Petróleos Mexicanos (Pemex) se
prepara para la llegada en diciembre de un nuevo gobierno, de acuerdo con
información de Bloomberg. La semana pasada nombró a un nuevo directivo
encargado de negocios y ahora intensifica la búsqueda de socios extranjeros.
También podría terminar este sexenio con una deuda de hasta 3 mil 500 millones
de dólares.
El temor de
la petrolera dirigida por Carlos Alberto Treviño Medina es que una posible
victoria del candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, desacelere la
inversión extranjera en la industria del petróleo de México.
La Empresa productiva del Estado
nombró el pasado 22 de junio a Jorge Lomelín Delgadillo como nuevo director
corporativo de Alianzas y Nuevos Negocios, un puesto que llevaba vacante desde
febrero. Las
funciones del directivo en su nuevo cargo son: coadyuvar en la integración,
preparación y validación de casos de negocios que generen valor agregado a
Pemex, sus empresas productivas subsidiarias y filiales con el objetivo de
lograr la rentabilidad en las diversas líneas de negocio.
Pemex también subastará 37 áreas en
tierra y nueve zonas en la Cuenca de Burgos, rica en gas de esquisto, el 27 de
septiembre, así como acuerdos “farmout” de siete áreas en tierra con Pemex el
31 de octubre.
También está modificando las condiciones para la
explotación de yacimientos marinos que no consiguió atraer interés hace un año
y evaluar el potencial de asociaciones operativas o “farmouts” el próximo año
de otras cuatro áreas terrestres y siete bloques exploratorios terrestres,
según información de Bloomberg.
Además de estos apresurados cambios,
la petrolera podría endeudarse este año por un total de hasta 3 mil 500
millones de dólares. Actualmente, la petrolera es una de las más endeudados del
mundo, con una deuda de financiera de 98 mil millones de dólares a fecha de 31
de marzo.
A casi
cuatro años de haberse promulgado la Reforma Energética (20 de diciembre de
2013), suman 73 compañías de 20 países
las que realizan trabajos para la exploración y extracción de hidrocarburos en
territorio nacional, a través de la firma de 107 contratos.
López
Obrador, abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia” y puntero en las
encuestas con ventaja de hasta 20 puntos, ha
dicho que retrasará las reformas energéticas que, según Pemex, son cruciales
para superar estas dificultades.
“Una
victoria de López Obrador pondría en riesgo los proyectos de asociación de
Pemex, no sólo en el sector de la exploración sino también en las refinerías y
otros segmentos comerciales”, dijo a Bloomberg Alejandra León, analista de IHS
Markit en Ciudad de México.
El candidato izquierdista ha dicho
que podría suspender nuevas subastas de petróleo, revisará contratos ya
otorgados y podría congelar temporalmente los precios del combustible. Dichos
planes, señaló Bloomberg, “dañarían los intentos de Pemex de recibir la
inversión extranjera que tanto necesita y el conocimiento técnico y la
experiencia de las principales petroleras mundiales”.
LA CAÍDA DE
PEMEX ESTE SEXENIO.
Petróleos Mexicanos agudizó su caída
en este sexenio, aun con la Reforma Energética. Pasó de ser la tercera
productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015. La otrora empresa
del Estado tiene, a 2017, 14 años consecutivos produciendo menos gasolina,
diésel y gas natural, situación que ha derivado en una mayor dependencia
energética.
En el actual
Gobierno, Pemex dejó de estar en el
centro de las finanzas públicas, se dejó de invertir en la petrolera y como
consecuencia los indicadores operativos cayeron.
Pemex cuenta
con seis refinerías ubicadas en Cadereyta (Nuevo León), Madero (Tamaulipas),
Minatitlán (Veracruz), Salamanca (Guanajuato), Tula (Hidalgo) y Salina Cruz
(Oaxaca), de las cuales, tres operan al
50 por ciento o menos de su capacidad.
Las refinerías fueron construidas en
la década de los 70 y no fue sino hasta finales de 2015 cuando se comenzó a
invertir en ellas mediante asociaciones público-privadas.
En el último sexenio la producción de
crudo cayó 22.75 por ciento; la de gas natural 20.43 por ciento; la de gas
licuado de petróleo 29.83 por ciento; la de las gasolinas un 41.23 por ciento,
y la del diésel 50.9 por ciento.
En 2013,
Pemex producía un total de 2 mil 522 barriles de diarios de crudo, cifra menor a los 1, 948 barriles diarios
que bombeó en 2017. En los primeros cinco meses del año la petrolera produjo un
total de mil 888 barriles.
DEPENDENCIA
ENERGÉTICA Y GASOLINAZOS.
A la par que
cayó la producción de hidrocarburos, Pemex
aumentó sus importaciones. Ahora el 71.58 por ciento de la gasolina utilizada
por los mexicanos, con corte a 2017, fue importada, con un total de 570.6 miles
de barriles diarios traídos del extranjero, especialmente de Estados Unidos.
De acuerdo
con el último reporte de Petróleos Mexicanos, el año pasado las importaciones de gasolinas aumentaron 12.96 por
ciento respecto a 2016, su mayor cifra desde que se tiene registro (año 2006).
El total de barriles comprados a
países extranjeros en 2017 representó el 71.58 por ciento de las ventas totales
de combustible en México, las cuales fueron de 797.1 miles de barriles diarios.
En los
primeros meses de este año la dependencia sigue creciendo, con un total de 939
miles de barriles diarios comprados a otros países.
La dependencia energética también ha
provocado aumentos en los precios de las gasolinas. La Magna, combustible que
usa el 80 por ciento de los vehículos en México, superó la semana pasada la barrera de
los 19 pesos por litro en algunas estaciones de la Ciudad de México y
Michoacán.
La gasolina Premium también
incrementó su precio. Ahora se vende hasta en 20.48 pesos en la capital del
país y en estados
como Nuevo León, Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Michoacán, San Luis Potosí,
Puebla, Sonora, Aguascalientes, Chihuahua y Sonora.
Al inicio del sexenio del presidente
Enrique Peña Nieto, el precio del litro de la gasolina Magna estaba en 10.92
pesos por litro, la Premium en 11.48 pesos y el diésel en 11.28 pesos.
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