viernes, 29 de junio de 2018

Ser Patrimonio de la Humanidad no impide que se concesione 80 por ciento del subsuelo de Guanajuato.


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El subsuelo del municipio de Guanajuato está concesionado en cerca de un 80 por ciento del total a la minería, lo que representa un potencial riesgo no solo en el tema ambiental sino también de descomposición del tejido social, si se permite que la explotación minera se realice como se ha estado trabajando en la actualidad, privilegiando el beneficio económico de las empresas sobre el social.

Durante los gobiernos de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, se disparó la entrega de concesiones mineras en el país, de lo que el estado de Guanajuato no fue la excepción, en especial el municipio de la capital.

En el documento Panorama Minero del Estado de Guanajuato, editado en diciembre de 2016, con participación de la Secretaría de Economía y de Gobierno del Estado, se señala que en 2005 se tenía concesionado el 5.61 por ciento del territorio estatal a través de 504 títulos, esto es 170 mil 739 hectáreas; para el 2016 la superficie concesionada, con 690 títulos, pasó a ser de 412 mil 771 hectáreas, el 13.49 del territorio estatal.

De acuerdo a imágenes de mapas del Sistema de Administración Minera de la Secretaría de Economía, una gran parte del subsuelo del municipio de Guanajuato está concesionado, esto a través de 347 concesiones.

Así, el subsuelo donde se ubica la ciudad está concesionado, así como la zona de la Bufa y la Sierra de Santa Rosa, concesiones que otorga la Secretaría de Economía a discreción, pues la política del gobierno federal es privilegiar la actividad minera, incluso sobre la forestal, comentó en entrevista el ingeniero minero Tomás Hernández Meza.

Ingenieros mineros y especialistas consultados sobre el tema confirmaron la información, pidiendo que no se publicara su nombre, de que al menos el 80 por ciento del territorio municipal está concesionado, señalando que el panorama no es tan grave como pudiera parecer, pues la explotación minera está sujeta a reglas y el que se tenga la concesión solo es el primer paso para la explotación.

El ingeniero Hernández Meza no coincide con esa apreciación, pues señala que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a la que le corresponde otorgar los permisos de exploración y explotación minera, así como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “no tienen dientes” para detener a las empresas mineras.

El entrevistado, activista del Consejo Ecologista Guanajuatense, señala que incluso por los intereses de las empresas mineras, no avanzan temas como el de decretar la zona de la Bufa y los Picachos como Zona de Conservación Ecológica (ZCE).

No obstante, en entrevista realizada el pasado mes de marzo con Israel Cabrera Barrón, entonces delegado de la Semarnat, dijo que no se puede impedir que se entreguen permisos de exploración minera, ya que si quien lo solicita tiene la concesión respectiva, salvo que el terreno donde se pretenda explotar se entienda que la superficie sea un Área Natural Protegida.

Así, la pretensión de los ambientalistas es que la ZCE de la Bufa tenga una extensión de tres mil 500 hectáreas, a lo que ha habido oposición pues se considera que sería muy grande, cuando empresas como la minera canadiense Endeavour Silver tiene, solo en la zona de El Cubo, una concesión de ocho mil hectáreas.

En ese contexto se infiere que no se quiere que la zona de la Bufa pase a ser una ZCE, porque si es así no podría ser sujeta a explotación minera.

Al respecto, “en esto no hay tarugos, solo abusivos”, dijo el ingeniero Hernández Meza, quien explicó que hay quien tramita concesiones mineras para luego traspasarlas a las grandes empresas, pues es muy barato pagar los derechos de concesión.

Eso es cierto: por los derechos de concesión que tengan una extensión menor a las 30 hectáreas, el costo es de 10.48 pesos al año por hectárea; para una concesión de 100 a 500 hectáreas, por hectárea se pagan 41.95 pesos; de 500 a mil hectáreas, la cuota es de 38.81 pesos por hectárea; de mil a cinco mil hectáreas, la cuota es de 35.66 pesos por hectárea; de cinco mil a 50 mil hectáreas, por hectárea se paga 32.52 pesos y en concesiones de extensión superior a las 50 mil hectáreas se paga por cada hectárea 29.37 pesos.

