Las reformas estructurales, que tanto
prometieron en este sexenio, se encaminan al fracaso, mientras millones de
mexicanos tienen una percepción generalizada de insatisfacción por el pésimo
manejo de la economía, pues el crecimiento de ésta no se ve reflejado en sus
bolsillos, destacó el Episcopado Mexicano en su editorial dominical.
“Se percibe el fracaso de las fórmulas
tradicionales propuestas por la clase política cuando lo que tanto se prometió
con las reformas estructurales en realidad sólo asoma la cabeza hacia el
fracaso y la paupérrima satisfacción para pocos en los que concentran la
riqueza nacional”, mencionó
la Iglesia católica.
Las
encuestas oficiales como las del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi) sobre medición de la pobreza han determinado un ligero decremento en
cuanto al número de pobres; sin embargo,
más de 53 millones de mexicanos viven en pobreza y 12 millones en pobreza
extrema.
El Episcopado Mexicano mencionó que
las alternativas para mejorar al país han venido de los empresarios y no de las
autoridades.
La semana
pasada, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) envió al Consejo de Representantes de la
Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) una propuesta para aumentar el
salario mínimo de los trabajadores. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE),
por su parte, propuso una serie de medidas para fortalecer el Estado de Derecho
y acabar con la corrupción.
“La clase
empresarial da a conocer posibles soluciones de fortalecimiento del Estado de
Derecho y seguridad pública: desde la erradicación de la corrupción e impunidad
hasta la transformación de las políticas fiscales de forma equitativa, menos
agresivas y que reduzcan efectivamente la informalidad, con menores cargas
fiscales para pequeñas y medianas empresas e incentivar el crecimiento”, expuso
la Iglesia católica.
La editorial criticó también a los
programas sociales del Gobierno, los cuales, dijo, “no han logrado sus
objetivos de reducción de la pobreza y son manipulados en tiempos electorales”.
La Iglesia
católica hizo un llamado a las
autoridades para vencer sus intereses particulares y procurar el bien común
“porque la corrupción, la injusta distribución de la riqueza y la pobreza se
han convertido en abismos que parecen insuperables”.
LA
DESCONFIANZA EN EL GOBIERNO.
De acuerdo
con una encuesta del Pew Research Center, un think tank con sede en Washington,
el 93 por ciento de los mexicanos no
confía en el actual gobierno ni cree en la democracia.
En la
encuesta, que mide el índice de satisfacción de 38 países, México destacó como uno de los países con mayor desconfianza a su
gobierno al ubicarse en el fondo del ranking, con 93 por ciento de
desaprobación ciudadana.
Sobre la confianza en el actual
gobierno, sólo 6 por ciento de los mexicanos se siente satisfecho con el
sistema democrático y 2 por ciento afirmó que confía mucho en el actual
gobierno, la cifra más baja a nivel mundial y a nivel América Latina.
De acuerdo
con el Pew Research Center, el bajo
nivel de satisfacción de los mexicanos con su gobierno pone al país por debajo
de naciones como Líbano, donde un 8 por ciento aprueba la forma de gobernar, de
los africanos de Asia Pacífico y hasta de naciones que han tenido problemas en
años recientes como Venezuela, donde un 25 por ciento aprueba el sistema y un
73 por ciento lo rechaza.
En
preferencia sobre que sean ciudadanos elegidos los que gobiernen, 58 por ciento
dijo que lo veía totalmente bueno, 9 por ciento lo ve bueno y 34 por ciento
como totalmente malo.
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