Sea por una
lucha de cárteles de la droga o por la aplicación del nuevo sistema de justicia
penal– que deja libres a cientos de delincuentes si no son detenidos en
flagrancia o un asunto de descuido y desidia de las autoridades–, el hecho es que los datos del 2017 arrojan
que Tijuana, Baja California, enfrenta una realidad que ya se creía superada:
ser la ciudad más peligrosa del país.
De los mil 524 homicidios dolosos
registrados en el estado de enero a septiembre de este año– según datos del
Secretariado ejecutivo del sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)– mil
285 corresponden sólo a la ciudad de Tijuana, de acuerdo con el Comité Ciudadano de Seguridad
Pública de Baja California.
La iniciativa ciudadana refiere que
esta cifra representa un incremento de más del 200 por ciento con relación al
mismo periodo del año pasado, y 134 por ciento arriba de “sus años más duros”. Resaltó que su preocupación por el
repunte de los homicidios en Tijuana a pesar de las estrategias de seguridad
que desde hace un año echó a andar el Gobierno de Enrique Peña Nieto en las 50
metrópolis más inseguras.
“Le echan la culpa al nuevo sistema
de justicia penal, pero no es solo eso, sino que se están aplicando las mismas
medidas operativas y preventivas de hace tres años y esas medidas ya no sirven
para contener lucha criminal que cambió su estrategia “, advirtió David Solís, del Comité
Ciudadano de Seguridad Pública a través de las redes sociales de la
organización.
“En aquel
entonces los criminales se paseaban en convoyes de vehículos y así fue la
estrategia de gobierno para combatirlos. Hoy y después del 2015, ahora son
grupos de células arraigadas en sectores de colonias de Tijuana, no tienen
necesidad de moverse a otros sectores de la ciudad, desde ahí están asesinado “.
El Gobernador panista de Baja
California, Francisco Vega, sostiene que el principal problema en Tijuana es la
lucha entre diferentes grupos de narco-menudistas por el mercado de la droga,
lo que provoca, dice, el 70 por ciento de los asesinatos violentos.
“Hay mantas
que se han colocado en diversos puntos de la ciudad y que traen ciertos mensajes.
Pero algunos de esos mensajes, me dicen quienes están en estos temas, son para
confundir”, expresó.
De cualquier
forma, en los últimos meses repuntaron
ejecuciones, decapitaciones, descuartizamientos, descabezados, cuerpos tirados
en las calles, dentro de bolsas o colgados en puentes del centro de la ciudad.
Desde enero
pasado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial local Kurt Honold Morales
pidió a las autoridades reconocer la situación. “La inseguridad no se va a
resolver evitando hablar de ella, o al decir que se trata de una guerra entre
delincuentes que no afecta al resto de los ciudadanos”.
Las cuentas que sacan los empresarios
es que sí les afectan con las extorsiones porque a la par de los asesinatos y
violencia volvió el cobro al derecho de piso bajo la amenaza de que si se
niegan sus locales y mercancías serán incendiados y ellos asesinados, como en
los viejos tiempos.
Mañana, Francisco Vega de Lamadrid cumple cuatro
años al frente del Gobierno de Baja California. En lo que va de su
administración, el estado suma 5 mil 23 homicidios dolosos, de acuerdo con
el SESNSP.
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