La Arquidiócesis de
México llamó a no “usar electoralmente el hambre” pues “además de ser inmoral,
es una de las peores faltas sociales que implican la destrucción de la
democracia, poniéndola en manos de camarillas y dinastías asidas a un poder que
se niegan a dejar”.
En su editorial Desde la Fe -en el que analizó en general
los próximos comicios-, advirtió que “usar
la pobreza de los mexiquenses puede provocar el enojo popular, así como poner
en riesgo la paz social y eventualmente la legitimidad de los resultados de los
próximos comicios”.
“Los mexicanos
volvemos a ser testigos de elecciones caras que nos cuestionan si de verdad
valió la pena una reforma estructural político-electoral, cuando los hilos de
este proceso se mueven por quienes controlan millonarios recursos que avientan
como migajas”, apuntaló.
La Iglesia católica detalló que “el Estado de México
destaca, en esta contienda, por ser la segunda entidad con el voto más caro:
costará 209 pesos por cada una de las más de 11 millones de personas inscritas
en el padrón electoral. En esta entidad,
la ciudadanía es castigada por distintos frentes y tiene que sobrevivir al
fuego cruzado: guerra sucia, descalificaciones y manipulación de la verdad
entre los candidatos, quienes, con tal de alcanzar la gubernatura, se acusan
entre ellos de corrupción y de beneficios desmedidos, lo que, a juicio de los
especialistas, podría ser una de las radiografías electorales en la carrera por
la Presidencia de la República en 2018”.
“No obstante lo
anterior, lo grave y escandaloso es cómo el pueblo mexiquense tiene que
soportar la manipulación, clientelismo y compra cínica y desvergonzada de
votos; entrega de despensas y teléfonos celulares, así como la distribución de
tarjetas y monederos electrónicos, se unen al uso electorero de programas de
desarrollo social, condicionando los beneficios a cambio de copias de
credenciales de elector, lo que, por cierto, es un delito”, abundó.
“Todos estos
despilfarros electorales, todos estos gastos ostentosos, toda esta avaricia,
son escándalos intolerables”, señaló.
“La población del
Estado de México –donde casi la mitad vive en pobreza– se encuentra asolada por
el crimen y la impunidad. Así es, la entidad que dejará la actual
administración vive sitiada por hampones, y prácticamente existen localidades
en virtual toque de queda. En 2016, el Estado de México fue apabullado con
cerca de tres mil homicidios, y es primer lugar nacional en el índice de
feminicidios”, recordó.
El editorial precisó que las próximas elecciones en 4
estados costarán cuatro mil millones de pesos “y las prerrogativas a los
partidos políticos contendientes serán de mil 300 millones de pesos; es decir,
un aumento de 52 por ciento en comparación con las elecciones del 2011”.
“La pregunta es:
¿para esto se usa el dinero del gasolinazo? Y es que los mexicanos sostenemos
una democracia cada vez más cara, a costa de dinero público tirado literalmente
a la basura, que conlleva recortes presupuestales a programas sociales y de salud,
tan necesarios para millones de mexicanos pobres, de quienes los políticos sin
escrúpulos hacen su clientela”, sostuvo.
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