jueves, 27 de julio de 2017

PRI-Morelos, en las mismas manos perdedoras.

Georgina Morett.

El PRI designó como presidente provisional del Comité Directivo Estatal en Morelos a Fernando Charleston Hernández, exfuncionario del gobierno de Javier Duarte en Veracruz.

La renovación de la dirigencia del PRI en Morelos es una mascarada. Los decisores, el delegado ilustre Fernando Charleston, brillante exsecretario de Finanzas del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, y el CEN del PRI, reiteraron la entrega de ese partido a sus verdaderos dueños, que son el excandidato al gobierno del estado, Amado Orihuela, y los no menos desacreditados Maricela Sánchez y su pareja, Guillermo del Valle.

La oligarquía así conformada tiene el mérito de su derrota en las elecciones de 2012 y el revés que sufrieran en los comicios de 2015 para la presidencia municipal de Cuernavaca. No obstante que se regodean de contar con una gran estructura electoral, es evidente que por las prácticas en las que han incurrido esa estructura no les es leal.

Con esa determinación se avala el comercio de candidaturas que esas personas han instaurado y el PRI no podrá ganar la gubernatura el próximo año, que perdió desde 2000, con la llegada del panista Sergio Estrada Cajigal.

Ver para creer. Ahí está el partido que se ha hipotecado en Morelos y gracias a ello Alberto Martínez, el nuevo presidente del PRI morelense y Maricela Velázquez, secretaria general, que representan a Amado Orihuela y a Maricela Sánchez, seguirán sumando derrotas.

Pero además de que se han apropiado del partido y los puestos de elección popular en el estado, se habla del enriquecimiento de estos personajes.

Aparecen en videos que los ridiculizan y exhiben, pero el PRI nacional se muestra poco sensible para los temas del prestigio y de la honestidad, y eso que la actual dirigencia se ha querido envolver en la bandera anticorrupción y ha expulsado a personajes como el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte.

De acuerdo con algunos militantes, se trata de un PRI que premia el cinismo y Enrique Ochoa, su presidente, impulsa la carencia de valores.

Se dice que la mano del gobernador Graco Ramírez está metida, pues la pareja de la secretaria general es funcionario del gobierno estatal; por otra parte, los coqueteos de Amado Orihuela con el PRD han sido exhibidos. Así, el PRI morelense no ganará, pero si lo harán, y mucho, sus flamantes dirigentes, con el aval del PRI nacional.


POR FAVOR, REVISEN.

Algo raro pasa con los políticos de todos los partidos que dejan pasar a verdaderas fichas como funcionarios o candidatos y cuando por alguna razón se conoce su calaña, los líderes niegan saber lo que hizo el personaje o lo niegan a él.

Dos fichas en una semana y de dos distintos partidos políticos: el delegado de Tláhuac, Rigoberto Salgado Vázquez, por Morena, y Xóchitl Dominga Tress Rodríguez, por el PAN.

La amante de Duarte dio y sigue dando mucho de qué hablar en las redes sociales y los medios, pero al entonces mandatario no le importó, ni a los panistas y del Partido Verde que la impulsaron como candidata.

Xóchitl Tress siguió apareciendo en fotos con distintos políticos y fue secretaria de Educación, sin que se investigara el porqué de las muertes trágicas de su marido Gregorio Barradas, de su padre Nahúm Tress Mánica y de su medio hermano Oscar Tress Marini, por comandos armados. Con todo este historial dudoso, ella aparece en distintas fotos con la aspirante presidencial Margarita Zavala y es una de sus más fieles simpatizantes: da retuit a lo que envía Zavala  y sus seguidores.

En el PAN fue cercana a Hermann Ortega, quien fue secretario general del albiazul en Veracruz en el sexenio de Felipe Calderón.


En definitiva, los partidos políticos, que tanto cuestan a los ciudadanos, deberían ser mucho más cuidadosos respecto a sus militantes y sobre todo sus candidatos.

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