Enrique Quintana.
¿Por qué Donald Trump invitó al presidente López Obrador a
viajar a Washington esta semana?
La respuesta, a mi parecer, es más que obvia. Existe un
interés electoral. De hecho, la mayor parte de las acciones de Trump deben
inscribirse en estos momentos en su lógica electoral. Lo que no queda claro es
¿a cambio de qué aceptó viajar AMLO?
El presidente de Estados Unidos no las trae todas consigo.
De acuerdo con el promedio que calcula el sitio
RealClearPolitics, Joe Biden aventaja a Donald Trump en las intenciones de voto
en casi 9 puntos. El candidato demócrata capta 49.6 por ciento de las preferencias
frente a 40.9 por ciento de Trump.
Como ya se ha explicado muchas veces, en realidad en Estados
Unidos lo más importante no son las intenciones generales de voto, sino las que
hay en el grupo de los llamados 'estados bisagra', que son los que resultan
determinantes para acumular los votos en el Colegio Electoral que pueden dar el
triunfo.
En todos y cada uno de esos estados, Biden va a la delantera.
En ese grupo, el más importante de ellos es Florida, con 29 votos electorales.
Allí, Biden gana por 5 puntos porcentuales. Le sigue en relevancia Pennsylvania
con 20 votos y allí Biden va adelante con 6.5 puntos; en Michigan, con 16
votos, también hay una diferencia a favor de Biden en 7.5 puntos. Y cifras
parecidas se dan en Carolina del Norte, Wisconsin, Arizona y Minnesota, que en
conjunto representan 46 votos.
Esos 111 votos cruciales en este momento están a favor de
Biden.
La votación es muy diferente según el origen étnico del
votante. Una encuesta del Siena College y el New York Times publicada en los
últimos días de junio indicaba que entre la población blanca, Trump tiene una
ligerísima ventaja, pues tiene 44 por ciento de la intención de voto, frente al
43 por ciento de Biden.
Entre la población afroamericana, Biden tiene 79 por ciento
de los votos y Trump sólo 5 por ciento. Allí está perdido.
Entre la población hispana Biden alcanza 64 por ciento frente
a 25 por ciento de Trump.
El presidente de Estados Unidos sabe, sin embargo, que faltan
poco menos de cuatro meses para la elección y que aún pueden pasar muchas
cosas.
El 31 de agosto de 2016, el candidato republicano Donald
Trump vino a México invitado por el presidente Enrique Peña Nieto. En ese
momento iba 3.2 puntos debajo de Hillary Clinton en el promedio de las
encuestas. Para el 18 de septiembre, la diferencia fue de solo 0.9 puntos.
Sería exagerado decir que fue la visita a México lo que más
influyó favorablemente en su recuperación, pero desde luego que sí contó.
Hoy, lo quiera o no AMLO, su presencia va a jugar a favor del
Trump candidato, aunque se justifique el diálogo con el Trump presidente.
Ahora bien, una cosa es lo que pretenda Trump y otra lo que
realmente impacte la visita en las intenciones de voto de la comunidad hispana.
Sin embargo, lo que es un hecho es que un endoso de facto de
AMLO al presidente de Estados Unidos, de algo le va a servir entre los
electores de ascendencia mexicana.
Pero hay otros efectos menos claros. ¿Ayudará la presencia de
AMLO entre los cubanos de Florida por su actitud antes el régimen de Maduro? O
¿más bien la va a perjudicar? No es un tema menor, dada la relevancia de
Florida en votos electorales.
A mi parecer, el mayor riesgo para México es cómo se va a
interpretar este viaje entre los demócratas. Imaginemos que gana Biden la
elección y que perciban que hubo un respaldo del gobierno mexicano a Trump.
Creo que esta imagen nos costaría, como hubiera ocurrido en
caso de que hubiera triunfado Hillary Clinton.
Al final de cuentas nos quedaremos sin saber a cambio de qué
AMLO aceptó estar en Washington a partir de esta tarde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.