Sanjuana Martínez.
Señores consejeros:
cuando ustedes tomaron protesta a su cargo, juraron ser imparciales y
equilibrados en sus decisiones. Juraron conducirse con la verdad. Juraron
cumplir cabalmente con su cometido.
Pues mintieron. No han hecho bien su
trabajo. Al contrario, están fortaleciendo el fraude electoral. Están
favoreciendo al partido en el poder, el Partido Revolucionario Institucional
(PRI).
Su trabajo deja mucho que desear
porque han traicionado los valores democráticos. Ustedes, señoras y señores consejeros,
se han negado al principio de equidad al tomar sus decisiones.
No sabemos si por corrupción, por
ineptitud o porque así se los mandaron hacer. Ustedes prefirieron traicionarse
a sí mismos y luego traicionar a los mexicanos, y finalmente agacharon la
cabeza para someterse a las órdenes del presidente y sus testaferros.
Señoras y
Señores Consejeros, ustedes han
demostrado carecer de toda ética y moral. Con sus malas decisiones nos han
demostrado también, carecer del sentido del cumplimiento del deber por encima
de cualquier seducción.
Ustedes, han garantizado impunidad a
los miembros del partido en el poder y sus aliados. Han dejado de velar los
derechos político-electorales de los ciudadanos, para velar y defender los más
diversos intereses inconfesables en las últimas elecciones.
¿Dónde quedó la independencia con la
que debieron conducirse? ¿Dónde quedó el apego a la ley? ¿Dónde quedó la
legalidad en beneficio de la sociedad? ¿Dónde quedó el cambio de las maltrechas
instituciones electorales de México que históricamente han fracasado?
Ustedes,
Señoras y Señores Consejeros han
envilecido la sana competencia democrática. Y, por si fuera poco, Eduardo Gurza
Curiel, titular de la Unidad de Fiscalización del INE ha mostrado que la
corrupción cubre sus decisiones y se ha negado a aceptar que las autoridades
electorales en los estados están sometidas a los gobernadores, controladas y
manipuladas con los recursos del estado.
Consejeros, ustedes no fueron capaces de investigar el
exagerado y evidente desvío de recursos públicos de programas sociales durante
la campaña del candidato del PRI Alfredo del Mazo, al gobierno del Estado de
México. Con la mano en la cintura se negaron a cumplir con su deber, exhibiendo
de manera descarada su parcialidad al PRI. Se han negado a sancionar a todos
por igual. Aplican multas que saben que tardarán en pagar a modo, solo para
simular.
También se negaron a castigar la compra de votos
encabezada por el PRI en el Estado de México y en Coahuila. Ustedes saben de
sobra que las elecciones en esos dos estados fueron un auténtico fraude.
Ustedes conocen las decenas de irregularidades denunciadas. Ustedes tuvieron en
sus manos las pruebas para actuar y prefirieron no hacerlo.
Ustedes, consejeros,
nos han demostrado que todo el entramado
de instituciones electorales que existe actualmente en México está podrido. Nos
han dejado claro que así nunca habrá cambios, que habrá una continuidad del PRI
y sus aliados. Y lo más importante: que las elecciones del 2018 serán
igualmente fraudulentas.
Nos han dejado claro que no hay
castigo para los imparciales Órganos Públicos Locales Electorales (OPLE) que
funcionan en cada entidad controlada por el PRI y sus aliados.
El Consejero Presidente, Lorenzo
Córdova Vianello se ha convertido en un pelele del PRI. Su deslealtad a la
democracia no solo constituye una felonía imperdonable, sino un posible delito
que perseguir. Su traición a la democracia debería ser considerada
inmediatamente una oportunidad para someterlo a proceso judicial porque de
manera sistemática ha tomado decisiones parciales que generalmente benefician
al PRI.
Lorenzo
Córdova ha permanecido inamovible cada
vez que recibe las denuncias que evidencian las ilegalidades cometidas por el
PRI. Ha preferido hacer la vista gorda para sostener su puesto, su jugoso
salario y todas las prerrogativas personales que va acumulando para cuando se
vaya a su casa después del deber no cumplido.
Señoras y
Señores Consejeros, ustedes NO
garantizan las elecciones libres y justas que los mexicanos necesitamos.
Ustedes NO garantizan la paz pública.
No garantizan la integridad de las
próximas elecciones a presidente de la República en el 2018. Ustedes, NO son un
árbitro objetivo. Ustedes ya están viciados, coptados, sometidos al poder.
Por lo
tanto, deben renunciar ya.
Señoras y Señores Consejeros, si les
queda un ápice de decencia, un mínimo de ética, un gramo de moral, renuncien.
No han podido o no han querido desarrollar bien su trabajo, váyanse ya. Háganle
un favor al país, entreguen a los ciudadanos que han traicionado, un poco de
honestidad, esa que les faltó durante el desarrollo de su patética actuación en
las últimas elecciones. Pero antes de irse por la puerta chica por ser unos
traidores, anulen las elecciones de Coahuila y el Estado de México.
Y si no lo
hacen. Si se aferran a sus puestos, a
sus prebendas, que sea el Congreso de los Diputados el que regule, el que
encuentre una configuración jurídica para mandarlos a su casa, para removerlos
y quitarles una atribución que no merecen.
Pero si a pesar
de todo continúan, si carecen de grandeza humana y congruencia. Queridos lectores, los invito a conocer su
nombre, su rostro, su trayectoria. Identifiquemos en la calle, en un
restaurante, en cualquier lugar a los traidores para mostrarles nuestro rechazo.
Y para que vivan el resto de sus días con el estigma. Tenemos que ejercer
nuestra ciudadanía.
Aquí sus
nombres: Consejero Presidente: Lorenzo
Córdova Vianello. Secretario Ejecutivo: Edmundo Jacobo Molina. Consejeros
Electorales: Enrique Andrade González, Marco Antonio Baños Martínez, Adriana
Margarita Favela Herrera, Ciro Murayama Rendón, Benito Nacif Hernández, Dania
Paola Ravel Cuevas, Jaime Rivera Velázquez, José Roberto Ruiz Saldaña,
Alejandra Pamela San Martín Ríos y Valles y Beatriz Claudia Zava Pérez.
Ellos son
nuestros empleados. Y merecen ser despedidos.
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