Guanajuato sigue siendo rico en metales, en oro y plata, afirma Tomás Hernández Meza, quien fue superintendente de las minas Cebada, Peregrina y Bolañitos, cuando las trabajaba la minera Peñoles, tiempo en el que se llegó a pagar utilidades muy importantes a los obreros, lo que actualmente con las mineras canadienses ya no sucede pues muchos mineros trabajan para contratistas que a su vez les trabajan a las empresas extranjeras, con lo que se evaden responsabilidades laborales.

La manera como están trabajando actualmente las mineras en México, además de que causan muchos daños ambientales, dañan el tejido social, pues no dan empleo en las comunidades y dejan pasivos ambientales, como las presas de jales, y provocan que se sequen los veneros; los beneficios económicos no son compartidos y los daños ambientales los heredan, afirmó el entrevistado.

Tenemos casos, dijo, como los de las comunidades de El Cubo y El Cedro, pueblos que se pretende reubicar para que las empresas mineras exploten las zonas en donde se ubican actualmente.

Entre las concesiones otorgadas por la Secretaría de Economía en el municipio de Guanajuato, hay más de 50 concesiones otorgadas a la empresa Parreña, y un número igual de importante para la Compañía Minera Las Torres y la Minera del Cubo, además de que también hay concesiones a particulares como es el caso de Estela Catalina Parkman Cuéllar, quien tiene una concesión denominada Las Catacumbas, con las que se podría explotar parte del subsuelo en donde se ubica la ciudad, concesión que se sabe se pretende usar para construir un estacionamiento subterráneo.

Por lo observado en los mapas del Sistema de Administración Minera (SIAM), otros municipios para los que se han entregado concesiones mineras son León, al parecer hacia la zona de la Sierra de Lobos, San Felipe, Juventino Rosas, San Luis de la Paz, San José Iturbide y Xichú.

NÚMEROS DE LA ABUNDANCIA.

En el documento Panorama Minero de Guanajuato se informa del avance que ha tenido la explotación minera en el estado, la que en realidad se limita al municipio de Guanajuato, aunque hay trabajos de exploración en otros municipios, como los citados anteriormente.

Las empresas que están explotando las viejas minas que datan de la época de la colonia, son la minera Endeavour Silver, que trabaja las minas de Bolañitos procesando mil cien toneladas de concentrado al día y la mina de El Cubo con 480 toneladas al día y la minera Great Panther Silver con 720 toneladas al día.

En el documento se informa que la producción de oro en el año 2011 fue de 555 kilos; en 2012 de mil 193 kilos; en 2013 de dos mil 886 kilos; en 2014 de dos mil 291 kilos y en 2015 de dos mil 363 kilos.

En cuanto a la producción de plata, se informa que en 2011 fue de 49 mil 959 kilos; en 2012 de 72 mil 372 kilos; en 2013 de 175 mil 536 kilos; en 2014 de 154 mil 549 kilos y en 2015 de 169 mil 310 kilos.

Por lo que respecta al valor de la producción de oro se informa: en el 2011 fue de 351 millones 204 mil 355 pesos; en 2012 de 842 millones 641 mil 549 pesos; en 2013 fue de mil 672 millones 974 mil 913 pesos; en 2014 fue de mil 239 millones 819 mil 976 pesos y en 2015 de mil 397 millones 860 mil 313 pesos.

El valor de la producción de la plata fue: en 2011 de 703 millones 243 mil 871 pesos; en 2012 de 953 millones 544 mil 600 pesos; en 2013 de mil 710 millones 460 mil 633 pesos; en 2014 de mil 257 millones 419 mil 805 pesos y en 2015 de mil 351 millones 820 mil 395 pesos.

La bonanza que hay en la industria minera explica que haya crecido el número de concesiones, que confirma que el subsuelo de Guanajuato sigue siendo rico en minerales y que la minería es una industria altamente redituable, al menos, desde el punto de vista económico.

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