Diego
Petersen Farah.
Dice mi
amigo Alejandro que el problema de la Cuarta Transformación es que muy pronto
cambiará de género: La CuatroTe se convertirá en un CuatroTe. No son pocos
lo que creen que justamente eso es lo que está pasando en Baja California, que
la falta de definición del Presidente respecto a una clara violación a la
Constitución es una evidencia de que el señor se quiere reelegir. Hay que
bajarle tres rayitas, pero eso no lo hace menos grave.
El problema
de tener una política tan amlocentrista es que hoy la discusión gira casi
exclusivamente en lo que dice el Presidente y en lo que no dice. Si el
Presidente no se pronuncia en contra de la ampliación del periodo de Bonilla
quiere decir que está de acuerdo y de ahí, en un salto mortal epistemológico,
se concluye que López Obrador se quiere reelegir. La cosa es más simple y más
perversa: Jaime Bonilla puso como condición para aceptar la candidatura que le
ampliaran el periodo y Yeidckol se comprometió a ello. Esta es pues una
operación de la presidenta de Morena y el Presidente no la va a dejar colgada…
salvo que sea necesario.
La reforma
tiene todo el sentido del mundo: los periodos de dos años han sido un fracaso
en Puebla y Veracruz y era mucho mejor de cinco, el problema es que la hicieron
tarde y a modo. Fue
una estupidez el periodo de dos años, sí, pero una tontería no se resuelve con
otra tontería y un Gobierno no se fortalece violando la ley. Como suele suceder
la victoria tiene muchos padres y los errores no tienen madre.
Hoy
resulta que el Presidente no estaba enterado (lo cual, de ser cierto, habla
pésimo del Gobierno y confirma los peores temores sobre el gabinete); que la Secretaria de Gobernación,
Olga Sánchez Cordero, dice respeta la decisión del Congreso de Baja California,
aunque, aclara, es inconstitucional. Lo grave es que el presidente del
PAN Marko Cortés dice que fue ella quien primero le habló del tema, esto es le
propuso una acción inconstitucional. Los panistas se rasgan las vestiduras,
pero fueron los votos del PAN en Baja California los que crearon este desastre.
Y para ponerle cereza al pastel, la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky
ignora toda opinión incluso de sus propios compañeros de partido porque para
ella lo único que vale es la opinión del pueblo que, ya aprendió de su jefe, se
resuelve con una encuesta a modo.
Transpolar
esta crisis constitucional a la reelección presidencial me parece exagerado.
No hay
manera de hacerlo sin romper el Estado de Derecho y no hay ningún indicio,
salvo el temor de los que desayunan, comen y cenan Venezuela, de que eso vaya a
ocurrir. El CuatroTe de la CuatroTe está en poner a prueba las instituciones
democráticas. Si la Corte y las Cámaras pasan esta fechoría, si no llaman a
cuentas a las Secretaria de Gobernación y a los partidos, si no se impone la
lógica Constitucional y democrática, veremos este tipo de jueguitos perversos
repetirse por todo el país.
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