El verdadero problema
de México se llama Enrique Peña Nieto. No es Donald Trump. No nos equivoquemos,
el verdadero problema de México, SON los políticos y funcionarios corruptos
saqueadores de la riqueza del país que nos están empobreciendo y lanzando al
precipicio.
No nos dejemos engañar con cortinas de humo como el muro de
Trump. El verdadero problema de México
no es el muro, ni Donald Trump, es la crisis económica que padecemos, el
aumento indiscriminado de precios, los mini-salarios, los empresarios
hambreadores y saqueadores que no pagan impuestos, los gasolinazos, la nefasta
reforma energética de Peña Nieto, los casi 200 mil muertos por la supuesta guerra
contra las drogas, los 300 mil desparecidos, los 30 ex gobernadores corruptos e
impunes que se robaron miles de millones de pesos del erario y andan tan
campantes, la inoperancia del nuevo sistema de justicia penal, el estado
fallido, los 400 multimillonarios mexicanos frente a los 75 millones de pobres,
las multinacionales canadienses mineras que siguen masacrando nuestra tierra y
nuestros pueblos, el fracking, los crímenes de estado cometidos por el Ejército
y la Marina…
Enumerar los
problemas de México sería tan largo que, necesitaríamos una veintena de
páginas. Son tantos, son muchos y ninguno parece tener solución mientras seamos
gobernados por una pandilla de políticos infames, enriquecidos, millonarios;
mientras seamos gobernados por la alta burocracia con sus espectaculares
sueldos, sus prebendas, sus vales de gasolina y sus beneficios personales.
Insisto, Donald Trump
no es el problema. Donald Trump y su gobierno son problema de Estados Unidos.
Él se encargará de llevar a la ruina a su país si prescinde de los mexicanos,
de los afroamericanos, de los mexicanos y de todo aquel que no forme parte de
la supremacía de la raza pura. Donald Trump es problema de los estadounidenses,
no nuestro.
Más que preocuparnos por el muro que amenaza con construir,
por el aumento del impuesto fronterizo, el incremento en los aranceles, las
deportaciones, su racismo y xenofobia, su odio a México y a los mexicanos, vamos a ocuparnos de lo nuestro, de
nuestros problemas, de nuestros retos, de nuestras virtudes y aciertos para
crecer.
Mexicanos de aquí y de allá, es hora de sacar la casta. De
mostrar nuestra dignidad y grandeza. México es mucho y ni Trump ni nadie podrá
disminuir su capacidad de salir adelante porque los mexicanos no lo vamos a
permitir, porque es hora de elevar el orgullo y reivindicar nuestras riquezas,
nuestros talentos y bondades.
México es un gran
país que ha tenido épocas peores que esta y ha salido adelante. Por eso, con
Trump o sin Trump, los mexicanos saldremos fortalecidos. Todo depende de
nosotros, de nuestro carácter, de nuestra lucha. Necesitamos dejar el sillón de
confort. Es tiempo de sacar la honra, el optimismo.
Antes que nada, este
mundo se rige por la reciprocidad. Si Trump no quiere productos mexicanos, pues
nosotros no consumamos productos americanos. Así de sencillo. Hagamos boicot a
los productos del vecino país, a sus marcas, a sus tiendas, a sus coches, su
ropa, todo.… Igual que él lo está haciendo con todo lo mexicano. Tengamos el
valor civil de devolver con la misma moneda del boicot.
Si nuestro gobierno
encabezado por Peña Nieto no tiene el valor de enfrentar la embestida de Trump,
nosotros como ciudadanos estamos obligados a no permitir más afrentas. Que
se sienta nuestra ausencia, que vea que la riqueza de Estados Unidos es
precisamente el multiculturalismo, los migrantes y en especial los mexicanos
que han ayudado a construir la grandeza de USA.
A nuestros
compatriotas del otro lado, solo les puedo decir que aquí está su país
esperándolos para volver a luchar, que de aquí son y aquí están sus raíces y su
gente, que aquí encontrarán la mano ayuda de sus familiares, de sus amigos. La
solidaridad tan escasa en Estados Unidos, aquí es una actitud más frecuente.
Donde como uno, comen dos, aunque sean tortillas y frijoles. Y la verdad, si no
los quieren allá, ni modo, ellos se lo pierden. Seamos sinceros, a fuerza ni
los zapatos.
Y sobre el muro, sinceramente tenemos problemas más
apremiantes que la barda esa que en parte ya existe. Nuestro problema más grave es nuestra economía. Sigamos luchando contra
el gasolinazo para obligar al gobierno de Peña Nieto a dar marcha atrás.
Sigamos luchando por el incremento a los salarios, un incremento real que
contemple el 80 por ciento de pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
Sigamos luchando, exhibiendo a los funcionarios y políticos corruptos. Sigamos
exigiendo la renuncia de Peña Nieto, el enjuiciamiento a los miembros de su
gobierno que han incurrido en enriquecimiento ilícito, incluida su esposa.
En lugar de preocuparnos
por el muro, ocupémonos de nuestros problemas, como por ejemplo, exigir que los
más de 20 ex gobernadores corruptos vayan a la cárcel y devuelvan lo robado.
Los muros han existido durante toda la historia de la humanidad y no han
acabado con la civilización ni con los seres humanos. El muro es el símbolo de la ignominia y es la prueba contundente de un
gobierno fascista. Peor para ellos. Nosotros a lo nuestro. No nos distraigamos de nuestro verdadero
objetivo: cambiar a México, disminuir la pobreza, mejorar el nivel de vida de
los mexicanos, construir un país próspero, buscar mejores gobiernos, combatir
la corrupción y la impunidad.
Este cinco de febrero
cumplamos el reto: ningún mexicano pase la frontera estadounidense ni vaya de
shopping. Ningún mexicano viaje a USA. Hagamos realidad la película de mi
querido Sergio Arau “Un día sin mexicanos”. ¿Qué será de los estadounidenses sin mexicanos? Pronto lo sabremos.
Participemos en todo tipo de boicots. Individual y colectivamente, tomemos
acción contra el embate de Trump de la mejor manera, positivamente,
orgullosamente siendo mexicanos, más mexicanos que nunca. Trump destruirá
su propio país. El problema de Trump es de los ciudadanos estadounidenses. No nos dejemos llevar por la cortina de
humo del muro y Trump, porque eso beneficia a la pandilla que nos gobierna. No
bajemos la guardia, ni el nivel de protesta y boicot.
Mexicanos, es hora de sacar la casta, de elevar el
patriotismo, de mostrar nuestro orgullo nacional. Es hora de mirar hacia
adentro, de ocuparnos, y comprometernos para resolver nuestros problemas.
Inundemos todo con nuestra bandera. Va por México y por los mexicanos.
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