El
presidente Andrés Manuel López Obrador se enfrentó en su tierra, Macuspana,
Tabasco, a las quejas de los habitantes que acuden a sus eventos públicos.
En esta
ocasión, el tabasqueño experimentó las críticas de los habitantes que
gritaron y abuchearon durante sus intervenciones al gobernador, Adán Augusto
López, y al presidente municipal, Roberto Villalpando, ambos de corte morenista.
Las
quejas llegaron a tal grado que el presidente López Obrador, quien estaba
notablemente exaltado, amagó con terminar su discurso abruptamente.
Y es que durante
los primeros 10 minutos desde que tomó el micrófono, el morenista intentó
reorientar los reclamos y exaltar los resultados de sus políticas y programas
de “bienestar social”.
No
obstante, al preguntar a los asistentes si ya habían recibido alguno de los
apoyos de su gobierno, como las becas a estudiantes, predominó el no, e incluso
gritaron que “faltaban”.
“Ah,
¿cómo que no?, ¿cómo que no? La mentira es del demonio, es reaccionaria,
conservadora; la verdad es revolucionaria”, arengó López Obrador.
Ante la
persistencia de los gritos, el presidente preguntó si los reclamos al
alcalde iban a seguir, y recibió de respuesta un contundente ¡Sí!
El
morenista dijo que no iba a poder seguir y que, ante su “conocida terquedad”,
no iba a hablar hasta que lo escucharan, pues consideró que no se ganaba nada
con eso, pues “a la autoridad se le debe respetar” y él no quería politiquería.
Aunque
después de su amagó “recuperó el control del evento”, volvió a experimentarse
cierta tensión luego de que preguntara si se habían condonado las deudas de
energía eléctrica, lo que provocó la división de los asistentes.
“A ver, a
ver, a ver, vamos analizando, si no es que va ser a gritos y sombrerazos. Aquí
es la cabeza fría, aunque se tenga el corazón caliente. A ver, ¿no hubo borrón
y cuenta nueva?
“Con
decirles que hasta lo tuve que padecer, porque en otras partes del país me
decían ‘como es usted de Tabasco allá sí hubo borrón y cuenta nueva y acá no’,
y ahora ustedes mismos, mis paisanos me dicen que no”, les respondió.
Durante
los reclamos, López Obrador acusó que los inconformes eran agentes de aquellos
que quieren el puesto del presidente municipal, por lo que los llamó a no
dejarse manipular.
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