Con una marcha de la Cámara de
Diputados a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, la maestra Delfina
Gómez Álvarez, ex candidata a la gubernatura del Estado de México por el
partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), realizó su tercer día de
protestas en contra del fraude en las pasadas elecciones.
Tras
pernoctar afuera de la Cámara baja, la maestra Delfina recorrió las calles con
docenas de simpatizantes que lanzaban consignas a su favor.
“De norte a
sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste”, corearon en
el trayecto.
Gómez, quien
encabeza la marcha, es acompañada por Martí Batres, dirigente de Morena en la
Ciudad de México.
Por la mañana, en entrevista, Delfina
Gómez aseveró que no es descabellado pedir que se abran las urnas para contar
voto por voto, ya que eso daría certeza a los resultados.
Dijo que el lunes marchará hacia las
instalaciones del Tribunal Electoral del Estado de México, en donde esperará la
respuesta de las autoridades electorales sobre las impugnaciones presentadas.
“Vamos a esperar si ya tenemos alguna
respuesta. Si lo hacen un día después, nos quedamos otro día o esperamos a que
haya respuesta a estas impugnaciones”, dijo.
Delfina
Gómez reiteró que de no haber respuesta
a sus impugnaciones analizará qué otras acciones emprender.
Adelantó que el miércoles marchará a
la Secretaría de Gobernación, al Senado y a Los Pinos y el viernes a Santa Fe.
El sábado a la Marquesa, el domingo a Lerma y el lunes a las instalaciones del
Tribunal Electoral del Estado de México, donde dará por concluida su marcha por
la esperanza.
El objetivo de la maestra de salir a
las calles es para rechazar el intento de Enrique Peña Nieto de imponer a su
primo Alfredo del Mazo como Gobernador y exigir a las autoridades electorales
limpiar las pasadas elecciones.
Si algo ha depurado el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) en cada una de las elecciones en las que ha
participado a lo largo de los años es una “maquinaria” de detección de
carencias sociales, entrega de dádivas con recursos públicos y, con esos
elementos, coacción de una cantidad de votos que le permite esperar resultados
electorales favorables en el Estado de México.
De acuerdo
con el historiador y sociólogo Álvaro Arreola Ayala, del Instituto de
Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, las elecciones pasadas, en la que la
autoridad electoral del Edomex dio ventaja al candidato priista Alfredo del
Mazo Maza –irregularidades que ahora causan sospechas por las inconsistencias
en las sumas, por parte de diversos ejercicios de especialistas y medios–, fue
resultado del “sistema clientelar histórico” que ha operado en territorio
mexiquense y que consiste, entre otros elementos, en el despliegue de
servidores públicos responsables de asignar los recursos requeridos en cada
zona a partir de los diagnósticos socioeconómicos.
El Estado de
México, el más poblado de la República, es territorio más que fértil para este
tipo de prácticas. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval), un 49.6 por ciento de la población del
estado (8.2 millones de personas) vive en situación de pobreza; otro 23 por
ciento (3.9 millones) es población vulnerable por carencias sociales y otro 9.3
por ciento (1.5 millones de habitantes) es vulnerable por ingresos. La suma de
estos grupos indica que más de ocho de cada 10 habitantes del estado sufren
algún tipo de rezago económico.
En este
contexto, la elección para Gobernador del Estado de México estuvo caracterizada
por la participación, antes y durante la campaña, de Secretarios de Estado del
Gobierno federal que de manera reiterada realizaron actos públicos en los que
entregaron diverso tipo de ayudas.
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