El experto
en audiencias Alejandro Garnica advirtió
que el convencimiento a través de la sobresaturación de spots es “la peor
situación que puede haber en cualquier democracia del mundo”, y en México está
ocurriendo eso porque los estrategas políticos no entienden que por más
frecuencia que tengan sus spots, no quiere decir que el alcance será mayor.
En 2012, precisó, se difundieron más
de 70 mil mensajes, lo que podría repetirse en el actual proceso electoral.
Durante su
participación en el ‘Cex ande Lunch: Spot el que lo lea. Intoxicación por
sobredosis electoral’, organizado por el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico
de la Universidad Iberoamericana, Garnica
recordó que las elecciones de hace seis años se convirtieron en el fenómeno de
comunicación más sobresaturado en la historia de los medios no sólo en México,
sino en el mundo.
“¿En qué
consistió la sobresaturación? Obviamente todos vimos los spots, (que tuvieron)
un alcance de 93%, que es altísimo. Hubo una barbaridad de spots, 70 mil (sólo
en televisión). El problema es que
aunque fueron muchos, había poca variedad; los teníamos repetidos, como nos
está pasando ahora con ‘el niño naranja’”, puntualizó.
De acuerdo
con Alejandro Garnica, quien ha escrito tres libros sobre televisión y medición
de audiencias, parece que los estrategas
políticos no entienden que por más frecuencia que tengan sus spots, no quiere
decir que el alcance será mayor, y eso tiene que ver con una teoría que se ha
estudiado desde hace más de 50 años en la publicidad comercial.
Según el
especialista, esta teoría explica el
balance que hay entre alcance y frecuencia: “Por más frecuencia que le des (a
un spot) llegas a un tope de alcance y no vas a poder superarlo”. En ese
sentido, en 2012 la propaganda de los partidos políticos superó en más de 3000%
el número de spots que difundió un gran anunciante.
“Por eso, el
trabajo que hicimos algunos colegas (Audiencias saturadas, comunicación
fallida, 2012) explicó que en 2012 la
gente se hartó y no se logró la comunicación (entre políticos y ciudadanos). Y
en este ciclo vamos por el camino para que ocurra esto mismo”.
El experto
en audiencias destacó cinco efectos perversos de la spotización en México:
• Tenemos
un reino de spots repetidos. Un reino que nos sabemos de memoria y nos harta.
• La
propaganda electoral no es sólo de elecciones, es de todo el tiempo. Por eso
hay precampañas, intercampañas y campañas.
• El
culto a la personalidad. Sólo ponen el rostro. Esto es perjudicial, vamos a tener a un presidente acostumbrado
a salir en la pantalla. Ya no le va a importar gobernar, sino aparecer en los
medios.
• Se
satura a la audiencia. La gente está harta. En el 2000 hubo un gran entusiasmo
(por la elección); en el 2006, temor. Ahora hay una gran abulia, a la gente no
le interesa.
• La
incomunicación con el ciudadano es el factor más grave. Se ha estado
invirtiendo en esto para no tener una buena comunicación.
Garnica
recordó que antes de la elección de 1994, las campañas se enfocaban en poner
anuncios en bardas, pero fue a partir de ese proceso, que ganó Ernesto Zedillo,
que se observó la importancia de medios masivos de comunicación (radio y
televisión). El gasto rondó en 25%, sin embargo, para 2000 subió a 54%; en
2006, 95%, es decir, de cada peso, 95 centavos se iban para estos medios,
concluyó.
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