Luego del mega gasolinazo de
principios de enero por el cobro de impuesto especial, el precio de las
gasolinas en México ha subido 6.34 pesos en promedio durante los cinco años del
Gobierno de Enrique Peña Nieto, esto es, un 56.50 por ciento hasta este
viernes. De enero de 2013, el precio de la gasolina Magna ha subido 5.76 pesos
al pasar de 10.92 pesos por litro a 16.68 pesos; el de la Premium ha aumentado
6.95 pesos al ubicarse de 11.48 pesos a 18.43 pesos; y el del diésel ha
incrementado 6.29 pesos al cambiar de 11.28 pesos a 17.57 pesos.
Los reportes financieros de Pemex
revelan que de 2013 a la fecha se han incrementado sus niveles de importación
mientras los de producción han caído. Su titular José Antonio González Anaya ha
reconocido que algunas refinerías están paradas.
Los números
reflejan el paro y deterioro. En 2017 ha producido en promedio 281.7 miles de
barriles diarios de gasolinas en comparación con los 437.3 miles de barriles
diarios que sus seis refinerías generaban en 2013. En contraste, este año ha
importado en promedio 542.7 miles de barriles diario frente a los 358.7 miles
de barriles diario que traía en 2013 principalmente de Estados Unidos.
“Las nuevas franquicias que no
pertenecen a Pemex no han hecho esfuerzos para reducir los precios de las
gasolinas porque no quieren castigar sus utilidades. En el mercado de las
gasolinas todavía falta mucho por desarrollarse; aún no existen los incentivos
para hacer reducciones. Esto no va a ocurrir hasta que no exista una
infraestructura que permita importar combustibles de Estados Unidos a México y
que permite transportarlo vía ductos a las estaciones de almacenamiento”, dijo
Carranza.
Por el
momento, a cuatro años de lanzar la Reforma Energética, la única diferencia es que algunas estaciones de particulares, como la
británica BP, le incorporan un aditivo a la gasolina que le vende Pemex.
“Hay dos
áreas de oportunidad sobre las que se tiene que trabajar para la industria
energética. Primero el desarrollo de la infraestructura –ductos, terminales de
almacenamiento y reparto– para que se permita trabajar de manera óptima en la
oferta y la demanda. La segunda se relaciona con el establecimiento de reglas
claras que permitan abatir el monopolio de Pemex dando certidumbre a los nuevos
competidores”, declaró el analista.
“NO PUEDES FORZAR AL MERCADO”
Sobre los
precios del gas natural, que a su vez impactan en el de los alimentos, la
especialista en el sector energético Miriam Grunstein recordó que ya están liberalizados al mercado y no van
a la baja. Los distribuidores determinan el precio con base en el costo del
servicio y lo que invierten en la compra a Pemex. La petrolera ha producido en
2017 un promedio de 3 mil 161 millones de pies cúbicos diarios, poco menos de
los 3 mil 916 producidos durante 2013. También ha importado mil 806 millones de
pies cúbicos diarios en comparación con los mil 289 millones de pies cúbicos
diarios importados en 2013.
Miriam Grunstein añadió que los
principales gasoductos que están en construcción son de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) con una tarifa regulada, que no necesariamente baja pues
obedece a los costos del servicio.
“Lo que dijo el gobierno de que iban
a bajar es irrisorio en la medida en que no puedes forzar al mercado”, declaró.
Respecto a
las tarifas de luz, la lógica del
gobierno es que gracias a que más empresas podrán generar energía eléctrica los
precios bajarán. Sin embargo, aunque las tarifas de uso doméstico cobradas a la
mayoría de los hogares han estado estables y dependen de la zona del país, el
incremento a las tarifas de uso industrial y comercial no han cesado. En el
verano, las tarifas eléctricas para ambos sectores tuvieron un incremento de
entre 26.5 a 40.44 por ciento, en comparación con julio de 2016. Esos aumentos
se traspasan a los precios de los bienes.
Miriam
Grunstein coincidió en que entre más condiciones de competencia se generen con
las nuevas empresas petroleras, hay más posibilidades de bajar precios y tarifas.
Pero eso, dijo, tarda.
NO REDUCCIÓN
DE IEPS A GASOLINAS.
La Cámara de Diputados, durante la
aprobación de la Ley de Ingresos para 2018, rechazó las iniciativas para
reducir en un 50 por ciento la tasa del impuesto cobrado a las gasolinas, dado
que tendría un impacto en los ingresos públicos por 166 mil millones de pesos.
El jueves por la noche el Senado le dio luz verde sin cambios.
Sin embargo,
la mayoría de los diputados rechazó las
iniciativas sobre la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que
planteaban reducir los niveles de las cuotas a los combustibles automotrices en
un 50 por ciento (al menos cuatro pesos por litro). Actualmente se cobra de la
gasolina 2 pesos por IVA y 4 pesos por IEPS. La iniciativa tendría un impacto a
la Ley de Ingresos de 166 mil millones de pesos, lo cual impediría financiar
programas sociales, justificó el PRI.
El Diputado Vidal Llerenas Morales se
pronunció en contra del dictamen porque en la Ley de Ingresos “sí viene el
gasolinazo”, ya que está la recaudación del IEPS de gasolina y no va a bajar. Al también proclamarse en contra del
dictamen, el Diputado Jorge Álvarez Maynez, de Movimiento Ciudadano, explicó
que al inicio del sexenio cada familia en México pagaba un promedio de 11 mil
pesos de impuestos, mientras que ahora paga un promedio de 22 mil pesos. Pero “eso no se ha traducido en mejor
transporte público, infraestructura, becas, bienestar, ni en mejores escuelas y
hospitales; pero ahora tenemos burocracia mejor pagada del mundo”.
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