Por
Redacción / Sin Embargo.
En los últimos tres años, funcionarios
públicos e incluso presidentes de 12 países –10 de estos latinoamericanos– se
sumieron en un mar de acusaciones, arrestos e incluso suicidios derivados de
los pagos de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, y su filial
petroquímica Braskem, en una de las redes más grande de sobornos que se hayan
desplegado en las últimas décadas.
Los sobornos involucran a gobiernos y
particulares en Brasil, Argentina, Colombia, República Dominicana, Ecuador,
Guatemala, Panamá, Perú, México y Venezuela, además de Angola y Mozambique.
En América
Latina, Venezuela no ha tocado un pelo al caso, mientras que México tuvo que esperar tres años para retomar las
investigaciones, luego de que el Gobierno del priista Enrique Peña Nieto, desde
la Procuraduría General de la República (PGR), frenó cualquier intento de
indagatoria y protegió la probable participación de antiguos directivos de
Petróleos Mexicanos (Pemex) en una red no sólo de sobornos, también de cohechos
y malversaciones.
La historia de Odebrecht en México
comenzó en 2005 y concluyó en 2017. En este periodo, Pemex les avaló decenas de
convenios por miles de millones de dólares, pese a que en 2016 brotaron las
acusaciones de corrupción en contra de ese conglomerado brasileño por sobornar
a funcionarios públicos en diversas naciones de América Latina.
Ayer, sin
embargo, las órdenes de aprehensión
giradas por la nueva Fiscalía General de la República (FGR) sobre Emilio Lozoya
Austin, ex director de Petróleos Mexicanos en el sexenio de Peña Nieto, y del
empresario Alonso Ancira Elizondo, presidente de Altos Hornos de México
(AHMSA), pusieron fin a casi tres años de limbo.
“Hay una responsabilidad muy clara de
Santiago Nieto, que es el hombre clave en materia de combate a la corrupción
del gabinete [de AMLO]. La Unidad de Inteligencia Financiera [de la SHCP] está
funcionando bien […] y el hecho de que se haya hecho una investigación sólida
sobre el caso de Lozoya se debe a que Santiago Nieto está actuando y que tiene
independencia para actuar”, explicó a SinEmbargo Enrique Toussaint, analista político de la
Universidad de Guadalajara.
Para
Toussaint, este un primer paso al que la
nueva administración deberá de dar seguimiento. “Lozoya es nada más una pieza
de toda una trama que armó el PRI y que armó Peña Nieto para financiar la
campaña de 2012. Lo que tenemos que saber los mexicanos es qué pasó allí, cómo
se fraguó, quién estaba atrás [de Lozoya] y de la red de corrupción para financiar
campañas”.
Lozoya
Austin fue señalado desde diciembre de 2017 como protagonista central de la
trama de corrupción en el caso Odebrecht.
En diciembre
de ese año, Luis Alberto de Meneses
Weyll, ex director en México de Odebrecht, afirmó haber sobornado con 4
millones de dólares a Lozoya, cuando este era el coordinador del Vinculación
Internacional de la campaña presidencial del mexiquense Peña Nieto. “Le dije
que estaríamos dispuestos a contribuir (…) para reconocer, digamos, la atención
que nos había dedicado en los últimos años”, narró De Meneses Weyll.
Además, diversos directivos de Odebrecht confesaron
ante la justicia estadounidense el pago de 10.5 millones de dólares en sobornos
–a cambio de contratos millonarios– a funcionarios de Petróleos Mexicanos,
incluido Lozoya, en un periodo comprendido entre 2010 y 2014.
En agosto de
2018 la organización Quinto Elemento Lab
publicó los vínculos de Altos Hornos en la trama de corrupción de Odebrecht. Se
trataba de una empresa creada para ocultar sobornos y que fue utilizada para
transacciones por 3.7 millones de dólares de la acerera y para pagos ilegales a
Zecapan, firma ligada a Emilio Lozoya.
Ignacio
Rodríguez Reyna, periodista independiente y autor de la investigación, dijo que hay muchos elementos que están
conectados y que describen la relación de Lozoya y AHMSA.
“Hay que poner atención a dos cosas:
la compra que hizo Pemex, siendo Emilio Lozoya el director, y de la empresa
Agro Nitrogenados, que era una planta de fertilizantes completamente chatarra
que le adquirió a Altos Hornos de México”, explicó en entrevista. “Se le debe
poner atención porque se compró en condiciones muy desvetajosas para el Estado,
que perdió mil 800 millones de pesos, se compró con sobrecosto de 95 millones
de dólares. Eso es una compra irregular porque hubo avalúos que decían que la
planta valía mucho menos, pero se insistió en la compra y se logró”.
POLÍTICOS
LIGADOS A ODEBRECHT.
Desde 2016,
año en que se hizo pública la red de corrupción que desplegó la empresa
Odebrecht en 12 países, de América y África, solo México y Venezuela eran los
países en los que no había ningún arresto ni ningún cargo en contra de algún
presunto implicado.
En cada uno
de los países se iniciaron investigaciones que en algunos casos derivaron en
detención de funcionarios de alto nivel, en incautación de dinero, multas,
allanamientos de oficinas públicas y privadas, en investigaciones a ex
funcionarios y hasta a una Primera Dama. Pero
en México, a pesar de la evidencia que se encontró en los negocios entre Pemex
y Altos Hornos en la compra de la Planta de Fertilizantes, nada ocurrió.
En este caso concreto, el ex director
de Pemex, Emilio Lozoya Austin, fue el único nombre que ha salió a la luz,
aunque en la declaratoria de la empresa ante los tribunales estadounidenses se
habló de cinco funcionarios inmiscuidos con la constructora.
