La contienda electoral en México se
ha vuelto una carrera entre dos caballos: Ricardo Anaya Cortés y Andrés Manuel
López Obrador, destaca un artículo de la revista The Economist.
En el texto
publicado por el medio británico se
indica que se necesitan agallas para desafiar a López Obrador –a quien
califica como un populista mesiánico– y a la maquina política que representa el
Partido Revolucionario Institucional (PRI).
The
Economist, ha calificado durante años a
López Obrador de “populista”. En el pasado ha lanzado “advertencias” sobre él,
si llega a la Presidencia. No es la primera vez que lo califica de “mesiánico”.
Sin embargo,
el medio hace una fuerte apuesta por
Anaya, a quien califica como osado y despiadadamente ambicioso. No menciona los
escándalos de posible corrupción en los que ha sido involucrado por dos
publicaciones (El Universal y Proceso) y, se entiende por ser una revista
semanal, no incluye las últimas filtraciones hechas por la Procuraduría General
de la República, que dice buscar a un empresario asociado a él en presunto
lavado de dinero.
Sobre el
panista dice:” Es Anaya quien ofrece la
mejor esperanza para derrotar a López Obrador. Apenas tiene 38 años. Con su
cabello corto y gafas, parece un fanático de la escuela. Es un formidable
debatiente y operador político que habla con un apuntador láser”.
The
Economist agrega que varias encuestas
coinciden con la afirmación de que la contienda por la Presidencia de México es
entre Anaya y López Obrador.
“Esta es una
muy cerrada elección entre dos opciones de cambio”, dice Anaya al semanario.
“La pregunta es qué tipo de cambio quieren los mexicanos. Andrés Manuel López
Obrador propone un cambio con ideas que son muy viejas y que han fallado en el
pasado”, añade.
El medio, sin embargo, menciona una
serie de obstáculos que tendrá Anaya rumbo a la Presidencia, por ejemplo, que
los ataques contra el PRI se le reviertan.
“Sus ataques despiadados contra el
PRI son una espada de doble filo. Si el señor Meade no tiene ninguna
posibilidad de victoria, es más fácil para los priistas irse con AMLO que con
él”, dice el historiador
Enrique Krauze al medio.
La mayor dificultad de Anaya, agrega
la revista británica, puede ser que en su búsqueda decidida de la candidatura
haya enajenado a figuras importantes de su propio partido, empezando por
Margarita Zavala, la esposa del ex Presidente Felipe Calderón y quien ahora va
como independiente.
El artículo
destaca que la pregunta que se cernirá sobre México durante los próximos cuatro
meses es si, en su ascenso a codazos por el poder, Anaya ha creado demasiados
enemigos para unir a la dispar mayoría que detesta al candidato del Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena) y así ganar la Presidencia.
The
Economist, menciona que los mexicanos
nunca antes habían querido tanto el cambio, pues el Gobierno priista de Enrique
Peña Nieto es impopular.
“A pesar de
que logró importantes reformas de educación y energía, no ha logrado combatir la delincuencia, corrupción y tampoco ha
mejorado la economía, los temas que más le importan al público”, afirma.
La revista también considera que cuando el PAN gobernó
México, de 2000 a 2012, no lo hizo mejor. “Eso significa menos resistencia para
López Obrador que en 2006 y en 2012, donde estuvo cerca de ganar la
Presidencia”, dijo al medio Jorge Castañeda, ex Secretario de Relaciones
Exteriores.
En dichas
campañas, refiere el medio británico, el político tabasqueño se presentó como
un fanático empeñado en devolver a México a su pasado proteccionista y
nacionalista, pero ahora sus amigos insisten en que se ha suavizado.
“Ha hecho acercamientos a los
negocios y al norte capitalista de México. Su promesa de revisar todos los
contratos emitidos a compañías privadas de energía no significa rechazarlos,
según Alfonso Romo, un empresario de Monterrey que lo asesora”, señala.
La
publicación cuestiona que por un lado López Obrador expresa su preocupación por
el “México olvidado” de los pobres y los indígenas, pero por el otro ha hablado
de una amnistía a los criminales y abrió las puertas a antiguos aliados del
PRI.
The
Economist asegura que el abanderado del
PRI, José Antonio Meade, tampoco puede representar un cambio. “Hace uso de su
pasado ciudadano, pero que no puede contra la reputación de Enrique Peña
Nieto”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.