Chihuahua, Veracruz,
Sonora y Oaxaca son algunos de los estados que vieron empeorar sus
calificaciones crediticias durante el segundo semestre de 2016 por diversos
factores, entre ellos sus déficit financieros, sus altos niveles de deuda,
excesos en los gastos corrientes y, algunos, por no tener liquidez para enfrentar
sus pasivos, según el resumen semestral de la empresa Moody’s.
Las cuatro entidades
tuvieron cambio de gobierno ese mismo año. Javier Duarte, César Duarte, Gabino
Cué y Guillermo Padrés están acusados, en mayor y menor nivel, de haber
provocado quebrantos por presuntos actos de corrupción como por un manejo
inescrupuloso de las finanzas públicas.
Los dos primeros pertenecen al Partido Revolucionario Institucional
(PRI); Padrés al Acción Nacional (PAN) y Cué a una alianza PRI-PRD.
Las malas finanzas de esos cuatro estados derivaron en las
malas expectativas con las que comenzaron este 2017.
El pasado viernes, Moody’s publicó un reporte en el que hace
un recuento de las acciones de calificación y publicaciones del sector
Sub-Soberano Mexicano, realizadas en el segundo semestre de 2016.
En su informe “Estados y Municipios Mexicanos en Breve”, la calificadora publicó siete comentarios
especiales del sector y bajó la calificación de 17 emisores, entre ellos, a los
estados de Baja California, Chihuahua, Oaxaca, Sonora y Veracruz.
Entre los principales
motivos que llevaron a una caída de dichos estados en su “reputación
financiera”, son los altos niveles y crecimiento constante de sus deudas, principalmente de Chihuahua y Veracruz, en
donde la calificadora señaló la”irrupción política después de las elecciones y
el cambio de gobierno” como uno de los factores.
Asimismo, Moody’s reiteró que el Proyecto de Presupuesto
2017 de México tendrá un efecto negativo para los estados debido a la gran
dependencia que estos tienen sobre las participaciones federales.
La perspectiva
negativa abraza al 66.66 por ciento de las entidades del país. De acuerdo
con el reporte, al 10 de enero de 2017,
los 22 estados que muestran una
perspectiva negativa son: la Ciudad de México, que cuenta con una calificación global
de A3 y Aa.mx,(calificación nacional); Durango, Estado de México, Sinaloa,
Tabasco y Tamaulipas, con calificación global de Ba1 (A1.mx); Baja California,
Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco y Nuevo León, con Ba2 (A2.mx); Nayarit,
Oaxaca y Sonora, con una calificación Ba3 global (A3.mx ); San Luis Potosí y
Zacatecas, con A3 a nivel global
(Baa1.mx); Guanajuato y
Querétaro, con Baa1 de calificación (Aa1.mx); Puebla y Tlaxcala, con una
calificación global de Baa3 (Aa3.mx); finalmente, Veracruz cuenta con Caa1 a nivel global
(B3.mx), la peor calificación.
Uno de los principales motivos por los que las entidades
deben de conservar buenas calificaciones en sus financiamientos es para
mantener la confianza de los inversores, pues de lo contrario se puede generar
un retroceso en la atracción de empresas.
LAS MALAS FINANZAS.
Las malas finanzas en
Chihuahua durante la administración del priista César Duarte Jáquez generaron
déficits financieros que provocaron altos niveles de deuda y, con ello la baja
en sus calificaciones. Mientras que en Veracruz el gobernador por Javier Duarte
de Ochoa también presentó “débiles prácticas contables y de divulgación de
información financiera”, destacó Moody´s.
Veracruz y Chihuahua
son los estados con más altos niveles de deuda pública, aún por encima de
Coahuila.
Entre 2009 y 2015, la
deuda directa e indirecta neta de Chihuahua creció progresivamente más que la
de Veracruz, pasar de 15.5 por ciento a 45.9 por ciento de sus ingresos
totales.
