Atzayaelh
Torres.
Septiembre
está a la vuelta de la siguiente semana, y con ello, se acerca un cierre de
año muy turbulento para el sector energético nacional. Por un lado, el gobierno
de la #4T tiene la misión de revertir los magros resultados operativos que
Pemex ha presentado mes con mes, mismos que deben reflejarse, de alguna forma,
en un balance financiero en números negros, estando en el entendido de que la
política energética (y económica) del presidente Andrés Manuel López Obrador, es
‘Pemexcéntrica’.
La caída
sostenida en la producción petrolera pudiera resultar conveniente en un
contexto en el que los precios del crudo cayeron a niveles no vistos en los
primeros meses de la pandemia; sin embargo, se trazaron metas ambiciosas, cuya
modificación no ha sido reconocida aún, pese a que en las circunstancias se
tiene el mejor argumento para hacerlo.
Así, fue
noticia esta semana una caída de la producción de crudo a niveles de 1979 con
un vergonzoso 1.595 millones de barriles diarios en julio, que se suma a la
pérdida, en el ámbito financiero, de 606 mil 587 millones de pesos en el primer
semestre del año.
Si bien
es cierto que las empresas en la mayoría de los sectores productivos del país y
el mundo han sido golpeadas por la inaudita crisis sanitaria, pasarán a la
posteridad (trascenderán, como es anhelo de esta administración) sólo aquellas
que hayan tenido la capacidad de salir lo menos raspadas de la contingencia, es
decir, el mejor capitán llegará a la meta.
Por el
lado del sector eléctrico, la situación no es ajena. La batalla mediática y en
tribunales que se libra por la adecuación de un modelo normativo que sigue (y
seguirá) vigente, ha generado una polarización tal, que es imposible avanzar.
Empresas tanto generadoras como consumidoras, han expresado por separado a este
espacio su impotencia por no saber qué hacer, ni a quién dirigirse. Simplemente
no hay empatía.
La
cruzada para eliminarle la competencia a la Comisión Federal de Electricidad
(CFE) ha dejado muchos proyectos de la iniciativa privada, cual cadáveres
tendidos a un costado del camino. Será responsabilidad del gobierno, antes de
que termine este año, dejar en claro a los participantes del mercado eléctrico,
principalmente a los renovables, cómo podrán (si es que es su deseo) seguir
haciendo negocios en el país, pues todo ha cambiado.
Así, el
gobierno tiene cuatro meses más para sostener con resultados las bondades
prometidas en la búsqueda de la ansiada soberanía energética, y que al momento
se ven muy borrosas. Apúrense, hay prisa.
El rumbo de
la generación.
Mañana en
punto de las 11:00 hrs. llevaremos a cabo en El Financiero una nueva edición
del exitoso foro virtual Energy Meet Point con el tema: Generación de Energía,
Garante del Desarrollo Económico de México, que reunirá a líderes de Siemens,
Techint y Cogenera México, en una charla para conocer sus perspectivas e
inquietudes sobre esta actividad primordial en cualquier economía. Hoy más que
nunca el diálogo y las propuestas son necesarias. No se lo pierdan, regístrense
aquí: https://energymeetpointvirtual.elfinanciero.com.mx/register
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