Enrique
Galván Ochoa.
Tiró a la
basura el millón de dólares que supuestamente el empresario gringófilo Jaime
Bonilla pagó a los diputados del Congreso local para que modificaran la
Constitución y de ese modo quedarse cinco años como gobernador de Baja
California, aun cuando fue electo por dos. Hay dos obstáculos que Bonilla
difícilmente podría superar. El primero es que la reforma no sea publicada en
el Diario Oficial. El gobernador saliente Kiko Vega de Lamadrid dijo que no lo
hará. El otro obstáculo es definitivo: las cámaras del Congreso federal, que
han reprobado ya enérgicamente el fraude electoral, presentarán recursos de
inconstitucionalidad ante la Suprema Corte. Hay abundantes precedentes de que
un funcionario no puede ampliar el tiempo para el cual fue electo. Lo que temen
los ciudadanos de Baja California es que Bonilla llegue con la espada
desenvainada y en sus dos años quiera recuperar el dinero que gastó en la
campaña. Es una pena que la alegría con que los ciudadanos vieron el final de
30 años de gobiernos panistas, unos peores que otros, ninguno bueno, haya sido
manchada por la ambición del empresario.
No
relección, no corrupción
El
presidente López Obrador firmó ante un notario público su carta de no
relección. Soy maderista y creo en el sufragio efectivo y no relección, y por
eso voy a durar el tiempo que el pueblo quiera, no me voy a aferrar a la
Presidencia. Tengo que hacer esto porque no les voy a dejar pasar nada a los
conservadores. Recordó que éstos no han querido aprobar la iniciativa de
revocación de mandato que envió al Congreso, y tampoco la abolición del fuero. “Sufragio
efectivo, no relección y no corrupción’, dijo.
¿Y qué pasa
con la mamá de Lozoya?
Este fin de
semana seguirá detenida en Alemania, mientras se libra una intensa batalla para
ponerla en libertad. De Emilio, ni sus luces. La Fiscalía General de México
anunció que a partir del momento de la detención, comenzó a correr un plazo de
90 días para integrar el expediente de extradición que quedará de manera
inicial en la jurisdicción de la oficina del fiscal en Múnich. Las autoridades
policiacas de Alemania confirmaron en su momento la aprehensión de Gilda Austin,
madre del ex director de Pemex, por estar vinculada con la investigación de los
delitos cometidos en el caso Odebrecht. La mujer tenía vigente una orden de
aprehensión emitida por el juez de distrito especializado en el sistema penal
acusatorio, y había sido librada una ficha roja de la Interpol que fue aplicada
por las autoridades alemanas. Su defensa promueve un amparo contra su
encarcelamiento en México. Estos litigios son una mina de oro para los jueces.
Y aun así no quieren que sus sueldos sean disminuidos.
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