Altos funcionarios
del Departamento de Estado dimitieron por estar en desacuerdo con la política
exterior del presidente Donald Trump, informó este jueves el diario
estadunidense The Washington Post.
Según el periódico, el
éxodo en masa de los servidores públicos, todos ellos diplomáticos de carrera,
es porque no quieren quedarse a trabajar con el mandatario Trump.
Entre los
funcionarios que renunciaron se encuentran, dice la nota, la subsecretaria de
Estado para la Administración, Joyce Anne Barr; el subsecretario de Estado para
Asuntos Consulares, Michele Bond, y el Embajador Gentry O. Smith, director de
la Oficina de Misiones Exteriores.
Todos son funcionarios del servicio exterior que, subraya,
han desempeñado funciones lo mismo en administraciones republicanas que
demócratas en el pasado.
Antes de estas
renuncias, dice el diario, habían salido de la dependencia el secretario de
Estado Adjunto de Seguridad Diplomática, Gregory Starr, y el director de la
Oficina de Operaciones de Edificios de Ultramar, Lydia Muniz.
“Es la salida
simultánea más grande de la memoria institucional”, dijo David Wade, quien
se desempeñó como jefe de recursos humanos del Departamento de Estado bajo el
mandato de John Kerry. “Son todos
puestos que requieren de mucha experiencia y difíciles de reemplazar”,
agregó.
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