En Brasil,
se registran hasta el momento dos denuncias y 79 detenidos; en Perú se realizó
una investigación a la Primera Dama Nancy Lenge, una orden de captura al ex
Presidente Alejandro Toledo, se encarceló a Ollanta Humala, Presidente de 2011
a 2016, a su esposa, Nadine Heredia y a otros cuatro funcionarios más.
En Argentina
se realizó un embargo, cuatro allanamientos, se dejó a Odebrecht fuera de las
listas de contratistas y 100 empresas son investigadas; en Colombia se
investigó a ocho contratistas, un funcionario quedó con medidas preventivas,
otro fue a la cárcel y dos empresarios fueron detenidos.
En República
Dominicana 11 personas fueron detenidas y tres funcionarios se les quitó el fuero.
En Ecuador hay dos personas prófugas, nueve detenidos y un expresidente
dispuesto a declarar; en Guatemala se hizo la solicitud a Odebrecht para que
devolviera 40 millones de dólares y a la par hay dos investigaciones al
respecto. En Panamá hay 36 personas procesadas, 24 investigaciones abiertas, 56
millones de dólares incautados y 30 asistencias judiciales internacionales.
En lo que
respecta a África, en Angola se multó a la empresa por 10 millones de dólares y
en Mozambique se realiza una investigación por parte de la Oficina Central de
Lucha contra la Corrupción, luego de que Odebrecht admitió que pagó sobornos de
900 mil dólares a funcionarios del Gobierno a cambio de construir el Aeropuerto
de Nacala.
LA RELACIÓN
LOZOYA-AHMSA
El 16 de
enero de 2014, Emilio Lozoya Austin cumplía poco más de un año de haber asumido
la titularidad de Pemex y la Reforma Energética tenía un mes de haber sido
aprobada por el Congreso de la Unión. Ese día, Pemex Comercio Internacional (PMI) firmó un contrato por 475 millones
de dólares para comprar a la empresa de fertilizantes Agro Nitrogenados, hasta
entonces propiedad de Altos Hornos de México, pese a que la planta estuvo en
desuso desde 1999.
Sin embargo,
la primera relación entre funcionarios
públicos del sexenio del ex Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y la
empresa (AHMSA) de Alonso Ancira Elizondo data de un año antes, e inclusive se
remonta a los años de mandato de Carlos Salinas de Gortari.
En agosto de
2013, a poco más de ocho meses de iniciado el sexenio pasado, una nota del New York Times firmada por el
periodista Richard Webner detalló que a diferencia de lo sucedido con los
gobiernos panistas (2000-2012), en que Altos Hornos enfrentó acusaciones de
fraude fiscal y de daños medioambientales, hubo un reacercamiento entre la
compañía y el Gobierno federal, con el regreso del PRI al poder.
A principios de los años noventa,
durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ancira aprovechó
sus relaciones con funcionarios priistas para comprar la compañía Altos Hornos, de acuerdo con Webner.
Después de
que la compañía se declarara en bancarrota en 1999, Ancira continuó con sus negocios, inclusive en Israel, sin la necesidad
de cubrir las deudas contraídas con sus acreedores, todo al amparo de la ley
mexicana.
Para 2013, el viejo acercamiento de Ancira con Salinas
revivió con la llegada de Peña Nieto al poder. Según Webner, Ancira dijo al New
York Times que “los dos presidentes anteriores a Peña Nieto no fueron mis
amigos”.
LA IMPUNIDAD
EN CASO LOZOYA.
Emilio
Lozoya Austin fue removido de la
dirección de Petróleos Mexicanos el 9 de febrero de 2016, cuando estalló la
crisis de la petrolera ahogada por la deuda y el desplome de los precios del
petróleo y justo 13 días después de la filtración de un audio en que se le
señalaba de gestionar a favor de la constructora Obrascón Huarte Lain (OHL) en
México, donde fue miembro del Consejo de Administración hasta diciembre de
2012, y señalada de dar sobornos a cambio de contratos públicos.
Luego de ser
el Coordinador de Vinculación Internacional en la campaña electoral del priista
Enrique Peña Nieto, a Lozoya –amigo del entonces Secretario de Hacienda Luis
Videgaray Caso– se le encargó guiar a la petrolera durante la apertura a la
inversión público-privada derivada de la Reforma Energética.
La tarde del martes 7 de abril de
2015, Juan Villar Mir, director de OHL, y José Andrés de Oteyza, entonces
presidente del Consejo Administrativo de OHL en México, se reunieron con Lozoya
Austin, quien “les dio asesorías”, de acuerdo con el audio.
Villar Mir
le comentó en llamadas telefónicas a Alberto Sicre, quien era director de OHL
Industrial en España, que “nuestro buen amigo Lozoya” les pidió ir en conjunto
por una licitación con la empresa española Técnicas Reunidas, un contratista
general que se dedica a las instalaciones industriales del sector energético.
La petrolera estatal comentó en un comunicado que “el titular de Pemex nunca ha
realizado gestión a favor de empresa alguna”.
El 26 de
noviembre de 2015 Pemex también calificó de falsos los audios filtrados que
sugirieron que José Andrés de Oteyza de OHL México habló con Emilio Lozoya el
jueves 26 de marzo de 2015 para que lo ayudara a gestionar una reunión con el
entonces titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa
Reza, en la que se trató el resultado de una licitación que días después ganó
OHL Industrial; la de la Central de Ciclo Combinado Empalme I.
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