Tras la retórica de
Donald Trump contra los mexicanos se esconde un ambicioso plan de negocios para
vender gas a la Comisión Federal de Electricidad por medio de Energy Transfer
Partners –una empresa de la que el magnate neoyorkino fue accionista hasta
2016–, y su subsidiaria Energy Partners Mexicana. De acuerdo con información
consultada por Proceso en diversas fuentes, entre ellas la Comisión Reguladora
de Energía estadunidense, uno de los socios de la segunda firma es Carso
Energy, de Grupo Carso, el consorcio del empresario mexicano Carlos Slim, con
quien Trump se reunió apenas en diciembre pasado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene un
doble juego en la frontera con México. Además de su empecinamiento en construir
un muro entre los dos países a costa de México, está el interés económico de una poderosa empresa productora de gas en
la que fue accionista y que, en sociedad con Grupo Carso, de Carlos Slim, le
venderá a partir de este año combustible a la Comisión Federal de Electricidad
(CFE).
El propósito es que
con ese gas la CFE genere energía eléctrica más barata para las empresas estadunidenses
que producen en la frontera de Chihuahua con Texas.
El gas llegará a través de dos ductos autorizados por el
gobierno de los Estados Unidos, aprovechando el Tratado de Libre Comercio con
América del Norte, el mismo que Trump quiere revisar por considerar que ha sido
ventajoso para México.
Trump y Slim se reunieron el 17 diciembre pasado en la
residencia de descanso del presidente estadunidense en Mara-a-Lago, Florida,
luego de que durante su campaña presidencial el republicado acusó a Slim de
apoyar a su oponente, Hillary Clinton, a través del periódico The New York
Times, del que es accionista el empresario mexicano, el cuarto hombre más rico
del mundo.
En la conferencia de prensa del viernes 27 realizada en las
oficinas centrales de Inbursa, en la Ciudad de México, ante el clima de
enfrentamiento que creó Trump con México en su primera semana de gobierno, Slim
aseguró que el encuentro con el magnate en Florida no fue una cena “uno a uno”,
sino “tres a tres”, y “no fue romance”, además de que definió al presidente
estadunidense no como un terminator, sino como un negotiator.
Slim, quien a mediados de enero anunció que creará un canal
de televisión en español en Estados Unidos, no quiso hablar más de la cena con
Trump.
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