General
Gallardo.
Si hay un
atrevimiento, capaz de exigirle al gobierno de la 4t copia de su estrategia
anticrimen, es porque el jefe del Ejecutivo, débil hasta la humillación lo ha
permitido.
Sin embargo,
es vociferante ante muchos de sus adversarios internos, pero disimulado,
achicado y colaboracionista frente a las presiones de Estados Unidos (EU) en el
ámbito de la migración, temeroso de malograr el nuevo tratado comercial y
amenazado por la imposición de nuevos aranceles a productos mexicanos.
Richard
Glenn, Subsecretario de Estado adjunto para Narcóticos Internacionales y
Aplicación de la Ley de EU, exigió “que México desarrolle y comparta con el
coloso una estrategia integral para confrontar al crimen organizado.
El desplante
tiene exacta conexión con la Iniciativa Mérida, la cual ha acogido afanosamente
el actual gobierno: “Afectar la capacidad operativa del crimen organizado; e
Institucionalizar la capacidad para mantener el Estado de derecho”.
Además, la
advertencia de Glenn, mereció comentario del Jefe de Estado: hace falta la
cooperación de EU, pero con respeto a la soberanía. Y pregunto ¿Cómo? si por un
lado la Iniciativa Mérida, aceptada a pie juntillas por la 4t, hace abdicar al
Estado mexicano en su sistema de defensa, y por el otro, en un símil del
Tratado Mc-Clane Ocampo, el 25 de julio de 2018 en una carta AMLO-Trump, es
entregado el País a los designios de EU.
A raíz del
acontecimiento en Culiacán el 17 pasado, de lo que sabe mucho y no se sabe
nada, las fuerzas armadas junto con el Gobierno en sus tres órdenes, se vieron
rebasados, quebrados, ridículos, desarticulados. Las relaciones internacionales
y el tema del narcotráfico por mandato constitucional corresponden al orden
federal, por lo que el Gobernador de Sinaloa, se encuentra en serios aprietos
para explicar su relación con sus convocados integrantes de la DEA unos días
antes de los violentos acontecimientos, y los detalles de su intervención en
estos asuntos, competencia de otras instancias.
La
sospechosa invitación oficial tuvo la finalidad de presentar ante agentes de la
DEA, datos sobre la disminución en la incidencia de homicidios y otros delitos
relacionados con la delincuencia organizada, algo que sólo días después el 17
de octubre pasado, la realidad se encargó de desmentir patentemente.
En la
ocasión estuvieron en el cónclave, los comandantes de la 9ª. Zona Militar, de
la 3ª. Región Militar, y representantes de la Guardia Nacional y la Secretaría
de Marina, además de integrantes del gabinete estatal. Incluyendo a los
representantes de la embajada de EU en México y la DEA.
De cara a
semejantes señales, es imposible dejar de suponer que el Gobierno estadunidense
no tuvo participación en el enfrentamiento entre narcos y fuerzas federales que
sembró el pánico en la capital sinaloense.
Ni tampoco
que el Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, jefe de la seguridad pública, y
comandante supremo de las fuerzas armadas no lo supiera o no estuviera
enterado, como tampoco fuera del conocimiento del gabinete de seguridad. Por la
información, lo que produce la 4t en una decisión colegiada, para eximir de
responsabilidad a todos.
Sin embargo,
pese a declaraciones, el Gobierno actual mantiene este tipo de cooperaciones en
secreto, y ha permitido misiones especiales de fiscales extranjeros,
encabezadas por la DEA, para revisar lo que están haciendo con el Cártel de
Sinaloa, por ejemplo; y se ha llegado, incluso a aceptar a la delegación
estadounidense, la utilización de equipos de combate en territorio mexicano, lo
que siempre estuvo prohibido y es regulado por convenciones internacionales.
Es más, la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos en sus numerales 27 y 28 permite a
los extranjeros portar armas de grueso calibre, de uso exclusivo del ejército,
dentro del territorio nacional. Esta reforma que igual tiene relación con la
Iniciativa Mérida, se implementó en la anterior administración en 2015.
Concluyo,
como esta información es difícil de poder ser corroborada, con datos duros y
oficiales confiables de los hechos en Culiacán, porque la autoridad oculta y
únicamente es compilada en los medios de comunicación y redes sociales, termino
diciendo que:
El Estado
mexicano estructura una cadena de mando rígida vertical, unívoca, donde no se
mueve ni la hoja de un árbol, sin el conocimiento y la autorización del
Presidente, se agrava el asunto por la cerrazón y la tozudez de quien firma
atrás del escritorio, axioma que apoya la tesis del “Dominio del Hecho”.
La Teoría
del Dominio del hecho puede considerarse como una teoría material-objetiva.
Para ella, autor es quien tiene el dominio final del suceso, mientras los
partícipes por su parte carecen de esa posibilidad.
Para el
jurista Hans Welzel, es el hecho de tener intencionalmente en las manos el
desarrollo del acto típico, en el caso la orden que desencadenó los hechos en
Culiacán. Así, es autor quien controla la toma de decisión y la ejecución de la
misma. El instigador y el cómplice intervienen en la ejecución del
comportamiento, pero no tienen el dominio de su realización.
Según Claus
Roxin, principal exponente de esta concepción es autor respecto a una
pluralidad de personas, quien, por el papel decisivo que representa, en el caso
el Presidente, aparece como la figura “clave o central” del suceso. Se trata de
una síntesis de factores objetivos y subjetivos. Así, la comisión del
acto/injusto depende del control que tenga el agente sobre el desarrollo de la
acción y de su consumación.
De esta
manera, las principales consecuencias de la teoría del Dominio del Hecho son:
Es autor quien ejecuta todos los elementos del tipo (dominio de acción); Es
autor quien ejecuta el hecho valiéndose de otro como instrumento (dominio de la
voluntad); Es autor el que realiza una parte necesaria de la ejecución del plan
global (dominio funcional del hecho) aunque no sea un acto típico en sentido
estricto, pero, participando de la común resolución delictiva. La conducta se coaliga
a la tesis “Desvió de Poder”, el uso de las instituciones para un fin distinto
para el cual fueron concebidas, realizando actos con apariencia de legal.
¿Quién es el
responsable de los hechos; De las consecuencias de lo sucedido en Culiacán; De
la intromisión de EU en los asuntos internos; De la violación al pacto federal;
De la humillación al gobierno y a las fuerzas armadas; De las 13 muertes y la
entrega/fuga de Ovidio Guzmán?
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