El coordinador Estatal de Protección
Civil (CEPCO) Heliodoro Díaz Escárraga, aclaró al jefe de gobierno de la Ciudad
México, Miguel Ángel Mancera, que el Sistema de Alerta Sísmica no falló por
adeudos al Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) sino porque se
colapsó una torre y se afectaron 16 sensores por el frente frío 25 que llegó a
registrar rachas de viento de hasta 200 kilómetros por hora.
Luego que
Mancera y el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico culparon al gobierno
de Oaxaca que por adeudos de 24 millones de pesos y por falta de mantenimiento
de torres y sensores sísmicos se pone en riesgo a la población de la Ciudad de
México, Díaz Escárraga calificó esas
declaraciones como “imprecisas” y “discutibles”.
Y explicó que efectivamente el
Sistema de Alerta Sísmica tiene algunas inconsistencias porque de las 11
antenas repetidoras “se colapsó la torre de Cuajimoloyas (en la Sierra Norte)
debido a los fuertes vientos del frente frio 25 y otras dos están sujetas a
revisión”.
También
reconoció “hay afectaciones en 16 de los
36 sensores que detectan el epicentro de los sismos por las heladas”
Sin embargo,
dijo, “afirmar que no se trasmite a la
Ciudad de México por un adeudo es una afirmación muy discutible, sujeto a
comprobación y por demás provoca inquietud que no es sano en un tejido social
afectado por los sismos de septiembre”.
En segundo
término, abundó, “el sistema acusa
fallas que nada tienen que ver con adeudos y el hecho de afirmar que no se
recibía alertamiento a la ciudad porque hay adeudos me parece que no es
preciso, en el menor de los casos, debido a que el sistema está afectado por
vientos fuertes que colapsaron una antena”.
Respecto a
los adeudos, explicó que efectivamente
“el exgobernador Gabino Cué Monteagudo dejó de pagar según la empresa 21
millones de pesos, luego dice que son 24 millones y después sostiene que son 25
millones, lo que sí es cierto es que “es parte del tiradero económico y adeudos
que dejó Gabino y que están sujetos a revisión”.
“Cuando se hace una afirmación como
cualquier gobernante, es respetuosa, pero el agregado de que es por adeudos cae
en un terreno donde deja inducir una omisión y te lleva a una supuesta
conclusión de que no sirve el sistema y hay un mundo de diferencia porque hay
inconsistencias”,
puntualizó.
Por lo
pronto, adelantó que ya pidió a la
empresa para que venga y revise la antena que se cayó y los 16 sensores que
presentan fallas.
En lo que sí
hizo hincapié es que se tiene que revisar el sistema de alertamiento sísmico
como un asunto de seguridad nacional y con una concepción integral.
Lo cierto es que Gabino Cué, el
gobernador que se autodenominó “demócrata y humanista”, dejó un adeudo de 22
millones de pesos al CIRES al no pagar sus servicios en el 2012 y 2013,
mientras que en el 2014 la Secretaría de Finanzas solo dio un “donativo” y en
2015 y 2016 no lo pagaron completo.
El actual
gobernador, Alejandro Murat Hinojosa,
cuyo lema de gobierno es “tiempo de crecer juntos”, decidió no contratar los
servicios al CIRES, razón por la que “si tiembla no hay manera de registrar
esos sismos, aunque el 50% de los puntos verdes de su monitor estaba en focos
rojos”.
En una
entrevista telefónica con el director del Centro de Instrumentación y Registro
Sísmico (CIRES), Juan Manuel Espinosa Aranda, dijo en octubre pasado que “Gabino, no pagó. Dejo adeudos del orden de
22 millones de pesos y ahora con las lluvias se cayó el 52% de los 36
acelerómetros en Oaxaca y eso motivó que dieran de manera extraordinaria y
urgente tres millones 100 mil y es lo único que han dado para recuperar el sistema”.
Sin embargo,
considera que los 36 acelerómetros
necesitan un servicio general y el gobierno se niega a pagar un contrato de 13
millones de pesos.
Aunque el sistema está activo hay
acelerómetros que tienen las memorias saturadas y si no se restablece el
sistema se corre el riesgo de perder toda la información sísmica o en el peor
de los casos, si tiembla no hay manera de registrar esos sismos, mencionó.
Espinosa
Aranda considera que con la tragedia que
acaba de pasar en Oaxaca, no sólo se debe dar servicio al sistema, sino que se
debe perfeccionar, ya que solo el 30% de los pobladores tienen avisos de alerta
de sismos, pero si se instalan otros siete acelerómetros sumarían 42 y con ello
se tiene las posibilidades de emitir aletas, no sólo para sismos, sino también
para huracanes y tsunamis y así evitar otra serie de calamidades.
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