La Secretaría de la
Contraloría y Transparencia Gubernamental detuvo una operación fraudulenta que
autorizó el gobierno anterior para la compra-venta de terrenos para vivienda en
Huatulco.
Gabino Cué Monteagudo
firmó el contrato a sólo cuatro días de entregar la gubernatura, en un negocio
que podría haberle redituado 90 millones de pesos.
El contralor José Ángel Díaz Navarro detectó que el
Fideicomiso para el Desarrollo Logístico del estado de Oaxaca (Fidelo) realizó la venta de 20 hectáreas de
terrenos en Huatulco a 50 pesos el metro cuadrado, cuando el valor real es de
entre 500 y mil pesos.
De acuerdo con el funcionario estatal, después de haber
identificado las irregularidades en diciembre de 2016, la nueva administración informó
a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental que había instruido a Nafin –la fiduciaria– a
detener todos los trámites de la operación mientras se analizan las condiciones
de compra-venta, debido a que se detectó un valor de venta mucho menor al valor
de mercado.
También se consultó a
Unidades de Valuación Certificadas por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF),
con lo que –apuntó– podría considerarse un valor aproximado de por lo menos 500
pesos por metro cuadrado (100 millones de pesos por las 20 hectáreas), con lo
cual habría un detrimento de 90% en el patrimonio del fideicomiso en caso de
concretarse la compra-venta.
Díaz Navarro explicó
que el Fidelo, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Turístico, trató de
vender los terrenos a la empresa Prefabricados Habitat, SA de CV, con dirección
Mirador de Tequisquiapan 60, Colonia El Mirador, municipio El Marqués, en el
estado de Querétaro, cuyo representante legal es Gerardo Ángeles Bustos.
Detalló que el inmueble consta de 20 hectáreas en breña
dentro del sector Ampliación V2, ubicado en el Centro Integralmente Planeado de
Santa María Huatulco, cuyo importe total ascendía a 10 millones de pesos, pero Fidelo sólo pagó dos millones de pesos
al municipio de Santa María Huatulco por el cambio de uso de suelo de la
reserva.
En enero de 2013,
añadió, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) donó el inmueble al
municipio de Santa María Huatulco, y en diciembre de ese mismo año se formalizó
la donación de dicha propiedad a favor de Fidelo.
Tres años después, en
agosto de 2016, el Comité Técnico del Fideicomiso indicó que el terreno sólo
podría destinarse al desarrollo de vivienda, y contrató los “servicios
profesionales” para la elaboración del avalúo (con número AVA-PART-026/2016),
determinando un valor de 50 pesos por metro cuadrado.
Cinco días antes de
concluir el gobierno de Gabino Cué –el 25 de noviembre de 2016–, el Fidelo
autorizó la intención de compra de la empresa Prefabricados Habitat, SA de CV
por la cantidad de 10 millones de pesos, y el 29 de noviembre la empresa
realizó el depósito por la cantidad indicada.
Sin embargo, ante las inconsistencias en el avalúo y por
acuerdo en la primera sesión extraordinaria de 2017, el Comité Técnico de la
nueva administración autorizó la contratación de una Unidad de Valuación
certificada por la SHF para la elaboración de un nuevo avalúo, con el fin de
conocer el valor real del inmueble.
Cabe mencionar que el
Fidelo estuvo directamente involucrado en los trabajos de modernización del
Auditorio Guelaguetza, las obras de mejoramiento vial y equipamiento urbano, la
edificación del estacionamiento para 600 vehículos y la fallida construcción
del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) en el cerro del fortín.
A raíz de esos negocios que favorecían al amigo del
exgobernador y entonces secretario de Turismo, José Zorrilla, los pintores
Francisco Toledo y Sergio Hernández denunciaron el “pernicioso maridaje entre
políticos, empresarios y hombres de negocios”.
Asimismo, señalaron que los “juniorciques” (hijos de
caciques) llegaron al gobierno para “chingarse el dinero del pueblo” con
negocios irregulares como la construcción del Centro de Convenciones que pretenden
edificar a un costado del Hotel Victoria, del que es accionista el exsecretario
de Turismo.
Tras las denuncias, los artistas fueron amenazados,
hostigados y descalificados mediante una campaña de linchamiento mediático por
oponerse a la “mole” en el Cerro del Fortín.
Finalmente, Cué
Monteagudo tomó la determinación de cambiar la sede del Centro Cultural y de
Convenciones que beneficiaba a José Zorrilla y que le generó una confrontación
directa con Toledo y Hernández.
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