Raymundo
Riva Palacio.
Los
economistas de Goldman Sachs en el mundo se dieron a la tarea de analizar
números que parecían interminables, desarrollando 200 mil árboles de
probabilidades y un millón de simulaciones. Como en las últimas copas del mundo
de futbol elaboraron sus pronósticos sobre los resultados en Rusia. El
economista en jefe del afamado banco de inversión neoyorquino, Jan Hatzius,
revisó meticulosamente los resultados y cada probabilidad juego por juego. La
predicción fue que ganaba Brasil derrotando a Alemania. No era el equipo teutón
el que tenía mayores posibilidades entre los europeos de llegar a la final,
sino Francia, pero la econometría de los expertos de Goldman Sachs chocaba con
que, para el infortunio galo, para llegar al último juego, el 15 de julio en
Moscú, tenía que enfrentarse antes con Brasil.
Las
predicciones de Goldman Sachs veían que si bien España y Argentina no estarían
en sus mejores momentos, pasarían sin problemas a las siguientes rondas, pero
debajo de Francia y Portugal, y que el anfitrión no avanzaría de su grupo. Los
resultados hasta ahora han mostrado otras cosas. Rusia avanzó sin problema en
su grupo, Portugal pasó segundo después de España, y Argentina estuvo a punto
de ser eliminada por Nigeria. Alemania fue sorprendida por México, que estuvo
virtualmente eliminada hasta que en la gran chica del torneo, Corea del Sur,
eliminó a los campeones mundiales y salvó a los mexicanos.
Alemania fue
arrumbada al cuarto lugar del grupo que llamaron los cronistas mexicanos “de la
muerte”, con todo y su entrenador, Joachim Löw, uno de los tres mejores pagados
del mundo. Ninguno de los modelos empleados por Goldman Sachs, utilizando las
tecnologías más avanzadas, sugirieron tal desenlace, que provocó su casi
linchamiento en la prensa germana. La gran escuadra alemana se fue dos semanas
antes de lo que habían pronosticado y su lugar en la tabla final estará por
debajo del 16. México aparecía en el lugar 13 y Suecia en 14, pero pasaron a la
siguiente ronda como el dos y el uno del grupo. Suiza, que estaba en el 20,
pasó a la siguiente ronda. Arabia Saudita, que no le daban mayores
posibilidades, salvo derrotar a Rusia, perdió en la primera ronda con el
anfitrión.
Los dos
economistas encargados de revisar las probabilidades de México, Alberto Ramos y
Gabriel Fritsch, afirmaron que dependían de tres jugadores, Hirving El Chucky
Lozano, Carlos Vela y Javier El Chicharito Hernández. Los tres han sido
elogiados por la prensa europea por su calidad, particularmente en la victoria
sobre Alemania, pero los expertos de Goldman Sachs nunca vieron el valor que
tuvo Guillermo Ochoa en el avance de México, que hasta este momento es
considerado si no el mejor, uno de los mejores en la Copa del Mundo. “El Tri
tiene el talento necesario para sorprender”, admitieron los economistas de
Goldman Sachs. “Y como les gusta cantar a los mexicanos cada cuatro años: ¡Sí
se puede, sí se puede!”
Los primeros
resultados de la Selección, no el reporte de Goldman Sachs, fueron aprovechados
en México por los políticos –nada extraordinario para lo acostumbrado–, y en el
extremo de la propaganda, el presidente Enrique Peña Nieto dijo, tras la
victoria sobre Alemania, que su actitud y entrega se asemejaba a la
competitividad mexicana. El documento futbolero del banco de Wall Street decía
otra cosa en su capítulo sobre la eficiencia mexicana. Si se analizara la
productividad versus el número de goles en los juegos, México estaba en el
grupo de los deficientes. Ya no se repitieron ese tipo de discursos tras la
espantosa derrota ante Suecia, cuando el equipo pareció la antítesis de su
planteamiento ante Alemania, pero era lo de menos. Como sí había pronosticado
el equipo financiero, México avanzó a la siguiente ronda, pero no como se había
previsto. Le ganó a los teutones, no perdió y cayó ante los escandinavos, no
los superó. Los resultados finalmente son los que cuentan, y ya se verán las
caras con los brasileños el próximo lunes en la Arena Samara.
“El Tri
tiene el talento para sorprender”, anticiparon los economistas Ramos y Fritsch
en su evaluación integral sobre el estado de cosas en México. “(Este año)
probablemente cambiará el balance general del poder público y modificará el
entorno del poder político y la mezcla con la política convencional por una
plataforma más aislacionista, heterodoxa e intervencionista”. Cualquier
similitud con la posibilidad de una victoria del candidato de Morena, Andrés
Manuel López Obrador, es correcta. Sobre esto, Goldman Sachs no hizo un ejercicio
econométrico como con el futbol, sino que se basó en las encuestas y sus
análisis de riesgo, contenidos en otros documentos para sus clientes.
Goldman
Sachs utilizó modelos de aprendizaje para poderlos correr a través de un gran
volumen de posibles variables explicativas para producir predicciones más
precisas que las alternativas convencionales. “Es difícil evaluar qué tanta fe
puede uno poner en estas predicciones”, apuntaron tres de los economistas que
participaron en la elaboración del reporte. “Capturamos la naturaleza
estocástica (un proceso que analiza comportamientos no determinantes) del
torneo, utilizando cuidadosamente lo más moderno de los métodos estadísticos y
consideramos mucha información para hacerlo, incluida la de los jugadores en el
campo.
“Las
predicciones permanecen altamente muy inciertas, aún con las más sofisticadas
técnicas de la estadística, simplemente porque el futbol es un juego bastante
impredecible. Esto es, precisamente, por qué es tan emocionante ver la Copa del
Mundo”. Ciertamente, el factor humano, totalmente impredecible, hace que muchas
actividades sean impredecibles. De eso sabemos mucho, sobre todo en tiempos
como los actuales, donde, invariablemente, lo mejor es observar, participar y
divertirse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.