El Tribunal Electoral del Estado de Coahuila
refrendó el triunfo del candidato del PRI, Miguel Riquelme, a pesar de que
reconoció que durante la pasada elección existió robo de urnas, irregularidad
que consideró como “un hecho aislado”.
Los magistrados Valeriano Valdés,
Elena Treviño y Ramón Guridi desecharon 40 impugnaciones que presentó el Frente
por la Dignidad de Coahuila, con las que solicitaron se invalidara la elección.
Valdés y Treviño votaron en favor del
dictamen final sobre las impugnaciones, pero el magistrado Ramón Guridi lo hizo
en contra, con el argumento de que, debido al “cúmulo de irregularidades”, se
debería anular la elección.
Durante la
sesión se leyó la ponencia que contenía las principales irregularidades.
La magistrada Elena Treviño destacó
que en las pruebas presentados por el Frente quedó documentado el “robo de
urnas”, pero consideró esa ilegalidad “un hecho aislado” que no alteró el
resultado final de la elección.
El dictamen final sobre los votos fue
modificado para que el PRI obtuviera el triunfo con más de 473 mil sufragios
contra 445 mil del abanderado del PAN, Guillermo Anaya.
Los
magistrados rechazaron las impugnaciones
sobre el mal manejo de 23% de los paquetes electorales; las irregularidades
para los nombramientos de representantes de casilla y el rebase de los topes de
campaña por el candidato del PRI.
En la
ponencia final reconocieron que hubo
irregularidades en el Conteo Rápido ya que no se contó más de 28% de las actas,
pero argumentaron que “no alteraron el resultado final de la elección.
Tras el
fallo del Tribunal Electoral de Coahuila, la validez de la elección ahora
dependerá del dictamen final del Tribunal Federal Electoral.
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