Antes miles de simpatizantes, Andrés
Manuel López Obrador dijo que retornará a esta entidad, pero ya como presidente
electo, y no después del 1 de diciembre, sino antes, en un recorrido por todo
el país para agradecer el voto. Y también que esta vez no iría a su rancho “La
Chingada”, localizado en Palenque.
“Este arroz ya se coció”, dijo el
tabasqueño ante la multitud de militantes de Morena, Partido del Trabajo (PT) y
Encuentro Social (PES), así como de otros partidos, entre ellos el Verde
Ecologista de México (PVEM), Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido.
A la
explanada de la Feria Chiapas, López Obrador arribó pasadas las diez de la mañana,
cuando ya México y Suecia disputaban la segunda ronda; el primero tiempo lo
observaron en dos pantallas gigantes quienes llegaron en punto de las nueve de
la mañana a donde sería el mitin del tabasqueño.
Los asistentes recibieron a López
Obrador con banderas, consignas y pancartas. A la par, cuatro drones
sobrevolaban encima de la multitud que quería verlo, tocarlo abrazar al
candidato presidencial de Juntos Haremos Historia.
En el
templete ya lo esperaban candidatos a alcaldes, a diputados locales o
federales, a senadores y a la gubernatura, todos de la coalición Juntos Haremos
Historia. Estaban ahí el empresario Alfonso Romo y el coordinador de la región
sureste de Morena, Julio Scherer Ibarra.
Primero
habló el candidato a alcalde a la presidencia municipal de Tuxtla, Carlos
Morales Vázquez, quien militó en el PRD y posteriormente se afilió a Morena.
También fue secretario de Medio Ambiente del actual gobierno de Manuel Velasco,
del Verde.
Posteriormente
habló el candidato a gobernador Rutilio Escandón Cadenas, presidente del Poder
Judicial del Estado del 2012 al 2017 a propuesta de Velasco Coello.
En su cierre
de campaña en esta entidad, López Obrador se dirigió a sus “paisanos”
chiapanecos, a quienes dijo que por ahora no irá a Palenque, implícitamente que
no pasaría a su rancho “La Chingada”, sino que se iría por otra vía para llegar
a Villahermosa, Tabasco, donde sería su segundo cierre de campaña antes de
volar a la Ciudad de México, donde cerrará su campaña en el Estadio Azteca.
También dijo que no necesitaba que le
dijeran cuáles son los problemas de Chiapas, porque de sobra los sabe desde hace
más de 20 años que ha recorrido la entidad y el país. Que conoce muy bien todas
las regiones de la entidad porque si bien no nació en Chiapas, es chiapaneco
por adopción, pues sus padres vivieron entre Palenque y Tuxtla, donde todavía
viven muchos miembros de su familia.
El tabasqueño refrendó su apoyo a los
jóvenes como un sector prioritario, pero también a los adultos mayores, al
igual que a los hombres y mujeres del campo.
Luego señaló que, aunque se burlan de su
propuesta, todo ello se logrará combatiendo la corrupción y quitando los
privilegios, porque es ahí donde se van cifras multimillonarias que, en su
eventual gobierno, servirán para combatir el hambre, la pobreza y la
marginación.
Igual dijo que rescatará al campo del abandono en
que se encuentra, y sobre todo hará que la región de la Frailesca sea el gran
productor de maíz y de otros granos como antes lo fue, pero que se fue
perdiendo eso por falta de apoyos del gobierno federal.
Además, dijo que reactivará el hato ganadero
apoyando a este sector que tanto en Chiapas como en Tabasco sufren las
consecuencias del tráfico ilegal que se da por la frontera sur con ganado que
entre de Centroamérica rumbo a Estados Unidos.
Enseguida habló se sembrar 200 mil
hectáreas de árboles frutales y maderables, entre café, cítricos y otros. Y que
con ello se crearán 80 mil empleos en Chiapas, no temporales como los que crea
el actual gobierno federal, sino empleos permanentes.
López
Obrador señaló que buscará que con ello
los chiapanecos tengan arraigo donde nacieron, donde están sus tradiciones,
costumbres y familia, donde están sus muertos, y que quien tenga que migrar a
otro estado o al norte del país, lo haga por gusto y no por necesidad.
También dijo que apoyará de forma decidida y
comprometida a todos los pueblos originarios de Chiapas y de México. Recordó
que hace 40 años fue director del desaparecido Instituto Nacional Indigenista
en Tabasco, y que desde siempre ha trabajado con los más pobres y marginados de
México, y que como presidente de México lo seguirá haciendo.
No al “voto
cruzado”
López
Obrador pidió que nadie haga “voto
cruzado” con el fin de que pueda llevar a cabo todas sus propuestas y
compromisos de campaña, al lado de alcaldes, del gobernador, de los senadores y
de los diputados locales y federales.
Por ello, pidió que el voto sea “seis de seis”, es
decir, que se vote en bloque por la coalición Juntos Haremos Historia en cada
una de las seis boletas que reciban los chiapanecos el próximo domingo 1 de
julio.
Igual refrendó que la sede nacional
de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejará de estar en la Ciudad de
México y se vendrá a instalar en la capital de Chiapas.
Luego reafirmó su compromiso de
derogar los decretos que privatizan el agua de los mexicanos.
Se comprometió a respetar todos los
usos y costumbres, así como las tradiciones y las religiones, para construir
así “el reino de la justicia” en la tierra.
No obstante,
pidió a sus seguidores y simpatizantes
no confiarse y salir a votar de forma masiva, pero sobre todo cuidar las
casillas para que no haya fraude.
En su
gobierno, prometió, no habrá divorcio
entre gobernantes y gobernados, pues gobernará acompañado de todos los
mexicanos, ya que sólo así se podrá sacar adelante al país.
“Será un gobierno del pueblo, para el
pueblo y con el pueblo. Vamos a gobernar juntos”, ofreció.
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