Por Linaloe
R. Flores.
La
administración de Enrique Peña Nieto dejó registrados en los mecanismos de
transparencia sólo dos gastos del Pacto por México, el convenio entre el
Gobierno federal y los partidos de oposición que sirvió para que el Congreso
aprobara 13 reformas estructurales. Una de las erogaciones fue por estudios y
la otra, por eventos.
La suma de
esos dos gastos es de ocho millones 844 mil 959, apenas el 2.1 por ciento de
los 404 millones de pesos que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso habrían
ordenado repartir entre senadores y diputados para que votaran a favor de las
enmiendas constitucionales, según datos de la denuncia de Emilio Lozoya Austin,
dados a conocer por el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero,
en un mensaje videograbado y difundido el 11 de agosto.
El dinero,
en un acto de corrupción, se habría dado en tres etapas. En la primera, se distribuyeron
120 millones de pesos; en la segunda se dieron 84 millones de pesos y en la
tercera -al final del sexenio- se entregó el resto. Los supuestos beneficiarios
no sólo fueron los legisladores que habrían votado a favor de un andamiaje de
leyes sin precedentes; sino también un “secretario de finanzas” de un partido,
según el mensaje del Fiscal General de la República.
En cambio,
hay muy poco del rastro oficial del dinero del Pacto por México, el acuerdo que
los dirigentes de los partidos políticos firmaron en la escena oficial para
avalar las reformas. Los recursos financieros se perdieron entre el gobierno y
los partidos políticos sin facturas ni comprobantes de pago. Siete años después
de la firma del convenio, en los mecanismos de transparencia, sólo se
encuentran gastos por eventos y estudios. Así, se escribió uno de los episodios
más opacos de México.
La búsqueda
arrojó que sólo se erogó en el Pacto por México a través de dos instituciones
públicas. Una fue la Secretaría de Gobernación a cargo de Miguel Ángel Osorio
Chong (organizó y rentó los servicios de los eventos) y la otra fue el
Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), que tuvo dos directores en la
administración peñanietista, Rafael Estrada Michel y Gerardo Laveaga Rendón
(pagó los estudios).
Sin
precedentes porque por primera vez el gobierno federal lograba un consenso con
los partidos de oposición para realizar enmiendas constitucionales en sectores
estratégicos, el Pacto por México generó grandes expectativas no sólo en
México; sino en el mundo. Incluso el semanario británico llamó al arranque de
la administración peñanietista como “The Mexican Moment”, gracias a este
acuerdo.
CAFÉ, BOTANA
FINA Y … EDECANES.
En las
reuniones preparatorias del Pacto, se rentaron salones de hoteles, servicios de
café de los más caros del mercado, papelería y además, edecanes. Así lo
muestran las facturas del gasto que hizo la Secretaría de Gobernación. Si se
toma en cuenta que cada reforma legal que en estos eventos se acordó no
prosperó tal cual fue concebida, este dinero no fue útil.
El Pacto por
México fue firmado el 2 de diciembre en el Castillo de Chapultepec de la Ciudad
de México por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; Gustavo Madero
Muñoz, entonces presidente del Partido Acción Nacional; Cristina Díaz Salazar,
en esos momentos dirigente interina del Partido Revolucionario Institucional y
Jesús Zambrano Grijalva, presidente del Partido de la Revolución Democrática.
Avanzados los trabajos, se sumó Arturo Escobar, quien era presidente del
Partido Verde Ecologista de México.
El 7 de
enero del año siguiente fue presentado el Consejo Rector. En ese cuerpo estaban
el ex Gobernador José Murat, quien fue nombrado coordinador ejecutivo y a la
postre, escribió el libro “Pacto por México, de la Reforma Política de 1977 a
la construcción de acuerdos”; Felipe Solís Acero, quien era el subsecretario de
Enlace Legislativo, así como el entonces Secretario de Hacienda y Crédito
Público, Luis Videgaray Caso.
Luego, el 27
del mismo mes, en el salón Bicentenario del Palacio de Minería, se montó la
mesa para la reforma político electoral. Se sirvió café, agua, pastas,
refrescos, fruta, sándwiches y botana fina como pistaches, nuez de la India,
avellanas, almendras; además de pepino, jícama y zanahoria. Por el día se gastó
la cantidad 549 mil 827 pesos, consta en la factura del evento.
