Salvador Camarena.
Este miércoles se publicó que Nuvia
Mayorga, de tiempo atrás cercana a Miguel Ángel Osorio Chong, está en la mira
de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE)
por el caso Odebrecht.
Mayorga fue
en este sexenio titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas (CDI), y cuando Osorio Chong se desempeñó como gobernador de
Hidalgo ella encabezó la secretaría de Finanzas de ese estado.
En la
campaña presidencial de 2012, Mayorga estuvo a cargo de la Comisión de
Presupuesto y Fiscalización del Consejo Político Nacional del PRI.
Desde septiembre pasado, según la
nota de ayer del diario Reforma, la FEPADE habría pedido a la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV) informes sobre cuentas bancarias de Mayorga.
Tanto el Partido Revolucionario
Institucional (PRI), que tiene contemplado postular a Mayorga al Senado, como
la propia aludida, desestimaron ayer la investigación. La ex comisionada
incluso ofreció, en carta puesta a circular en redes sociales, que renunciaba
al secreto bancario para que los manejos de sus cuentas correspondientes a la
época en cuestión sean conocidos sin problema por las autoridades.
No es la primera vez que surge el
nombre de Mayorga con respecto al escándalo de Odebrecht. El verano pasado, el
columnista Salvador García Soto publicó que la hidalguense estaría involucrada
en la trama de pagos indebidos realizados por el gigante brasileño en nuestro
país. En aquella ocasión, también, la priista negó la versión.
Cabe recordar que en diciembre de
2016 se supo que Odebrecht reconoció haber pagado en México sobornos por 10.5
millones de dólares. A lo largo del año pasado, periodistas de investigación
revelaron que funcionarios de esa constructora involucrados en la trama corruptora
testificaron que parte de ese dinero fue transferido a cuentas en paraísos
fiscales que les habría proporcionado Emilio Lozoya Austin, integrante en 2012
de la campaña de Peña Nieto y, como se sabe, director de Petróleos Mexicanos en
la primera mitad de este sexenio. Lozoya ha negado las imputaciones.
Aunque las
investigaciones periodísticas han trazado la ruta del dinero de Odrebrecht
hacia la cuenta Latin America Asia Capital, una de las que Lozoya habría puesto
a disposición de los corruptores, se desconoce
todo lo relativo al destino de esos fondos. Lozoya niega que esa cuenta sea
suya. Y Mayorga dijo ayer que ella no tiene problema en que investiguen sus
movimientos financieros.
Sobre el cómo habrían llegado a
México esos depósitos existe una versión, que circula hace meses, de que el
dinero habría sido movido por una compañía constructora mexicana, a la que
luego habrían pagado con obras gubernamentales el favor del traslado.
Eso es lo que toca a la FEPADE
investigar. Solicitar a la CNBV datos de las cuentas personales de
exfuncionarios suena a un paso elemental por parte de esa fiscalía, seguramente
para no dejar nada sin explorar, pero si las pesquisas se quedan en ese nivel
no se estaría atendiendo lo complejo del entramado Odebrecht, donde fueron
comunes los depósitos triangulados.
Si al congelar la investigación de
Odebrecht el gobierno pretendía que el escándalo no le costara en las
elecciones, la noticia de ayer nos recuerda que de nuevo el cálculo de la
administración Peña está equivocado.
Si la FEPADE investiga a Mayorga,
independientemente de que esa línea haya sido abierta tras una denuncia de la
oposición, significa que es la campaña del actual presidente de la República la
que estaría en el banquillo. ESO ES LO RELEVANTE,
así el gobierno se afane en negarlo como
ocurrió cuando se dio a conocer que Lozoya era mencionado por los corruptores
brasileños. Y eso será tema de la campaña.
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