Por Mathieu
Tourliere.
En mayo
de 2018, y de manera discrecional, el gobierno de Enrique Peña Nieto incrementó
mil 99 millones de pesos el monto de un contrato del Nuevo Aeropuerto
Internacional de México (NAIM), asignado a las empresas Sacyr y Epccor; ésta
última fue responsable de la obra del “Paso Exprés” de Cuernavaca.
De acuerdo
con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), este incremento –operado mediante
un convenio modificatorio– resultó irregular, pues el Grupo Aeroportuario de la
Ciudad de México (GACM) debió elaborar un nuevo contrato y someterlo a un
proceso de licitación pública.
Es más: la
ASF detectó que GACM empezó a pagar obras adicionales al consorcio en diciembre
de 2017, es decir, seis meses antes de firmar el convenio modificatorio, y
determinó que dicho grupo debe aclarar el destino de 132 millones 684 mil pesos
derivados del contrato otorgado a Sacyr y Epccor.
El contrato
original, celebrado en enero de 2017, contemplaba la construcción de la losa
de cimentación del centro de terrestre intermodal del NAIM, por un monto de mil
400 millones de pesos.
Sin embargo,
en mayo de 2018 GACM “asignó obra adicional y extraordinaria fuera del
objeto del contrato por un monto de mil 99 millones de pesos en losas de
cimentación del viaducto (…) que representó un incremento de 78.5% respecto al
monto inicial”, reportó la ASF.
Dichos
trabajos, según el
organismo fiscalizador, “no se incluyeron en el proyecto ejecutivo original
ni en las modificaciones efectuadas al proyecto, por lo que debieron
adjudicarse mediante licitación pública a fin de asegurar las mejores
condiciones disponibles para el Estado”.
En su
informe 409-DE, la ASF informó que en agosto pasado, GACM había pagado mil
630 millones de pesos a Sacyr y Epccor, mientras que los trabajos se
encontraban “en proceso de finiquito”.
Según la
ASF, el Grupo Aeroportuario otorgó al consorcio Sacyr-Epccor el contrato
para la losa de cimentación del NAIM sin contar “con los estudios de ingeniería
necesarios ni los proyectos ejecutivos completos”; por ejemplo, no tenían los
planes del edificio terminal, ni del centro de transporte o del tren rápido.
Lo
anterior generó que, en medio de las obras, se restringió el acceso a una
franja de 140 metros de ancho, por lo que “se generaron obra adicional de
excavación, relleno de tezontle, colocación de membrana, plantilla y colados de
losa de concreto”, las cuales obligaron GACM a agregar mil 214 millones de
pesos al precio original acordado en el contrato.
Ello
disparó en un 86.7% el precio original, y extendió el tiempo de terminación de
las obras en 239 días.
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