EL DICHO: “Quienes les digan que vivimos en un país que está
en crisis… crisis es seguramente lo que pueden tener en sus mentes, porque no
es lo que está pasando” (Enrique Peña Nieto).
EL HECHO: Que la crisis esté en las mentes NO coincide con la vida a intramuros, la de
los hogares. La economía familiar tuvo que ser ajustada dados los incrementos
de la energía eléctrica y el combustible de principios de año. Mientras, el
mercado interno se encuentra débil por falta de ingresos, los consumidores no
muestran confianza y el salario mínimo se mantiene inferior (0.66 veces) al
umbral de la pobreza, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos.
#DichosyHechos dice que la crisis no está en las mentes,
sino en la realidad, porque…
Desempleo: El informe
de la OCDE “Perspectivas del Empleo” reconoce que el desempleo en México está
por debajo del promedio de 6.5 del organismo, pero también indica que la
calidad del empleo es muy baja. Según el Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (Inegi), la Tasa de
Condiciones Críticas de Ocupación, que considera a quienes trabajan menos de 35
horas a la semana, que están subempleados y ganan menos del salario mínimo, se
incrementó en el cuarto trimestre de 2015, al pasar de 12.8 a 13.1 por ciento
de la Población Económicamente Activa (PEA) en el mismo periodo de 2016.
Pobreza: Ni siquiera
hay mediciones confiables. Debido al desencuentro entre el Inegi y el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en julio del año pasado,
no hay datos disponibles que arrojen el número de mexicanos que viven este
drama. El cálculo de Julio Boltvinik, del Colegio de México, indica que hay dos
millones de individuos que cruzaron el umbral hacia la pobreza después de que
se aplicó la Cruzada Nacional contra el Hambre, lo que podría dar más de 60
millones de mexicanos pobres.
Deuda pública: Hasta
el último trimestre de 2016, era de 9 billones 797 mil 439.6 millones de pesos,
el 48.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, casi la mitad de
la riqueza total de México, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Se trata de la cifra más alta desde 1995 (35 por ciento), durante la crisis
conocida como “El Efecto Tequila”, cuando “inversionistas en pánico vendieron
su deuda y provocaron la depreciación del peso”, indicó el Bank of
International Settlements.
Inflación: El precio
del limón registró un aumento de 71.32 por ciento anual; el aguacate incrementó
su precio en 50.51por ciento y el gas doméstico se inscribió una variación
anual de 23.96 por ciento durante la primera quincena del año, según con
Finamex, casa de bolsa. En general, el aumento en el Índice Nacional de Precios
al Consumidor fue de 0.35 por ciento en ese periodo y de 5.29 anual. El
Banco de México tiene como objetivo una tasa de 3 por ciento anual. El año
pasado, fue de 2.71 por ciento.
Tipo de cambio: Al
día de hoy está en 18.82 pesos por dólar, mientras que a inicios del primer año
de gobierno de Enrique Peña Nieto se encontraba en 12.92, refieren cifras
de la Secretaría de Economía. Durante la presente administración, el peso
mexicano se ha depreciado en más de un 20 por ciento respecto de la moneda
estadounidense. Ese movimiento ha causado inquietud en la población mexicana
por los impactos que pudiera tener en las finanzas personales y de las
empresas. En México, los colapsos de la moneda han provocado inflaciones de
tres dígitos, por lo que tienen un efecto psicológico negativo.
Poder adquisitivo: Hasta
el año pasado, de los 52 millones que componían la PEA que sí trabaja, el 41.7
por ciento (21.7 millones de trabajadores subordinados y remunerados formales)
no ganaba más de tres salarios mínimos. Sólo el 1.7 por ciento de los
mexicanos empleados (884 mil personas) tenía un salario de más de 20 mil pesos
al mes (más de ocho veces el salario mínimo), indica el Inegi. Para la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe,
“en los últimos 40 años el poder adquisitivo del salario mínimo ha disminuido
un 71 por ciento”.
Crecimiento económico: Peña Nieto prometió que habría un
crecimiento económico del 5 por ciento en 2018. El año pasado, el crecimiento del PIB nacional fue de 2.30 por ciento,
refiere el Banco de Información del Inegi. Desde 2012 existe una desaceleración,
entonces la economía creció 4.02 por ciento. Según Moody’s, si se cancela el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el crecimiento del PIB caerá a
-3 por ciento a -1 por ciento.
Mega-gasolinazo: Este año, los mexicanos incorporaron a su
vocabulario este término, cuando tuvieron que enfrentarse a un mercado inédito
de gasolinas en casi 80 años. Debido a
la reforma energética, se inició un nuevo esquema de venta que sustituyó el
precio único. El Gobierno anunció un 20 por ciento de incremento en las
gasolinas y el diésel.
¿Verdad o mentira? MENTIRA.
Es una realidad las familias mexicanas padecen los efectos de la falta de
crecimiento económico.
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