Por Linaloe
R. Flores.
Hasta mayo
pasado, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
guardaba en sus arcas 435 millones de pesos que no gastó del presupuesto
recibido del Gobierno de Enrique Peña Nieto para la promoción de la Reforma
Educativa, un objetivo que desde agosto de 2018 perdió el sentido pues Andrés
Manuel López Obrador, entonces Presidente electo, anunció su abrogación.
En total, el
SNTE recibió 3 mil 130 millones de pesos para promover esa enmienda, promulgada
por el ex Presidente Enrique Peña Nieto en febrero de 2013 a través de
convenios firmados cada año por el entonces dirigente del sindicato, Juan Díaz
de la Torre, y quienes tuvieron la titularidad de la Secretaría de Educación
Pública (SEP) en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, Emilio Chuayffet Chemor
(2012-2015), Aurelio Nuño Mayer (2015-2017) y Otto Granados Roldán (2017-2018).
De modo que el
gremio de los maestros guardó 13.8 por ciento del total recibido para impulsar
un modelo educativo que jamás prosperó.
Se trata
de un dinero perdido en el limbo de la transparencia mexicana.
Después del
día del maestro, el 15 de mayo, el sindicato inició la reconstrucción de su
portal del Observatorio Público de Transparencia e Información (Opti-SNTE) -en
el que está obligado a publicar sus gastos por la Ley General de Transparencia-
y eliminó el contenido de la categoría “Recursos Públicos”. Ahí se encontraban
los documentos probatorios de lo utilizado y no utilizado del dinero recibido
de la Reforma Educativa de Peña Nieto.
Desde
2015, un nuevo marco jurídico de la transparencia en México incluyó como
“sujetos obligados” a los partidos políticos y los sindicatos. Desde entonces,
están obligados a publicar el número de sus militantes o agremiados, así como
el uso del dinero público.
El SNTE se
distinguía por cumplir de manera parcial esas obligaciones, cuando gremios como
la Unión de Trabajadores (UNT), de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Único de Trabajadores
Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) o ASPA ni siquiera elaboraron
portales para presentar esta información.
Ahora, el
SNTE también ocultó la administración de los recursos públicos en sus arcas.
Así, es desconocido el paradero del presupuesto que no fue ejercido de los
programas “Prestaciones de previsión social, fomento cultural y al ahorro,
capacitación y actualización del magisterio”, “Orquesta Filarmónica Nacional
del SNTE”, “Fortalecimiento de las Habilidades y Competencias del Personal
Directivo, Supervisor y Asesores Técnico-Pedagógicos” y “Programa Nacional de
Apoyo sobre la Diversidad de Materiales Educativos: Su Sentido Pedagógico”.
Cuestionado
por SinEmbargo, el sindicato de los maestros respondió a través de su
vocería que no hay fecha para que el portal del observatorio sea restablecido y
por el momento, no es posible presentar los documentos que prueban la
devolución del dinero no gastado a la SEP.
En noviembre
de 2018, Juan Díaz de la Torre pidió licencia para dejar la presidencia del
SNTE, al concluir los trabajos de la 47 sesión extraordinaria del Consejo
Nacional. Su anuncio lo hizo sólo un día después de que la ex dirigente Elba
Esther Gordillo -quien ocupó la dirigencia nacional hasta febrero de 2013
cuando fue aprehendida por delitos relacionados con lavado de dinero- diera a
conocer su intención de regresar a la dirigencia.
En la
cronología del cambio de política educativa en México, lo que siguió en el
sindicato fue una reestructuración de la página de transparencia del
observatorio. Así, se abrió un hueco informativo sobre varios millones de
pesos, parte del torrente de dinero entregado para realizar una campaña a favor
de la Reforma Educativa de Peña Nieto que jamás aterrizó.
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