lozoya, recibieron recursos
del accionista de AHMSA, Alonso Ancira, pese a que las partes carecen de una
relación contractual.
De acuerdo
con dicha denuncia, las transferencias de dinero comenzaron cuando Emilio
Lozoya se desempeñaba como encargado de asuntos internacionales de la campaña
del expresidente Enrique Peña Nieto.
“ES CONOCIDO
QUE EMILIO L. PARTICIPÓ EN 2012 EN LA CAMPAÑA DE ENRIQUE PEÑA NIETO, Y LUEGO EN
EL PERIODO DE TRANSICIÓN FUE EL REPRESENTANTE DE ASUNTOS INTERNACIONALES,
PERIODO EN EL QUE SE HICIERON LOS DEPÓSITOS. PRIMERO DE 500 MIL DÓLARES,
DESPUÉS UN MILLÓN DE DÓLARES Y POSTERIORMENTE OTRO MILLÓN DE DÓLARES, QUE EQUIVALÍA
A 34 MILLONES 133 400 PESOS, QUE ES EL MONTO DEL INMUEBLE QUE SE UBICA EN
LADERA 20, INTERIOR 11, LA RETANA, LOMAS DE BEZARES, ALCALDÍA MIGUEL HIDALGO,
DE LA CIUDAD DE MÉXICO”, señala la imputación.
El
contrato para la operación de compra venta se celebró en la calle de Arquímedes
16, donde se encuentra la oficina de la corredora inmobiliaria.
Además, se
presentaron los documentos en los que se acredita que el exdirector de Pemex
era el beneficiario de las cuentas de Tochos Holding y que los recursos
llegaron a esas cuentas desde la empresa Latin America Asia Latin Banco, una
compañía fachada de Odebrecht que se usó para pagar sobornos en distintos
países.
También se
estableció que la beneficiaria final de los recursos transferidos por AMHSA a
Emilio Lozoya fue su hermana menor, Gilda Susana, quien era estudiante y no
apta para ser representante legal de una cuenta en la que se manejaron más de
34 millones de pesos, dinero con el que Lozoya adquirió la residencia en Lomas
de Bezares.
Ante los
primeros depósitos y otros dos que se realizaron el 21 de diciembre 2013 por un
monto de 60 mil dólares, uno para Emilio Lozoya y otro para la corredora
inmobiliaria, la FGR concluyó que “resulta notorio que los recursos adquiridos
no provienen de relaciones comerciales, sino de actos de corrupción, con base
en una estratagema de corrupción”.
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