“Las posiciones contrastantes de ambos estados
reflejan diferentes formas de financiar los déficits, con Veracruz
incrementando sus pasivos con proveedores y disminuyendo sus reservas de
efectivo, mientras que Chihuahua ha emitido deuda directa y sin recurso”,
señaló Moody’s en su recuento.
La calificadora también destacó como otro factor las
elecciones estatalesy el cambio de los partidos políticos al frente de los
gobiernos, pues esto agregó presión crediticia negativa.
CHIHUAHUA.
El pasado 20 de julio, la calificación de Chihuahua bajó de
A2.mx (Escala Nacional de México) a Baa1, y de Ba2 (Escala Global, moneda
local) a Baa1.mx. Además, la empresa
advirtió que analizaban otra posible baja.
“El estado registró
un déficit financiero equivalente al -9.7 por ciento de sus ingresos totales,
el cual fue mayor al esperado”, se explicó en el reporte.
Esto afectó la posición de pago a corto plazo del estado y,
a su vez, provocó el aumento en los niveles de la deuda directa y la indirecta.
Otro de los aspectos
que tomaron en cuenta para bajar la calificación son la altas sumas de pagos
pendientes por pensiones (no fondeados de Chihuahua), los cuales representaron
el 199 por ciento de los ingresos totales, colocándose un nivel por encima de
la mediana de sus pares nacionales.
“El estado ha
financiado parte de sus déficits financieros con líneas de crédito de corto
plazo, deuda de largo plazo, y emisiones de bonos respaldadas por ingresos de
peaje. Como resultado, los niveles de endeudamiento de Chihuahua han
incrementado durante los últimos cinco años”.
El indicador de deuda
directa e indirecta neta a ingresos totales incrementó a 45.9 por ciento en
2015, en comparación con el 31.5 por ciento en 2011. “No obstante, el
servicio de la deuda del estado (tanto principal como intereses) continúa
siendo moderado, representando 2.9 por ciento de los ingresos totales en 2015”,
agrega el informe.
El riesgo de pago sobre un crédito a corto por 2 mil 900
millones de pesos con el Banco Interacciones, propició a que se sometiera a revisión una baja adicional a la
calificaciones.
Duarte Jáquez
incrementó 42 mil 453 millones de pesos a la deuda de Chihuahua. Al inicio de
su administración (2016), la deuda se ubicaba en 12 mil 547 millones de pesos.
El ex mandatario dejó su cargo con un endeudamiento de 55 mil millones de
pesos.
“La actual administración [de Javier Corral] tiene la
intención de refinanciar dicha obligación, extender su vencimiento y
estructurarla utilizando los ingresos por peaje. El Congreso del Estado recientemente
aprobó MXN 6,000 millones de deuda adicionales para refinanciar la deuda de
corto plazo de Chihuahua así como para llevar a cabo inversiones públicas
productivas. En caso de que este escenario se materialice, el riesgo por
refinanciamiento se mitigará”, aclara el informe.
VERACRUZ.
Tan sólo en tres
meses– de junio a septiembre de 2016– los pasivos circulantes de Veracruz se
incrementaron un 255 por ciento, al aumentar 18 mil a 46 mil millones de pesos
En ese periodo,
Moody’s bajó en tres ocasiones la calificación de Veracruz, lo que provocó que
cayera de Baa3/A3.Mx, a Caa1/B3.Mx.
La primera baja para Veracruz fue el 11 de julio, sus las
calificaciones de emisor descendieron de Ba3/A3.mx a B1/Baa3.mx, además, Moody´s colocó las
calificaciones en revisión para otra posible descenso.
Entre 2010 y 2014, la
deuda total de Veracruz se elevó de 27.3 por ciento a 38.2 por ciento de los
ingresos totales.
Al cierre de 2015, la
cuenta pública de Veracruz no fue presentada, ni de la de los dos primeros
trimestres de 2016, y esto aumentó la incertidumbre alrededor de su posición
financiera.
