Por Daniela Barragán.
Margarita Ríos-Farjat, titular del Servicio de Administración
Tributaria (SAT), reveló esta mañana que por medio de distintos mecanismos,
unas 8 mil 204 empresas “factureras” ha defraudado al fisco nacional y el
problema, como el huachicol, estalló con Enrique Peña Nieto.
“Y es una muestra pequeña del universo que hay [de empresas
defraudadoras], pero nos da una idea del problema”, dijo.
“Llevamos a cabo revisiones y encontramos que se estaban
creando empresas. Encontramos a poco menos de media docena de funcionarios
creando empresas sin soporte documental, fantasmas. Esto es presunto todo, no
somos una autoridad penal. Estamos preparando el paso siguiente respecto a
eso”, afirmó la
funcionaria.
De 2014 a 2019, durante la administración de Peña, creció
31 veces el número de empresas defraudadoras. Se tienen detectadas en ese
periodo 8 millones 827 mil 390 facturas falsas. El monto de las operaciones se
estima en un mil 611 mil millones 418 mil pesos. La suma de las operaciones
fraudulentas alcanza los 354 mil 512 millones de pesos, es decir, 1.4 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“La factura puede
referirse a cosas, cifras de dinero nunca pagadas. Cuando el dinero no existe,
se paga una factura por evasión fiscal y cuando el dinero sí existió, es por
evasión fiscal y lavado de dinero”, explicó Ríos Farjat.
Agregó: “Un señor crea facturas simuladas y tiene la
capacidad de contar con los atributos de una factura, la vende. ¿A quién se la
vende? A una empresa que utiliza facturas simuladas. las empresas compran las
facturas y el fisco pierde”.
Aparte de Ríos-Farjat, estuvieron en la conferencia de
Palacio Nacional María de los Ángeles Jasso Cisneros, administradora general
jurídica; Héctor Vázquez Luna, administrador general de Recaudación, y Juan
Pablo de Botton Falcón, administrador general de Planeación.
“Los impuestos a pagar son mucho menores. Aquí tenemos que el
facturador ganó su comisión, la comisión depende de cada facturero”, indicó, al dar a conocer esquemas de
operaciones simuladas que han sido detectadas por el nuevo Gobierno.
“El que dedujo, ¿qué
gana? La diferencia del precio a pagar y la comisión del facturero. Este tipo
de empresas factureras, por regla general, no se encuentran en el domicilio
fiscal, comparten el domicilio con otros contribuyentes, los socios no son
localizables. Esos suelen ser los rasgos característicos de las ‘EFOS’”, aseguró este martes.
“Las ‘EDOS’ son las empresas que deducen las facturas
obtenidas del ‘EFOS’ para disminuir la base del impuesto y, en ocasiones,
solicitar devoluciones”, explicó la titular del SAT. “Ocho mil 204 empresas
factureras, según cifras actualizadas. De esas, tenemos que se ha aumentado
exponencialmente el número de éstas con el tiempo y también la forma de sacarle
forma al encuadramiento de ser una EFOS”.
Asimismo, Ríos-Farjat destacó que cada vez se van
sofisticando más las operaciones y el tipo de facturación. De acuerdo con las
autoridades, el total de sus facturas falsas es de casi nueve millones, un
promedio de mil por cada una de las factureras, las cuales implicarían una
evasión de 354 mil 512 millones de pesos, suponiendo que toda factura se redujo
1.4 por ciento del PIB.
“El monto ronda 1.6 millones de pesos de operaciones que no
existieron, del banco de la fantasía o del dinero que se está lavando a través
de este tipo de facturas”, destacó.
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