La madrugada del viernes 25 de
agosto, Samara Reyes Sandoval despertó angustiada ante la insistencia del
timbre de su casa: fue el inicio de una pesadilla que culminó con una brutal
golpiza a ella y su hijo de cuatro años y medio.
La abogada
de varios funcionarios duartistas que alegan despidos injustificados en
distintas secretarias de Veracruz, Pía
Irene Salazar, estrelló su auto contra el portón, entró a casa de Reyes
Sandoval, rompió vidrios y entró para golpearla junto a su pequeño.
Antes de ser
atacada en el interior de la habitación de su pequeño hijo, Samara Reyes
alcanzó a llamar por teléfono a su pareja sentimental, Juan Guillermo Gasca
Esperón, secretario de Acuerdos del Segundo Juzgado de Distrito Federal con
sede en Xalapa.
Este juzgado y su titular han negado
amparos en repetidas ocasiones a Arturo Bermúdez Zurita, ex titular de
Seguridad Pública durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
Coincidentemente, Pía Irene Salazar
fue una de las primeras abogadas que intentó defender a Bermúdez Zurita cuando
en febrero pasado se le ejecutó una orden de aprehensión que lo mantiene en
prisión preventiva.
El mismo juzgado también ha negado
amparos al ex secretario de finanzas y planeación Mauricio Audirac, quien buscó
su libertad a través de una solicitud de amparo en dicho juzgado, pero que le
fue negada.
“La noche
más obscura en mi vida”
“Yo estaba
el jueves en la noche dormida en mi casa al lado de mi hijo, ya que mi pareja
estaba en algunos temas laborales. Yo estaba en mi domicilio como todos los
días y por ahí de las dos de la mañana comenzaron a tocar el timbre con mucha
insistencia.
“Me asomo
por la ventana para ver quién era la persona que estaba tocando con tanta
insistencia. Pude ver que era una mujer. Afuera de mi casa estaba estacionado
un coche Mercedes Benz y yo amablemente le pregunto a esa mujer que qué era lo
que se le ofrecía”, declara en entrevista Samara Reyes.
La persona
insistía que bajara para conversar, pero ella se negó y como respuesta Pía
Irene Salazar seguía tocando el timbre de forma imprudente, por lo que se le
advirtió que dejara de hacerlo o se llamaría a las autoridades.
“Ella no
entendió y lo que hice asustada de no saber qué hacer fue llamar a mi pareja y
decirle lo que sucedía. Me preguntó qué carro es y le dije que era una mujer de
tales características.
“Me dijo:
Sabes qué, es mi ex, no le abras, no bajes y no te asomes. Háblale a la
Policía. Justo cuando yo iba a intentar hablarle a la Policía, esta mujer se
subió al auto y entró por el garaje de mi casa”, describió.
Cuando ella
se dio cuenta del impacto y de que había penetrado a su casa chocando el portón,
fue que entendió que algo no estaba nada bien y sintió pánico y temor por su
vida.
“Yo me
espanté más y me preocupé por mí y mi hijo porque estábamos solos. Le dije a mi
pareja que llegara rápido y hablara él con la Policía y como Dios me dio a entender
pensé muchas cosas.
“Por mi
mente sólo pasaba lo peor. Le marqué al papá de mi hijo que vive muy cerca de
donde nosotros vivimos, para que fuera por el niño, porque lo que me tenía con
mucho pendiente era mi pequeño”, relató Samara Reyes.
Bajó corriendo
hasta la habitación donde se encontraba su hijo y al cobijarlo y tomarlo entre
sus brazos, escuchó como rompían vidrios y golpes en las puertas de abajo.
Con el miedo intentó salir cargando a
su menor, pero se topó con la agresora de frente, quien la comenzó a golpear y
a su hijo junto con ella, por lo que sólo intentó cubrir a su pequeño y
protegerlo.
“Me amenazó, me dijo cosas horribles,
insultó a mi hijo y yo le dije que se fuera de mi casa. Le supliqué que nos
dejara en paz, que yo no la conocía y que yo no tenía nada que ver con ella.
“Ella se
burlaba y me decía que si no sabía quién era ella. Fue cuando se me fue encima
a mí y a mi hijo. Fue cuando me golpeó a mí y a mi hijo. Obviamente yo traté de
defender a mi hijo y ella me agredió, me dejó totalmente lastimada de mi cara,
de mi maxilar.
“Mi hijo
preguntando por qué? ¿Pero por qué mamá? Porque te hace esto esta mujer. ¡Yo le
decía a mi hijo vete hijo! ¡Corre, corre! Y mi hijo obviamente trataba de
proteger a su mamá y se quería meter y esa era mi miedo”, narra la víctima de
la agresión.
Aunque se le hizo una eternidad, pudo
defender a su hijo hasta que el papá del niño llegó, así como su pareja y la
Policía Estatal, cuyos elementos trataron de sujetar a la agresora.
“Yo pude percibir que esa mujer traía
un grado excesivo de aliento alcohólico. Pude ver que estaba demasiado tomada.
Ella me decía que me iba a matar, me decía voy a matar a tu hijo y voy a matar
a Memo. Los voy a matar a todos. Cada que me golpeaba me decía que me iba a
matar.
“Yo soy la ex de tu marido y los voy
a matar a todos. Yo le dije que se iba a meter en un problema porque existen
leyes, porque nosotros no te hemos hecho nada. Ella se reía y me decía que
tenía contactos políticos, dijo que tenía nexos con la mafia y que era
intocable y que a ella no le podía pasar nada”, recuerda.
La Fiscalía General del Estado (FGE)
que encabeza Jorge Winckler, admitió la denuncia con el número de expediente
UAT/DXI/2467/2017 presentada por la pareja sentimental de Samara Reyes, el
secretario de acuerdos Juan Guillermo Gasca Esperón.
La ubica
Jorge Winckler como parte del equipo de Bermúdez
El pasado 16
de febrero, familiares de desaparecidos en Veracruz entraron a la fuerza a las
oficinas de la FGE, argumentando haber esperado tres horas para ser atendidos
por el Subsecretario Roberto Campa Cifrián y el Fiscal de Veracruz, Jorge
Winckler Ortiz, así como la Comisionada Estatal de los Derechos Humanos, Namiko
Matzumoto Benítez.
Pía Irene
Salazar Santana, en ese momento parte del equipo defensor del ex secretario de
Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, ingresó a esa reunión, motivando a
varios de los asistentes a que gritaran e interrumpieran el evento, pues era
parte del colectivo ciudadano.
El Fiscal
veracruzano Jorge Winckler, pidió a la abogada de Bermúdez que saliera del
lugar, pues no podía estar la defensora de uno de los investigados en las
desapariciones forzadas de varias víctimas.
Las redes
sociales veracruzanas tergiversan la verdad
A pesar de que policías estatales
comprobaron los hechos, Pía Irene Salazar fue puesta en libertad y declaró que
Gasca Esperon y el padre del hijo de Samara Reyes, el empresario Carlso Abreu,
le habían robado su auto, por lo que la FGE abrió también una carpeta de
investigación en ese sentido.
Luego del escándalo, la abogada
filtró la información a medios locales veracruzanos, quienes dieron por hecho
la versión de la supuesta agresora y viralizaron el fin de semana la
información, aunque al parecer de forma equivocada.
Documentos en poder de Aristegui
Noticias confirman la averiguación, además de que los videos de vecinos
atestiguan la llegada de la implicada al lugar de los hechos, en el automóvil
Mercedes Benz.
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