miércoles, 27 de junio de 2018

Revisión de contratos, en cuenta regresiva.


Atzayaelh Torres.

En este momento la certidumbre es más valiosa que cualquier mega-yacimiento en México. Vale más que cualquier contrato de las rondas petroleras o de las subastas eléctricas, es más, supera el valor del 'contrato' de Braskem-Idesa con Pemex.

La exultante posibilidad de que López Obrador llegue a la Presidencia de la República tiene al sector en vilo, un temor que no es gratis, pues a pesar de que las empresas, a través de sus asociaciones u organismos, dicen no perder la calma, en la realidad las propias autoridades les han metido en la cabeza el miedo de manera involuntaria.

A este espacio llegaron versiones de que en reuniones con petroleras como ENI, la propia Comisión Nacional de Hidrocarburos les ha informado que mantienen varios “trámites” detenidos hasta no ver el desenlace de las elecciones el próximo 2 de julio, aunque no dejaron claro si fueron comentarios a título personal de los funcionarios o una posición institucional.

Al ser cuestionada, por supuesto que la CNH lo negó, y dijo que en breve daría paso a los cambios que está revisando por meros motivos técnicos, en el plan de trabajo de la italiana para que reanude operaciones ASAP.

Pero a nivel de cancha, los trabajadores in situ y otros cercanos al caso, sostienen la versión de que hay miedo de que gane López Obrador y no quieren seguir avanzando, punto.

Lo cierto es que la revisión de los contratos tiene a todos expectantes, los tiene pensando si es sólo un pretexto para buscar la reversión de la Reforma Energética, o sólo un grito de guerra en una campaña política. No lo saben aún.

Durante la campaña, las petroleras, Secretaría de Energía (Sener), reguladores y demás, desgastaron el discurso de que los contratos sólo podrían ser revertidos casi casi por el mismísimo Creador del Universo. Ahora las empresas se sienten descobijadas pues han caído en cuenta que su continuidad depende en gran medida del Ejecutivo Federal, vía la Sener, y no de la autonomía de los órganos reguladores, quienes sólo pueden sugerir si es oportuno o no, organizar alguna ronda o licitar algún contrato.

Así, pocos fueron los acercamientos que tuvieron las diferentes organizaciones del sector energético con el equipo de Andrés Manuel y hoy tienen nervios. Incluso apenas hoy el Consejo Mexicano de la Energía (Comener), que comanda Juan Acra, se reunirá con ellos, un equipo que representa a quien dijo que si lograban llegar vencedores la semana que viene, buscarían reunirse de inmediato con el presidente Peña Nieto para pedirle que no otorguen más contratos y que hagan una transición ordenada.

La incertidumbre ha pesado más de lo que podemos imaginar en el sector energético. Este domingo se abrirán más dudas de las que se podrán despejar, sin embargo, la ventaja es que tendremos a quien pedirle respuestas y no sólo promesas de campaña.

¿TODOS TIENEN SU PERMISO?

En un país que puede almacenar gasolinas para menos de tres días, fomentar la construcción de terminales es prioridad. En El Financiero hemos dado cuenta de sendas inversiones en terminales de almacenamiento que se están haciendo en diferentes partes del país, pero ¿todas tendrán ya sus permisos en orden?, fuentes nos reportan de al menos tres importantes proyectos que ya están en construcción aun no cuentan el aval de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), en cuanto lo que se refiere al SAISOPA, un sistema de administración de seguridad industrial y operativa, y cuyo trámite, cuentan, llega a tardar en el mejor de los casos hasta seis meses. Valdría la pena que Guillermo García Alcocer, presidente de la Comisión Reguladora de Energía, quien sí ha emitido a tiempo los permisos para las diferentes construcciones, les eche una revisada, o de plano que escale directo a la oficina de Aldo Flores, subsecretario de Hidrocarburos de la Sener.

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