Sanjuana
Martínez.
Mario Sierra
Moncada, hijo del general Roberto Sierra Páramo, solicitó a SinEmbargo.mx una
oportunidad para contar su verdad en este espacio: primero quiere dejar en
claro que todas las fotos donde exhibe un lujoso estilo de vida corresponden a
un “personaje” que él mismo ha creado para convertirse en “influencer”.
Y añade: “Quiero dejar claro, que ni yo ni mi
familia tenemos nada que ocultar, aquí estamos dando la cara. No hay nada que
esconder. Estamos en México, somos mexicanos. La gente tiene que entender que
no robamos, no vivimos de sus impuestos. Mi papá vive de su sueldo, yo vivo del
mío. Quiero dejar claro que no sale de mi bolsillo el pagar esas excentricidades
de marcas, de yates y aviones. Yo nunca he pagado eso, es simplemente un
personaje, que ha tenido la suerte de vivir esos escenarios”.
Mario Sierra Moncada se considera un
ser humano con suerte y afirma que el avión donde se fotografió diciendo que
era el del presidente, es simplemente una “réplica que se encuentra en un
deportivo”, aunque no ofreció el nombre y la dirección del mismo.
“Se me
fueron las cabras. No carburé al poner que era el avión presidencial. Fue un
error. No medí la consecuencia. Es una tontería. Es como el restaurante de
Wing’s que era un avión. En mi vida he ido al avión presidencial. No lo
conozco.
— ¿Y dónde está esa sala réplica del
avión presidencial?
— Es una sala, no es un avión, está
adentro de un deportivo de deporte, de hacer ejercicio.
—¿Cuál? ¿Cómo se llama? ¿Dónde está
ubicado?
— No sé, pero está en un salón de
eventos que tenía está sala como si fuera el avión presidencial. El ingeniero
que la construyó quiso aparentar que era el avión. Yo me senté y me tomé la
foto. Fue mi error. Fue una tontería, cometí el error de poner una ubicación
que no correspondía donde yo estaba.
— No es la única ubicación polémica,
también tiene ubicaciones en fotos con caballos que fueron tomadas en el Estado
Mayor Presidencial, en la Secretaría de la Defensa…
— Es un deportivo donde puedes pagar
una membresía.
— ¿Es el mismo deportivo?
— Sí.
— Insisto, ¿cómo se llama el
deportivo?
— El
Deportivo Hípico me parece. Yo no soy socio, ni miembro. Tengo distintas
amistades que de repente me dicen: “oye Mario, te invito a montar conmigo”. Y
yo como blogger aprovecho. Para mi es contenido, agarro un caballo y me tomo
una foto, pero no significa que sean cosas mías ni de mi papá, ni que sean
cosas del gobierno, no.
— Las fotos donde aparece con su
papá, dice de ubicación: Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)…
— Yo quiero
muchísimo a mi papá. Crecí con un papá militar, estricto a más no poder, súper
trabajador, súper honesto, que nos inculcó el trabajo y los estudios. Es mi
orgullo, él ha trabajado día y noche, por eso me saco fotos con él vestido de
uniforme.
— ¿Y cómo explica los jets privados
donde viaja?
— Mira, te cuento, al estar en ese
tipo de eventos, las marcas me invitan a su alfombra roja. Me invitan como
blogger y medio de comunicación e invitan a sus clientes, entonces teniendo
casi cinco años metido en este mundo, he creado muy buenas amistades en ese
mundo de lujo. Esos aviones y barcos simplemente son invitaciones. Jamás he
pagado un solo peso por un viaje privado. ¿De dónde voy a sacar 3 mil dólares
para pagar una hora de vuelo? Brincos diera.
— ¿Y los yates son suyos?
— No, imagínate, sería un sueño. Son
de amigos que me invitan.
— ¿Y sus compras en las tiendas de
marcas de lujo, esas decenas de bolsas de Ferragamo, Louis Vuitton, Gucci,
Christian Dior, Yves Saint Laurent, Prada, etcétera?
