Julio Astillero.
A partir de
un acuerdo del Consejo de Salubridad General se declaró ayer el estado de
emergencia sanitaria en el país, que busca ampliar y detallar las medidas de
gobierno en busca de mitigar y contener la expansión del Covid-19.
Resalta la
reiteración de que el Gobierno de la República no considera ni cree en acciones
como el llamado toque de queda y que se sigue privilegiando la expectativa de
la voluntad personal como mecanismo de resguardo y cuidado, aunque al mismo
tiempo hubo la advertencia de sanciones administrativas (que pueden implicar la
clausura de un negocio) e incluso penales si el incumplimiento de las
instrucciones a empresas privadas generara daños a la salud o muertes.
La sesión
informativa del caso fue realizada en Palacio Nacional a partir de las siete de
la noche y tuvo como principal expositor al secretario de Relaciones
Exteriores, Marcelo Ebrard, quien leyó el texto amplio a publicarse en el
Diario Oficial de la Federación y respondió las principales preguntas de los
reporteros, mientras la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se
mantuvo callada. La reunión fue presentada por el secretario de Salud, Jorge
Alcocer, aunque la conducción del tema sanitario fue asumida, como ha sido
hasta ahora, por el subsecretario vocero, Hugo López Gatell. El presidente de
la República no estuvo presente.
Además de la
extensión del plazo de aislamiento social hasta el último día de abril, otro de
los temas que generaron polémica en las redes sociales fue el relativo a los
pagos que las empresas deben hacer a sus trabajadores durante este periodo de
inactividad y la manera en que ciertos patrones habrán de interpretar lo
esencial o no del rubro al que se dediquen. También será necesario precisar la
forma en que se hará cumplir la indicación de que adultos mayores de sesenta
años deben estar en resguardo domiciliario estricto.
El saludo
del presidente López Obrador a la madre de Joaquín Guzmán Loera, quien fue jefe
visible del poderoso cártel de Sinaloa, fue explicado a detalle en la
conferencia mañanera de prensa, donde el titular del Poder Ejecutivo aseguró
que se trató de un gesto de humanidad ante una madre de 92 años que desea
ayudar a su hijo, conocido como El Chapo y preso actualmente en una cárcel de
Estados Unidos.
López
Obrador dio a conocer la carta que Consuelo Loera le había hecho llegar. En
ella le informa que las gestiones para conseguir la repatriación del famoso
narcotraficante no fueron aceptadas por el gobierno de Estados Unidos e insiste
en la solicitud de apoyo de Palacio Nacional para poder viajar al vecino país y
ver a su hijo. Todo ello potenció el encono de opositores al político
tabasqueño, quienes magnificaron el hecho hasta pre-tender convertirlo en una
prueba de pactos de narcopolítica.
Ayer se
reportó que el ex secretario de Comunicaciones y Transportes con Enrique Peña
Nieto, Gerardo Ruiz Esparza, sufrió un infarto cerebral y que fue
hospitalizado. Pieza clave en la operación financiera del peñismo, desde el
gobierno del estado de México (donde fue secretario de Comunicaciones, de 2005
a 2011) hasta el federal, el abogado de 70 años de edad fue implicado en las
investigaciones judiciales relacionadas con la llamada Estafa Maestra, aunque,
en realidad, su paso por la SCT, durante todo el sexenio de alta corrupción de
Peña Nieto, estuvo caracterizado por múltiples señalamientos de complicidad con
empresas nacionales y extranjeras (sobre todo españolas) para la asignación de
contratos y en la protección de esas firmas de negocios en momentos críticos
por incumplimientos, elevación de presupuestos y responsabilidades por fallas y
errores.
Y mientras,
el gobernador panista de Querétaro, Francisco Domínguez, anunció ayer que
resultó positivo en coronavirus, con lo cual se suma a la lista de mandatarios
estatales así afectados, que comenzó con el priísta Omar Fayad, de Hidalgo, y
continuó con el morenista Adán Augusto López Hernández, de Tabasco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.