La nueva Embajadora
de Estados Unidos ante la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Nikki
Haley, anunció hoy el comienzo de otra era en la relación de su país con la
organización y lanzó una advertencia a los socios que no le den su apoyo.
“Vamos a anotar
nombres”, dijo Haley a los periodistas en sus primeras declaraciones en la
sede de Naciones Unidas.
La representante
estadounidense insistió en que su país va a “mostrar su fuerza” en la ONU y se
mostró dispuesta a poner fin a cosas que Washington considere “obsoletas o no
necesarias” dentro de la organización.
“Hay un nuevo EU en la ONU […]. Van a ver cambios en la
forma en la que trabajamos”, adelantó Haley, minutos antes de presentar sus
credenciales diplomáticas ante el Secretario General, António Guterres.
La ex Gobernadora de Carolina del Sur dijo que el plan del nuevo Gobierno en Naciones
Unidas pasa por “mostrar nuestra fuerza, nuestra voz, apoyar a nuestros aliados
y asegurarnos de que nuestros aliados también nos respaldan”.
“Para aquellos que no nos apoyen, vamos a
anotar nombres. Nos aseguraremos de responder a eso adecuadamente”,
advirtió.
En medio de informaciones que apuntan que la Casa Blanca
prepara importantes recortes a sus aportaciones financieras a la ONU, Haley dijo que tiene el encargo de analizar
a fondo el funcionamiento de la organización.
“Todo lo que
funcione, lo vamos a mejorar; lo que no funcione, vamos a tratar de arreglarlo,
y cualquier cosa que parezca obsoleta o no necesaria, vamos a acabar con ella”,
aseguró.
El Presidente estadounidense, Donald Trump, se ha mostrado
muy crítico en el pasado con la supuesta falta de eficacia de Naciones Unidas.
“Naciones Unidas tiene un gran potencial, pero ahora es solo
un club de gente para reunirse, hablar y pasárselo bien. ¡Qué triste!”, tuiteó
el pasado diciembre el entonces Presidente electo.
La Nueva Representante De Trump.
La ex Gobernadora republicana de Carolina del Sur se perfiló
durante sus audiencias de confirmación como una voz independiente que tratará,
junto a otros miembros del gabinete, de moderar a Trump en algunas de sus
posturas internacionales más controvertidas.
Haley se mostró ante los senadores, quienes la ratificaron
esta semana, a favor de revisar parte de la financiación que EU da a la ONU,
aunque dejó claro que no es partidaria de medidas radicales.
Sin embargo, la nueva representante estadounidense se
incorpora a Naciones Unidas poco después de saberse que EU está preparando una
orden ejecutiva que, de aprobarse, podría reducir de forma muy importante los
fondos que EU. Aporta a la organización, de la que es el principal
contribuyente.
Según un borrador
obtenido por The New York Times, Trump prevé cortar toda financiación a
agencias de la ONU y organismos que tengan a Palestina como miembro de pleno
derecho o que tengan programas que financien abortos, entre otros criterios.
La orden pide además
reducir al menos un 40 por ciento el resto de fondos que el país destina a
organizaciones internacionales, con menciones concretas a las operaciones de
paz o al Fondo de Población de la ONU.
Por ahora la organización no ha querido comentar sobre esos
planes, dado que no se han oficializado.
“Hemos leído las informaciones sobre cosas que pueden o no
ocurrir. No vamos a comentar”, dijo ayer el portavoz de Guterres, Stéphane
Dujarric.
Trump se ha mostrado a menudo muy crítico con la ONU y ha
cuestionado públicamente su eficacia, señalando un claro giro en la política de
Washington.
Preguntado al respecto, el Embajador francés ante Naciones
Unidas, François Delattre, dijo que el mensaje de su país a la Casa Blanca es:
“Por favor, manténganse comprometidos con los asuntos internacionales, porque
necesitamos a Estados Unidos”.
Delattre consideró que es “demasiado pronto” para hablar sobre
los posibles recortes estadounidenses al presupuesto de la ONU y confió en
mantener una relación productiva con Haley.
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