Javier Risco.
Ayer este
diario publicaba a media mañana las declaraciones de la secretaria de Energía,
Rocío Nahle, respecto a los trabajos en la refinería de Dos Bocas: “Esto
terminó muy bien, lo que es la fase de adjudicación, y hoy, prácticamente esta semana,
los contratos que ya se entregaron empieza la participación para que empiecen a
trabajar el 1 de agosto”, así anunciaba el banderazo inicial del proyecto
energético más importante de lo que va del sexenio.
Un par de
horas más tarde, el Congreso de Tabasco aprobaba, con 21 votos a favor, dos en
contra y tres abstenciones, la reforma al Código Penal que endurece las penas
para impedir la ejecución de obras públicas o realizar bloqueos. La nota
publicada por Animal Político señala: “La reforma a los artículos 299, 306, 307
y 308, y la adición de los artículos 196 Bis y 308 Bis del Código Penal estatal
establece castigar con hasta 20 años de cárcel el delito de extorsión”,
particularmente el artículo 196 Bis señala que “al que, careciendo de facultad legal,
impida o trate de impedir por cualquier medio, la ejecución de trabajos u obras
privadas”, se le impondrá una pena de prisión de entre seis y 13 años de
cárcel. Se consuma la llamada #LeyGarrote.
Mientras
esto sucede, el diario La Jornada publica una nota titulada: “’Ley garrote’,
para evitar chantaje o sabotaje a Dos Bocas: Polevnsky. Así de claro, en una
nota que hace referencia a una conferencia de prensa de la secretaria general
de Morena, Polevnsky declara: “Las protestas son sagradas y deben atenderse,
pero (no) cuando se manipula para movilizar con otros intereses”.
Coincidencias
tan extrañas de la vida, diría la canción, el gobierno de Tabasco no quiere
sorpresas y Morena menos, saben que el inicio de obras de una refinería que no
cuenta ni siquiera con una manifestación de impacto ambiental podría generar
protestas sociales evidentes, y lo aprobado ayer en el Congreso es una enorme
nebulosa donde las interpretaciones llegan al ridículo de separar “marchas
buenas” y “marchas malas”. Así nos lo dijo ayer, en W Radio, el diputado local
de Morena, Braulio Exequías Escalante Castillo: “Las buenas manifestaciones son
aquellas que en el legítimo derecho que concede la Constitución pues obviamente
no tengan los rasgos de pedir dinero, de capturar vehículos, de retener
situaciones que estén fuera de la ley, esas son las buenas manifestaciones; lo
contrario son los bloqueos que se hacen para retener maquinarias, para retener
vehículos, para pedir extorsiones a cambio del libre tránsito”. Así que ayer el
Congreso aprobó el manual de la buena y de la mala marcha, atinadamente el
doctor Juan Jesús Garza Onofre (@garza_onofre) publicaba una viñeta del
caricaturista El Roto, en el diario El País, donde en un letrero se advierte:
“Todo el mundo tiene derecho a rebelarse, siempre que cuente con la debida
autorización”, nada simplifica mejor la #LeyGarrote aprobada ayer en el estado
de Tabasco.
Cuna del
Presidente, estado que lo formó en la protesta social, hoy su partido
criminaliza las manifestaciones tres días antes de que inicien los trabajos de
la refinería de Dos Bocas, el proyecto va porque va y sobre todos, el gobierno
no quiere ninguna piedra en el camino. No imagino lo que pasa por la cabeza de
un joven tabasqueño con sueños de grandeza que planeaba bloquear las
instalaciones de la construcción de Dos Bocas motivado por la falta de un plan
de impacto ambiental serio, hoy por hoy va directo a la cárcel, los tiempos
cambian, no es una buena época para estar inconforme.
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