jueves, 25 de julio de 2019

Lo que los banqueros callan.


Salvador Camarena.

Debe ser uno de los boletines más escuetos del mundo. En medio de cuestionamientos nacionales e internacionales sobre la efectividad de las políticas económicas gubernamentales, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió el martes con la plana mayor de los señores de la banca (de medio centenar de ejecutivos bancarios ahí congregados sólo una era mujer), y de ese encuentro la página de AMLO (lopezobrador.org.mx) sólo consigna estas líneas:

“Representantes de instituciones bancarias que integran la Asociación de Bancos de México, informaron al presidente Andrés Manuel López Obrador su disposición de otorgar créditos hasta por 500 mil millones de pesos con el objetivo de impulsar la actividad productiva en el país.

“Tras sostener una reunión en Palacio Nacional, el mandatario resaltó la confianza de este sector manifestada por los miembros del comité de asociados de la ABM.

“Acompañaron al Presidente el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, y el jefe de Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza”. Y en seguida se enlista el nombre de los visitantes.

Lo que el boletín no dice es que, en efecto, se habló de dinero y de confianza, pero sobre todo se habló de que el orden de los factores importa.

De poco va a servir que se pongan 500 mil millones a disposición de los emprendedores, se le dijo al Presidente en la reunión de poco más de una hora, si no se generan las condiciones para que haya confianza a la hora de asumir los riesgos inherentes a la inversión.

Pero eso no está incluido en el comunicado que se emite a nombre del Presidente.

La pregunta es por qué los banqueros callan ese mensaje clave. Por qué no salieron el martes por la tarde noche con su propio boletín a subrayar esa urgencia por la confianza. Por qué no dicen en público lo que dicen en privado.

Ayer, la Asociación de Bancos de México dio una conferencia de prensa. En ella destacaron el “robusto crecimiento del crédito” en diferentes modalidades, aunque reconocieron que las empresas comienzan a bajar el ritmo. Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, enfatizó al arranque de la rueda de prensa que en términos generales, los productos crediticos crecen a un ritmo de doble dígito, y que la calidad de la cartera vencida se ha mantenido estable o ha mejorado marginalmente. Aseveró lo anterior incluso cuando le cuestionaron sobre versiones de que la mora ha crecido.

Sin embargo, la marcha de México es vista con reserva por entes nacionales e internacionales. Pocas horas antes de la reunión, el Fondo Monetario Internacional había bajado su expectativa de crecimiento. Y, para no ir más lejos, ayer Citibanamex subrayó en un reporte que estamos frente a un “estancamiento sin rebote a la vista: consideramos ahora que el crecimiento anual del PIB en 2019 será de 0.2 por ciento”. Anteriormente la cifra que había dado este banco era de 0.9 por ciento de crecimiento. Agregó que “apenas el mes pasado argumentamos que las perspectivas para el crecimiento de la economía mexicana han venido disminuyendo (...) resultado de una elevada incertidumbre por fuentes tanto globales como internas”.

Dicho de otro modo, los pronósticos del FMI y de Citibanamex llegan en medio de una discusión sobre la viabilidad del plan de apoyo a Petróleos Mexicanos, plan que decepcionó a los más, y en medio también de dudas sobre el respeto al Estado de derecho expresadas por otros países (Canadá, Estados Unidos).

Así que los banqueros fueron con el Presidente, le explicaron en lo que ellos mismos llamaron una reunión de trabajo que sus comisiones en el tema de las remesas han venido bajando, y le informaron que están disponibles 500 mil millones de pesos para créditos; pero deslizaron también que estos dineros podrían quedarse donde están si no se estimula la confianza de emprendedores y gente que quiera financiar algún proyecto patrimonial.

Al finalizar la reunión, el presidente López Obrador publicó todo en los términos que más le convenía: vinieron los banqueros y como signo de confianza ofrecen una bolsa de 500 mil millones.

No fue así. Pero si sólo el Presidente habla, si los banqueros callan el exhorto para que desde el gobierno se den señales que generen confianza, ¿quién se enterará de que la banca tiene reservas sobre cuánto de ese monto pueda salir al mercado? Nadie. Y menos que nadie sus clientes. Que luego no se quejen.

Esta columna retoma publicaciones el lunes 5 de agosto.

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