Por Juan
Carlos Cruz Vargas.
El gobierno de México, por medio del Banco
Internacional para la Reconstrucción y Fomento (BIRF), emitió un bono
catastrófico que proveerá a México de una protección financiera por un monto
equivalente a 485 millones de dólares (alrededor de nueve mil quinientos
millones de pesos) contra pérdidas derivadas de sismos y ciclones tropicales.
De acuerdo
con la SHCP, México está altamente expuesto a diversos peligros naturales.
Poco más de 40% del territorio nacional, y cerca de un tercio de la población,
está expuesto a huracanes, tormentas, inundaciones, sismos y erupciones
volcánicas.
En
términos económicos, precisó, esto se traduce a que 30% del PIB del país se
considera vulnerable a tres o más peligros y 71% vulnerable a dos o más
peligros.
El bono
fue emitido en cuatro clases diferentes para proveer cobertura contra sismos de
diferentes magnitudes y contra ciclones tropicales provenientes tanto del
Atlántico como del Pacífico.
Si ocurre
un desastre natural que sea elegible para la cobertura, algunos o todos los
recursos del bono se depositarán en el Fondo Mexicano para los Desastres
Naturales (Fonden).
Los pagos
serán iniciados cuando un sismo o ciclón tropical cumplan con los criterios
paramétricos de localización y severidad establecidos en los términos de los
bonos.
Serán
realizados por el BIRF al Fonden a través de la intermediación de Swiss
Reinsurance Company Ltd y Agroasemex, SA. Por su parte, GC Securities, Goldman
Sachs & Co. LLC y Swiss Re Capital Markets son los agentes estructuradores
en conjunto, así como los gestores conjuntos de la transacción. AIR Worlwide es
el modelador del riesgo y agente calculador.
Hacienda explicó
que el bono fue emitido bajo el programa de notas de “capital de riesgo” del
BIRF, el cual permite transferir los riesgos relacionados con los desastres
naturales y otros riesgos de los países en desarrollo a los mercados de
capitales.
“El bono
se emite como ‘sustentable’ toda vez que los recursos se aplicarán a programas
que cumplen plenamente con los criterios internacionales de “ESG”, es decir,
que atienden al interés de combate al cambio climático, socialmente
responsables y mejoras en la gobernanza de los programas”, acotó.
En 2006,
México se convirtió en el primer país en emitir un bono catastrófico.
Posteriormente, México emitió bonos catastróficos adicionales en 2009 y 2012
utilizando el Programa MultiCat del Banco Mundial y en 2017 y 2018 usando el
programa de notas de capital de riesgo del BIRF.
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