El incumplimiento de
pagos, un alto nivel de deuda bancaria de corto plazo quirografaria, la falta
de visibilidad alrededor de la posición financiera, no presentar información de
la cuenta pública y la opacidad en la deuda de corto plazo, son algunos
aspectos que generaron la caída de la calificación del estado cuando era gobernado
por Javier Duarte, prófugo de la justicia y buscado en 190 países.
La empresa advirtió que si Veracruz, ahora gobernado por
Miguel Ángel Yunes Linares, no cumple con las obligaciones relacionadas con
calificaciones crediticias mínimas en la mayoría de sus créditos bancarios de
largo plazo, respaldadas con participaciones federales, los intereses aumentarán hasta por mil 400 millones de pesos durante
este 2017.
Duarte de Ochoa
incrementó la deuda en 24 mil 276.1 millones de pesos: en diciembre de 2010, el
ex priista recibió de su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, un adeudado de 21
mil 499.9 millones de pesos; al salir dejó una deuda de 45 mil 775 millones de pesos, de acuerdo con el
Saldo Histórico de Obligaciones Financieras de Entidades Federativas,
Municipios y Organismos de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
emitido el al 31 de marzo de 2016.
El 31 de agosto de 2016, llegó la segunda baja de
calificación para Veracruz, que cayó de B1/Baa3.mx a a B3/B1.mx. Para entonces,
el estado presentaba un déficit de 6.5 por ciento de los ingresos totales en 2015 que incluía 6 mil 622 millones de operaciones pendientes
de afectación presupuestal reportadas en las notas a los estados financieros,
las cuales fueron pagadas fuera del proceso regular de ejecución
presupuestaria.
“Veracruz también presentó una severa merma en sus reservas
de efectivo, las cuales cayeron 576
millones al cierre de 2015, de 6 mil 800
al cierre de 2014. Además crecieron los pasivos
circulantes, de 3 mil millones a 12 mil millones entre 2014 y 2015, y
aumentaron aún más a 17 mil 000 millones al cierre del segundo trimestre de
2016. Es decir, un alza de 566 por ciento del 20014 al segundo trimestres del
2016.
“Estos resultados llevaron la razón entre efectivo y pasivo
circulantes de Veracruz a 0.05 de 1.9, el más bajo entre los estados mexicanos
calificados por Moody’s”, apunta el informe.
La ley aprobada para
otorgar la base a 5 mil empleados, que pasaron de temporales a permanentes, lo
que significaría un gasto de 108 millones de pesos para pagar pensiones también
fue uno de los factores que se tomaron en cuenta para bajar la calificación,
esto debido a la falta de liquidez del estado para saldar dichas pensiones a
futuro.
El desgaste de las finanzas veracruzanas, reportado en el
tercer trimestre de 2016, llevó a otra reducción de la calificación el 30 de
noviembre.
“La combinación de una posición de liquidez extremadamente
ajustada, caída en los ingresos, y montos estimados mayores en intereses de la
y presiones de gasto disminuyen la capacidad del estado para garantizar el pago
puntual de sus obligaciones de deuda bancaria durante los siguientes 12 a 18
meses”, sentenció Moody´s.
En el tercer trimestre hubo una discusión de 495 millones de
pesos, ya que los estados financieros pasaron de 865 millones a 370 millones pesos y, la deuda
circulante creció un 255 por ciento, puesto que subió de 18 mil millones de pesos a 46 mil millones
entre junio y septiembre de 2016.
“Estos dos eventos disminuyeron la ya baja razón entre
efectivo y pasivo a un muy débil 0.008X. No se cuenta con detalles sobre los
pasivos circulantes y en este momento Moody’s no puede confirmar la existencia
de líneas de crédito quirografarias de corto plazo”, abunda.
Durante los 9 primeros meses de 2016, los ingresos cayeron
4.6 por ciento comparado con el mismo período de 2015.