El consejo
rector del Pacto por México tuvo una reunión privada el 29 de mayo de 2013 a
las 18:00 horas. Asistieron 50 personas. Se rentaron dos salas “launge”, un
presídium y un servicio de café, agua embotellada individual, pastas, refrescos,
fruta de mano, empanadas, botana seca (nueces, cacahuate japonés, papas y
pretzels). Ese mismo día, en el mismo hotel, al lado de representantes del
Consejo Coordinador Empresarial, se ofreció una conferencia de prensa. La
empresa Tayira Travel cobró por los dos eventos que duraron dos horas, 287 mil
500 pesos.
Al día
siguiente, a las 19:00 horas, en el hotel Marriot Polanco Imperial Thai House,
se rentó un salón con capacidad para 40 personas. Se reunieron los Gobernadores
en torno al Pacto. Según la ficha del contrato, se rentó una “mesa rusa”,
papelería y servicio de café, agua embotellada individual, pastas finas,
refrescos y botana seca. Hubo también cuatro edecanes. La Secretaría de
Gobernación pagó 80 mil pesos por el evento, a cargo de AMY Imagen y Servicios.
El 24 de
abril, se rentó el salón Don Diego 2, ubicado en el piso 2 del hotel Hilton,
para 130 personas. Se pidieron 130 sillas tubulares, cromadas y acojinadas, así
como una mesa en forma de herradura, un templete, así como 30 macetas con
follaje. Un equipo de audio sonorizó el salón. Hubo servicio de café, refrescos
y galletas. También incluyó cuatro edecanes. Esta reunión costó 177 mil 261
pesos y el contrato se lo llevó Viajes Premier.
PACTO POR
MÉXICO: ¿CON DINERO DE QUIÉN?
Con los presidentes municipales, la reunión
fue el 5 de junio de 2013. Se rentó el salón Don Diego 2 del Hotel Hilton
Reforma a las 12:00 hras. Una hora después, se brindó una conferencia de
prensa. En los dos eventos se sirvió café, té, refrescos y galletas. Todo costó
257 mil 721 pesos.
Así, se
completaron diez reuniones hasta sumar una erogación de dos millones 465 mil
920 pesos con un gasto promedio de 246 mil 592 pesos sólo en gastos de eventos.
Amy Imagen SA de CV se llevó el 60.8 por ciento del pastel. Sólo hubo otros dos
proveedores, Viajes Premier que se llevó 17.1 por ciento y Tayira Travel que
tuvo el 22.1 por ciento.
En cuanto a
los estudios, el Inacipe firmó 145 contratos con un promedio de 43 mil 993
pesos entre 2013 y 2018. Los más caros -18 de ellos- fueron por 105 mil 825
pesos y el menor por dos mil 622 pesos. Esta generación de documentos se
concentró en los temas relacionados con el derecho penal y la victimología con
enfoque en las 13 propuestas presentadas por el entonces Presidente Enrique
Peña Nieto.
Colgado en
el sitio cibernético de la Presidencia de la República, pero alojado en una
dirección propia, el Pacto por México contó con una declaración de acuerdos en
la que se leía: “La transparencia y la rendición de cuentas son dos herramientas
de los Estados democráticos para elevar el nivel de confianza de los ciudadanos
en su gobierno”.
En el punto
4.3, el Pacto por México se refería a la creación del Sistema Nacional contra
la Corrupción mediante la reforma constitucional que establecería una Comisión
Nacional. Además, los integrantes del convenio político, aspiraban a crear un
Consejo Nacional para la Ética Pública.
Nada de ello
ocurrió.
Los
mecanismos de transparencia jamás se instalaron, el Sistema Nacional
Anticorrupción sucumbió y jamás hubo reuniones con miras a establecer un código
de ética. Así, se aprobaron 13 reformas en los sectores de telecomunicaciones,
hacendario, laboral, financiero, energético y educativo. Hoy, ninguna tiene
vigor a cabalidad.
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