— Son bolsas vacías, no había nada
dentro.
— ¿Y por qué hace eso?
— Porque soy un personaje que
interpreta su papel. Soy un blogger de lujo, tengo que simular vivir una vida
de lujo, tengo que transmitir ese estilo de vida.
— ¿Esas marcas le pagan o son
intercambios?
— Varía…Esta profesión que desarrollo
es para comunicar marcas y todo un estilo de vida. Yo vivo con intercambios. Yo
estoy encantando de vivir así. Voy a un restaurante de lujo, seguramente son
carísimos, pero yo no lo pago. Son invitaciones. A mis seguidores les gusta ver
ese mundo. Es la manera honesta que yo he encontrado para vivir.
— ¿Y por qué eliminó sus cuentas en
redes sociales y su blog?
— Yo no borré mi blog, se colapsó por
tantos mensajes.
— Por lo que veo, ya no existe…
— No, porque me sentí muy triste de
toda esta lluvia de insultos tan fuertes que la gente me decía. Y dije “basta”
no quiero que me sigan insultando y opté por borrar las fotos.
— Pero eso levanta sospechas…
— Sí, la gente me dice que es porque
estoy ocultando algo, pero no, simplemente es porque no quiero que me insulten,
ni me agredan o me humillen. Bajé las fotos porque desprestigian mi carrera. La
cantidad de insultos que recibí en todas mis fotos y en todas mis redes. Me dio
mucha tristeza. Las hice privadas para que la gente ya no me insulte. Ya no
puedo más como ser humano estar recibiendo tanto insulto, recibí miles de
insultos por minuto.
— ¿Y cómo explica sus viajes por el
mundo?
— Son invitaciones. Mira, por
ejemplo, el viaje a Tailandia fue una invitación de una pareja de amigos. Era
Navidad y yo no tenía planes de pasar Año Nuevo ni Navidad en la Ciudad de
México porque mi familia vive en provincia.
— ¿Dónde viven?
— En distintas partes de la
República.
— ¿En dónde?
— En provincia.
— ¿Pero ¿dónde?
— En diferentes ciudades, pero
volviendo a Tailandia, mis amigos me pagaron avión y hotel, yo no pague nada.
— ¿Y tú papá sostiene sus gastos?
— Mi papá nunca ha pagado nada. Desde
que tengo 18 años vivo solo, soy independiente. Mi papá no tiene nada que ver
con mi ropa ni con mis viajes. Sentí mucha tristeza por el desprestigio que
pudo haberle causado a su carrera, siendo él una persona tan correcta. Yo no
vivo con mi papá desde que tengo 18 años. Él es una persona retirada, pero
sigue trabajando. ¿Tú crees que si tuviéramos esa cantidad de dinero que la
gente piensa, mi papá seguiría trabajando? No. Sería un hombre que viviría en
Milán o en una playa exótica.
— Usted ha
viajado mucho…
— Me pagan
los viajes. Suiza, por ejemplo, me contrató una compañía de colegios de lujo
con una muy alta educación. Y ellos buscaron personas especializadas en lujo
como yo.
— ¿Ha utilizado el puesto de su papá
militar para conseguir cosas?
— No, me
contratan por mi blog. He luchado durante años para poder vivir legalmente. Yo
como buen comunicólogo, corro por mi selfie, por la foto y la pose. Todo es un
mundo para transmitir un estilo de vida.
— ¿Un estilo
de vida de lujo?
— Sí, las
marcas han estado contentas, los clientes están contentos. Ahora me está
afectando muchísimo todo esto. Para mi, dejar de trabajar un día, es dejar de
ganar un ingreso. Quiero pedirle a la gente que se termine esto. Ya basta.
Necesito volver a trabajar. Me vi afectado en mi trabajo, con mi familia, con
mis amistades. Llevo tres días sin comer, sin dormir por la angustia, porque mi
vida se está desmoronando. Si cometí un error con esto del avión, fue solo eso,
un error. Quiero que se olvide.
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