Las proyecciones de resultados financieros, prevén un
déficit promedio de 10 por ciento de los ingresos totales para 2016 y 2017.
“Moody’s también nota
que ya no se cumple con las obligaciones relacionadas con calificaciones
crediticias mínimas en la mayoría de sus créditos bancarios de largo plazo
respaldadas con participaciones federales, lo cual llevará a un aumento en los
pagos de intereses. Por último, Moody’s también considera que existen presiones
en el gasto operativo durante 2016 y 2017 como resultado del retraso en el pago
de nómina y transferencias”, precisa.
SONORA ¿Limite De Deuda En 2017?
El pasado 7 de
diciembre, Moody’s bajó la calificación
de Sonora de Baa2/Aa2.mxx a Baa3/Aa3.mx, debido al incremento de la deuda
estatal.
Aunque en el tercer trimestre de 2016 Sonora presentó un
superávit de mil millones de pesos, Moody’s
estimó que registrará un déficit consolidado del 6.2 por ciento de los ingresos
totales en 2016 y 5.2 por ciento para éste 2017 a raíz de gastos de capital más
altos.
El estado creció su
deuda de largo plazo de 2 mil 500 millones de pesos, y se estima que en este
año contará con una deuda adicional por otros 2 mil 500 millones, con lo que
para el cierre de 2017 el estado habrá llegado al límite autorizado de deuda
adicional: 5 mil millones de pesos aprobada en diciembre de 2015.
“Como resultado de lo
anterior, Moody’s espera que la razón entre deuda e ingresos totales del estado
aumente a 40.3 por ciento y 43 por ciento en 2016 y 2017, respectivamente”.
A pesar de los aumentos en la deuda mencionados arriba, se
espera que las métricas de deuda y liquidez de Sonora permanezcan relativamente
estable durante los siguientes dos años.
OAXACA Alza En Gasto Corriente.
El gasto corriente en
Oaxaca creció más que los ingresos del 2011 al 2015, lo que provocó déficit
financieros equivalentes a -2.6 por ciento, esto le valió al estado que la
empresa Moody´s bajara la calificación Ba2/A2.mx a Ba3/A3.mx, durante el
segundo semestre del 2016.
“El gasto corriente
creció a una tasa de crecimiento compuesta anual (CAGR por sus siglas en
inglés) del 10% durante este periodo, comparada con una CAGR del 8.8% de sus
ingresos totales”, señaló la empresa.
La expectativa para el estado es negativa, puesto que,
aunque Oaxaca registró un superávit financiero en 2015, “Moody’s espera que de
no implementar exitosamente medidas para controlar el gasto, Oaxaca podría
registrar un déficit financiero del -1.5 por ciento del total de los ingresos
en 2016 y potencialmente un déficit mayor en 2017” puntualizó.
Panorama Negro.
El panorama no es
alentador. Moody´alertó que el recorte de los recursos que enviará la
federación en el 2017 a los estados, será un factor crediticio negativo para
las entidades.
Días después de que
el gobierno federal presentó el Proyecto de Egresos 2017, el cual estimaba una
caída de 3.1 por cierto en las participaciones federales para los estados,
Moody´s, estimó que dicha reducción va a presionar los déficit estatales,
puesto que dichas transferencias representan en promedio el 90 por ciento de
sus ingresos totales.
“La tasa de crecimiento anual de las transferencias
federales presupuestadas para 2017 sería la más baja desde 2009, año en que las
transferencias federales cayeron en un 3.5 por ciento.
“Adicionalmente, dada la alta dependencia que tienen los
estados de las transferencias federales, así como también la implementación de
nuevas regulaciones que limitarán la contratación de deuda, esperamos una mayor
reducción de la disponibilidad de efectivo de los estados o una mayor
acumulación de sus pasivos con proveedores” advertía el reporte que la empresa
retomó para su recuento semestral.
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