Salvador Camarena.
Hay quien ve a las elecciones como un proceso mediante el
cual la ciudadanía contrata a un empleado.
Si fuera así,
¿ustedes contratarían en un puesto de alta gerencia a alguien bajo cuya
dirección se perdieron 99.4 millones de dólares?
Hace un año ocurrió
que un candidato se presentó ante los electores para pedirles el voto a pesar
de que en su trabajo inmediato había provocado pérdidas, según algunos reportes,
de cerca de dos mil millones de pesos.
Ese candidato se
llamó Alejandro Murat, y tras dejar el Infonavit, de donde se llevó una
millonaria liquidación, ese organismo de vivienda para los trabajadores ha
tenido que lidiar con la pérdida de cientos de millones de pesos por fallidas
operaciones financieras de Murat (http://bit.ly/1XPFhNt).
Hoy, de cara al
proceso electoral en el Estado de México, tenemos un caso similar, que también
involucra pérdidas para el erario por alrededor de dos mil millones de pesos.
La historia, en muy pocas palabras, es como sigue.
Alfredo del Mazo,
candidato de facto del PRI a la gubernatura del Estado de México, fue director
de Banobras en este sexenio.
Bajo su gestión, ese
banco prestó 99.4 millones de dólares a una empresa llamada Rodisa, filial de
Rotary Drillrigs International, que tenía un par de contratos con Pemex.
En esas operaciones financieras Rodisa fue auxiliada por
Infisef, firma de servicios financieros encabezada por un sujeto de nombre José
Antonio Álvarez del Castillo Gómez.
El problema es que
Rodisa falsificó documentos al tramitar las garantías para el crédito.
De acuerdo con el expediente de la averiguación previa
UEIORPIFAM/AP/260/2014, Banobras suscribió el contrato de crédito con Rodisa el
13 de agosto de 2013 para transferir los millonarios recursos a la cuenta
6290-4-27546 de Bank of America.
Pero en menos de 100
días, entre el 30 de agosto y el 5 de diciembre de 2013, quienes tenían acceso
a esa cuenta la fueron vaciando hasta dejarla en ceros.
Quienes saben del
caso señalan que Del Mazo no supo o no quiso saber que al mismo tiempo que él
autorizaba el préstamo a Rodisa, en Pemex se encendían las alertas tras
descubrir que la póliza de uno de los contratos era falsa.
Antes de desfalcar a
Banobras, un cercano ex colaborador de Alfredo del Mazo, Oscar Fernández Luque,
se había convertido en poseedor del 50 por ciento de las acciones de… Rodisa.
Fernández Luque fue director de
Desarrollo Social en el Ayuntamiento de Huixquilucan cuando Del Mazo fue
alcalde ahí. Fernández Luque está prófugo.
Banobras tardó meses
en presentar una denuncia de hechos ante la PGR, lo hizo el 21 de noviembre de
2014.
Algunos de los
involucrados en esa averiguación previa, la UEIORPIFAM/AP/260/2014, son:
Fernández Luque; Victoria Velázquez Jiménez, quien fue garante hipotecaria del
crédito de Banobras; Jorge Daniel Salas Hernández –que ya fue detenido–,
director de Aquapress, una contratista de Pemex; José Antonio Álvarez del
Castillo Gómez, Alejandra Álvarez del Castillo Rivera y Karl Heinz Clocker
Marcus, estos tres últimos por parte de la firma que realizó la ingeniería
financiera del fraude.
Hoy sesiona el Consejo de Banobras bajo la batuta de su
nuevo titular Alfredo Vara Alonso, nombrado el 17 de febrero.
Surgen dos interrogantes. La primera es si el nuevo director de Banobras tiene la estatura para
hacer que quienes le fallaron al banco aclaren los hechos, entre ellos Del
Mazo; o si, apostando a la opacidad, se escudará en que eso fue hace mucho
tiempo.
La segunda es si los
mexiquenses contratarán como gobernador a un funcionario que perdió el
equivalente a dos mil millones de pesos.
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