Comunidades rarámuris de Guadalupe y
Calvo, municipio localizado en el Triángulo Dorado, en la Sierra Tarahumara,
recuperaron 21 de 70 cabezas de ganado que los caciques Cornelio y Aurelio
Alderete Arciniega les habían robado. Sin embargo, días después las reses
volvieron a ser sustraídas.
Los ladrones fueron apoyados por el
presidente seccional de Baborigame, Emigdio Ramírez Gómez, quien prestó una
máquina Caterpilar de la Secretaría de Desarrollo Rural para abrir una brecha
de terracería hasta los terrenos de los dos hermanos que pagaron a pistoleros
para hurtar las reses.
La Red de Defensa de los Territorios
de la Sierra Tarahumara denunció que con esa maquinaria fueron derribaron casi
2 mil árboles y destruyeron cultivos y cercos de los indígenas de Cordón de la
Cruz, Mesa Colorada, El Tepozán y Tuáripa, quienes durante un año han
enfrentado el despojo por parte de particulares mestizos.
“Les han robado su ganado en total
impunidad, pues a pesar de las denuncias hechas ante las autoridades
correspondientes (e incluso ante el mismo gobernador Javier Corral), los
responsables del abigeato siguen libres”, sostuvo la Red.
Destacó que Cornelio y Aurelio
Alderete Arciniega, a quienes se ha sido denunciado públicamente, han afectado
a las comunidades desde julio de 2016.
Los hermanos cercaron los terrenos y
exigieron a las familias que sacaran su ganado porque, según dijeron, desde
hace diez años compraron esas tierras.
“Los sicarios o pistoleros arriaron
el ganado de los habitantes de las comunidades y lo sacaron del predio. Taparon
el único camino de ingreso a Mesa Colorada y Tepozán, derribando dos pinos, e
instalaron un campamento con lonas, hules y cuerdas, donde se mantienen los
pistoleros de la familia Alderete con armas de alto poder”, de acuerdo con los activistas.
De igual
manera, informaron que se solicitó la
ayuda de la Dirección de Gobernación y de la Comisión Estatal de Seguridad para
que retiraran a los pistoleros y destruyeran el campamento instalado por los
hermanos Alderete Arciniega, porque impiden el libre tránsito de los indígenas
y el ganado de las familias, sin posibilidad de pastoreo.
Ante el Ministerio Público de
Baborigame, los pobladores de Mesa Colorada, El Tepozán y Cordón de la Cruz
presentaron sus respectivas demandas por el robo.
Señalaron que en octubre de este año
“los habitantes de Mesa Colorada, El Tepozán y Cordón de la Cruz se enteraron
del lugar donde estos señores tenían el ganado y, en compañía de la policía
ministerial, se trasladaron al rancho Cerro Prieto. Encontraron solo 21 de las
70 cabezas de ganado que Aurelio y Cornelio sacaron de los parajes indígenas;
sin embargo, al día siguiente de recuperar el ganado, los agresores volvieron a
robarlo mientras pastaban en el territorio”.
Con disparos, otro integrante de la
misma familia, Guadalupe Alderete, amenazó a los pobladores y los obligó a
dejar ahí el ganado, que hasta ahora no han vuelto a recuperar.
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